El fin de la guerra fría
Las revoluciones de 1989 en la Europa oriental habían supuesto un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1945, por otro, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo y que muchos no dudaban en denominar "imperio soviético".
La guerra fría, el enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes, por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. El fin de la guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en señalar el momento en el que la guerra fría concluyó. Veamos los principales acontecimientos diplomáticos que jalonaron los años 1989, 1990 y 1991:
Para muchos, la Cumbre de Malta entre el presidente norteamericano George Bush y Gorbachov marcó el fin de la guerra fría. Ambos líderes se reunieron en el buque Máximo Gorki fondeado en las costas de Malta el 2 y 3 de diciembre de 1989. Pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín los dos mandatarios se reunieron para comentar los vertiginosos cambios que estaba viviendo Europa y proclamaron oficialmente el inicio de una "nueva era en las relaciones internacionales" y el fin de las tensiones que habían definido a la guerra fría. Bush afirmó su intención de ayudar a que la URSS se integrara en la comunidad internacional y pidió a los hombres de negocios norteamericanos que "ayudaran a Mijaíl Gorbachov". Este proclamó solemnemente que "el mundo terminaba una época de guerra fría (...) e iniciaba un período de paz prolongada".
Otros señalan que el fin del conflicto tuvo lugar el 21 de noviembre de 1990, cuando los EE.UU., la URSS y otros treinta estados participantes en la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa firmaron la Carta de París, un documento que tenía como principal finalidad regular las relaciones internacionales tras el fin de la guerra fría. La Carta incluía un pacto de no agresión entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. El presidente Bush manifestó tras firmar el documento: "Hemos cerrado un capítulo de la historia. La guerra fría ha terminado."
Sólo dos días antes se había firmado Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa que suponía una fuerte reducción de tropas y armamento no nuclear en el continente. Tras entablar negociaciones en Viena en marzo de 1989, se llegó al acuerdo de que ambas superpotencias debían reducir sus tropas en Europa a 195.000 hombres cada una. Se partía de la presencia de 600.000 soldados soviéticos y 350.000 norteamericanos.
El 16 de enero de 1991 la coalición internacional dirigida por EE.UU. inició su ataque para desalojar a los invasores iraquíes de Kuwait. El apoyo soviético a las sanciones de la ONU que finalmente llevarían al desencadenamiento de la Guerra del Golfo fue acordado en la cumbre de Helsinki, celebrada el 9 de septiembre anterior entre Bush y Gorbachov. Este apoyo era un ejemplo palpable del fin del antagonismo y de la supremacía norteamericana.
El 1 de julio de 1991, tras las revoluciones de 1989 y en pleno proceso de descomposición del estados soviético, el "Tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua" firmado en Varsovia en 1955, el Pacto de Varsovia, desapareció. La OTAN quedaba como la única gran alianza militar en el mundo.
Finalmente, el 31 de julio de 1991, Bush y Gorbachov firmaban en Moscú el Tratado START I de reducción de armas estratégicas. Este acuerdo fue rápidamente superado al año siguiente, el 16 de junio de 1992, por la firma de Bush y el nuevo líder ruso Yeltsin del Tratado START II. Los dos antiguos contendientes acordaron importantes reducciones en sus arsenales nucleares.
En un proceso enormemente rápido la URSS y los EE.UU. pusieron fin al largo enfrentamiento que habían iniciado tras el fin de la segunda guerra mundial El orden establecido en Yalta se derrumbó ante la mirada atónita del mundo en unos pocos meses.
Fin de la Guerra Fría : La Desintegración de la URSS
La URSS hizo grandes esfuerzos por defender y consolidar el régimen comunista, pero en 1985 el país entró en una profunda crisis: el gobierno de Gorbachov planteó la necesidad de un cambio e inició una política de distensión con EEUU, a este proceso de reestructuración de la economía soviética se lo denominó perestroika.
Él y Reagan acordaron reducir la presencia de las superpotencias en Europa y moderar la competencia ideológica en el mundo entero.
Desde 1991 el gobierno abandonó el partido comunista y permite la independencia de varias repúblicas, en las cuales resurge el nacionalismo dormido por años.
La Guerra fría terminó en Europa cuando:
Las recién liberadas naciones de Europa Oriental eligieron gobiernos democráticos.
Se unificó Alemania.
Se detuvo la carrera armamentista.
La competencia ideológica cesó al ponerse en duda el comunismo.
El presidente Bush declaró la necesidad de un ‘nuevo orden mundial’ para sustituir la rivalidad de las superpotencias que había dividido el mundo y alimentado la Guerra fría.
Con la disolución de la URSS y la desaparición del bloque socialista, estos países están abriéndose al comercio con Europa y el resto del Mundo.
En muchos casos, esos países encuentran dificultades para mantener la ley del orden, puesto que en ellos han reaparecido antiguas luchas étnicas, religiosas y regionales, como ser el caso de Cheslovaquia (1994 se dividió en dos) y el de Yugoslavia; que ambos países pertenecieron al bloque socialista que dependía de la URSS.
