Nuñez Tenorio mantuvo, a lo largo de su carrera, una definida actitud antisistema.
Los últimos días de su vida, el camarada J.R. Núñez Tenorio los dedicó con ahínco a crear las bases orgánico-partidistas necesarias para el desarrollo ideológico de los bolivarianos venezolanos. Justipreciaba en ello el postulado leninista que establece que sin teoría revolucionaria, no hay praxis revolucionaria. La última travesura del Cardenal criollo, remueve la necesidad de reflexión ideológica por parte de los actores del proceso de cambios que vive Venezuela.
Núñez Tenorio nació en Barbacoas, estado Aragua, recibió el título de Licenciado en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1956, obtiene el Doctorado en Filosofía en noviembre de 1975 con la tesis "Problema de la teoría y el método de la economía política marxista", editado por la UCV.
Fue profesor del Instituto Pedagógico Nacional y de las escuelas de Filosofía, Periodismo, Psicología, Educación, Historia, Economía y Biología de las facultades de Humanidades y Educación, Ciencias y Economía y Ciencias Sociales de la UCV.
Fue militante del Partido Comunista Venezolano, desde 1950. Ex-secretario nacional de la juventud comunista y ex miembro del comité central y del buró político del Partido Comunista. Estuvo detenido 5 años en la cárcel modelo, Cachipo, La Pica y cuartel San Carlos.
Participó activamente en el Congreso Cultural de Cabimas en diciembre de 1970. Anteriormente dirigió la revista SC Libre, trimestre ideológico sobre problemas de la revolución y el marxismo. La muerte lo sorprendió a la edad de 63 años.
En los últimos años contribuyó de manera decidida a conformar el movimiento Quinta República y fue forjador del polo patriótico.
Siempre en vida mantuvo la lucha constante en favor de los intereses del pueblo venezolano
Como corolario, es preciso acotar, según J. R. Núñez Tenorio en 1990, que “la etapa de la resistencia armada contra la democracia reformista que produjo la derrota, la división y confusión de las fuerzas revolucionarias y del movimiento obrero y popular, constituye un jalón histórico de indispensable análisis para poder proyectar con conciencia el futuro de la revolución venezolana. No se puede borrar de un plumazo esta experiencia histórica -todavía latente en el corazón de los combatientes- si la posición crítica aspira ofrecer un camino acertado a las masas populares… A pesar de la derrota -que no del fracaso- nuestro pueblo y los revolucionarios debemos aprender de esta original experiencia histórica”. En este sentido, el PRV-Ruptura es una referencia obligatoria cuando se pretende consolidar un proceso revolucionario en ciernes, apenas entrevisto, pero posible, en Venezuela
Los últimos días de su vida, el camarada J.R. Núñez Tenorio los dedicó con ahínco a crear las bases orgánico-partidistas necesarias para el desarrollo ideológico de los bolivarianos venezolanos. Justipreciaba en ello el postulado leninista que establece que sin teoría revolucionaria, no hay praxis revolucionaria. La última travesura del Cardenal criollo, remueve la necesidad de reflexión ideológica por parte de los actores del proceso de cambios que vive Venezuela.
Núñez Tenorio nació en Barbacoas, estado Aragua, recibió el título de Licenciado en Filosofía en la Universidad Central de Venezuela (UCV) en 1956, obtiene el Doctorado en Filosofía en noviembre de 1975 con la tesis "Problema de la teoría y el método de la economía política marxista", editado por la UCV.
Fue profesor del Instituto Pedagógico Nacional y de las escuelas de Filosofía, Periodismo, Psicología, Educación, Historia, Economía y Biología de las facultades de Humanidades y Educación, Ciencias y Economía y Ciencias Sociales de la UCV.
Fue militante del Partido Comunista Venezolano, desde 1950. Ex-secretario nacional de la juventud comunista y ex miembro del comité central y del buró político del Partido Comunista. Estuvo detenido 5 años en la cárcel modelo, Cachipo, La Pica y cuartel San Carlos.
Participó activamente en el Congreso Cultural de Cabimas en diciembre de 1970. Anteriormente dirigió la revista SC Libre, trimestre ideológico sobre problemas de la revolución y el marxismo. La muerte lo sorprendió a la edad de 63 años.
En los últimos años contribuyó de manera decidida a conformar el movimiento Quinta República y fue forjador del polo patriótico.
Siempre en vida mantuvo la lucha constante en favor de los intereses del pueblo venezolano
Como corolario, es preciso acotar, según J. R. Núñez Tenorio en 1990, que “la etapa de la resistencia armada contra la democracia reformista que produjo la derrota, la división y confusión de las fuerzas revolucionarias y del movimiento obrero y popular, constituye un jalón histórico de indispensable análisis para poder proyectar con conciencia el futuro de la revolución venezolana. No se puede borrar de un plumazo esta experiencia histórica -todavía latente en el corazón de los combatientes- si la posición crítica aspira ofrecer un camino acertado a las masas populares… A pesar de la derrota -que no del fracaso- nuestro pueblo y los revolucionarios debemos aprender de esta original experiencia histórica”. En este sentido, el PRV-Ruptura es una referencia obligatoria cuando se pretende consolidar un proceso revolucionario en ciernes, apenas entrevisto, pero posible, en Venezuela
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