El fin de la guerra fría y el derrumbe del “socialismo real”; no acabó con la lucha de clases ni la necesariedad del comunismo mundial, al contrario lo puso mas en evidencia y el mundo ya ha comprendido que su única salvación es el socialismo global y que eso no era un invento de los Rusos sino que es de la naturaleza del ser humano.
Por ello el Imperio no ha reducido las armas nucleares o de destrucción masiva y otro tipos de armas de gran letalidad ni ha desmontado el aparato de espionaje de los pueblos sino todo lo contrario los ha decuplicado y su inversión en ellos se ha multiplicado hasta por Cien (100), después de la guerra fría.
La desintegración de URSS constituye, probablemente, el hecho histórico de mayor trascendencia de fin de siglo.
Las revoluciones de 1989 en la Europa oriental habían supuesto un acontecimiento histórico de múltiple resonancia. Por un lado, constituyeron el derrumbe de los sistemas comunistas construidos tras 1945, por otro, significaron la pérdida de la zona de influencia que la URSS había construido tras su victoria contra el nazismo y que muchos no dudaban en denominar "imperio soviético".
La guerra fría, el enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes, por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. El fin de la guerra fría y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en señalar el momento en el que la guerra fría concluyó. Veamos los principales acontecimientos diplomáticos que jalonaron los años 1989, 1990 y 1991:
Para muchos, la Cumbre de Malta entre el presidente norteamericano George Bush y Gorbachov marcó el fin de la guerra fría. Ambos líderes se reunieron en el buque Máximo Gorki fondeado en las costas de Malta el 2 y 3 de diciembre de 1989. Pocas semanas después de la caída del Muro de Berlín los dos mandatarios se reunieron para comentar los vertiginosos cambios que estaba viviendo Europa y proclamaron oficialmente el inicio de una "nueva era en las relaciones internacionales" y el fin de las tensiones que habían definido a la guerra fría. Bush afirmó su intención de ayudar a que la URSS se integrara en la comunidad internacional y pidió a los hombres de negocios norteamericanos que "ayudaran a Mijaíl Gorbachov". Este proclamó solemnemente que "el mundo terminaba una época de guerra fría (...) e iniciaba un período de paz prolongada".
Otros señalan que el fin del conflicto tuvo lugar el 21 de noviembre de 1990, cuando los EE.UU., la URSS y otros treinta estados participantes en la Conferencia para la Seguridad y la Cooperación en Europa firmaron la Carta de París, un documento que tenía como principal finalidad regular las relaciones internacionales tras el fin de la guerra fría. La Carta incluía un pacto de no agresión entre la OTAN y el Pacto de Varsovia. El presidente Bush manifestó tras firmar el documento: "Hemos cerrado un capítulo de la historia. La guerra fría ha terminado."
Sólo dos días antes se había firmado Tratado sobre Fuerzas Convencionales en Europa que suponía una fuerte reducción de tropas y armamento no nuclear en el continente. Tras entablar negociaciones en Viena en marzo de 1989, se llegó al acuerdo de que ambas superpotencias debían reducir sus tropas en Europa a 195.000 hombres cada una. Se partía de la presencia de 600.000 soldados soviéticos y 350.000 norteamericanos.
El 16 de enero de 1991 la coalición internacional dirigida por EE.UU. inició su ataque para desalojar a los invasores iraquíes de Kuwait. El apoyo soviético a las sanciones de la ONU que finalmente llevarían al desencadenamiento de la Guerra del Golfo fue acordado en la cumbre de Helsinki, celebrada el 9 de septiembre anterior entre Bush y Gorbachov. Este apoyo era un ejemplo palpable del fin del antagonismo y de la supremacía norteamericana.
El 1 de julio de 1991, tras las revoluciones de 1989 y en pleno proceso de descomposición del estados soviético, el "Tratado de amistad, cooperación y asistencia mutua" firmado en Varsovia en 1955, el Pacto de Varsovia, desapareció. La OTAN quedaba como la única gran alianza militar en el mundo.
Finalmente, el 31 de julio de 1991, Bush y Gorbachov firmaban en Moscú el Tratado START I de reducción de armas estratégicas. Este acuerdo fue rápidamente superado al año siguiente, el 16 de junio de 1992, por la firma de Bush y el nuevo líder ruso Yeltsin del Tratado START II. Los dos antiguos contendientes acordaron importantes reducciones en sus arsenales nucleares.
En un proceso enormemente rápido la URSS y los EE.UU. pusieron fin al largo enfrentamiento que habían iniciado tras el fin de la segunda guerra mundial El orden establecido en Yalta se derrumbó ante la mirada atónita del mundo en unos pocos meses.
Fin de la Guerra Fría : La Desintegración de la URSS
La URSS hizo grandes esfuerzos por defender y consolidar el régimen comunista, pero en 1985 el país entró en una profunda crisis: el gobierno de Gorbachov planteó la necesidad de un cambio e inició una política de distensión con EEUU, a este proceso de reestructuración de la economía soviética se lo denominó perestroika.
Él y Reagan acordaron reducir la presencia de las superpotencias en Europa y moderar la competencia ideológica en el mundo entero.
Desde 1991 el gobierno abandonó el partido comunista y permite la independencia de varias repúblicas, en las cuales resurge el nacionalismo dormido por años.
La Guerra fría terminó en Europa cuando:
Las recién liberadas naciones de Europa Oriental eligieron gobiernos democráticos.
Se unificó Alemania.
Se detuvo la carrera armamentista.
La competencia ideológica cesó al ponerse en duda el comunismo.
El presidente Bush declaró la necesidad de un ‘nuevo orden mundial’ para sustituir la rivalidad de las superpotencias que había dividido el mundo y alimentado la Guerra fría.
Con la disolución de la URSS y la desaparición del bloque socialista, estos países están abriéndose al comercio con Europa y el resto del Mundo.
En muchos casos, esos países encuentran dificultades para mantener la ley del orden, puesto que en ellos han reaparecido antiguas luchas étnicas, religiosas y regionales, como ser el caso de Cheslovaquia (1994 se dividió en dos) y el de Yugoslavia; que ambos países pertenecieron al bloque socialista que dependía de la URSS.
El fin de la guerra fría y el derrumbe del “socialismo real”; no acabó con la lucha de clases ni la necesariedad del comunismo mundial, al contrario lo puso mas en evidencia y el mundo ya ha comprendido que su única salvación es el socialismo global y que eso no era un invento de los Rusos sino que es de la naturaleza del ser humano.
Por ello el Imperio no ha reducido las armas nucleares o de destrucción masiva y otro tipos de armas de gran letalidad ni ha desmontado el aparato de espionaje de los pueblos sino todo lo contrario los ha decuplicado y su inversión en ellos se ha multiplicado hasta por Cien (100), después de la guerra fría.
La desintegración de URSS constituye, probablemente, el hecho histórico de mayor trascendencia de fin de siglo.
Sin embargo, la culminación de la Guerra Fría no trajo consigo un cambio sustantivo en la política de Seguridad y Defensa de los Estados Unidos. Por el contrario, para los Estados Unidos continúa siendo un imperativo conservar su liderazgo en un marco de abierta competencia con sus adversarios económicos. Un personaje tan relevante en la actual política norteamericana como Paul Wolfowitz redactó un documento en 1992, denominado Proyecto para un Nuevo Siglo Americano, cuando era Subsecretario de Defensa.
El documento veía a los Estados Unidos como un coloso que se alzara sobre el mundo, imponiendo su voluntad y manteniendo la paz mundial mediante el poder militar y económico. Este documento tras el 11 de septiembre se convirtió en la política oficial del gobierno de George W. Bush y pretende señalar el nacimiento oficial de los Estados Unidos como imperio mundial de pleno derecho, poseedor único de la responsabilidad y la autoridad como policía planetario.
El enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. La URSS hizo muchos esfuerzos por mantener el régimen comunista, pero en 1985 el país no pudo evitar entrar en una profunda crisis, donde el gobierno planteó la necesidad de un cambio de política hacia la distensión con EEUU.
El enfrentamiento que había marcado las relaciones internacionales desde el fin de la segunda guerra mundial, va a terminar de una forma que nadie se hubiera atrevido a pronosticar unos años antes por el derrumbe y desintegración de uno de los contendientes. La URSS hizo muchos esfuerzos por mantener el régimen comunista, pero en 1985 el país no pudo evitar entrar en una profunda crisis, donde el gobierno planteó la necesidad de un cambio de política hacia la distensión con EEUU.
A este proceso de reestructuración de la economía soviética se le denominó Perestroika.
El fin de la “guerra fría” y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo. Pero a pesar del gran caos postguerra existe la ilusión que todo cambiará. Los más optimistas confían en que después de tanto desastre los gobiernos buscarán fórmulas para que la aberración de la guerra no exista nunca más. La apertura inter países y la teoría de la globalización que pretende borrar todo tipo de fronteras entre las naciones es la gran esperanza y todos confían en que no solo se evitarán las guerras, sino que desaparecerán los muros de la verguenza, se distenderán los diálogos belicosos y el terrorismo rebajará su diapasón.
El fin de la “guerra fría” y la desaparición de la Unión Soviética son dos fenómenos paralelos que cambiarán radicalmente el mundo. Pero a pesar del gran caos postguerra existe la ilusión que todo cambiará. Los más optimistas confían en que después de tanto desastre los gobiernos buscarán fórmulas para que la aberración de la guerra no exista nunca más. La apertura inter países y la teoría de la globalización que pretende borrar todo tipo de fronteras entre las naciones es la gran esperanza y todos confían en que no solo se evitarán las guerras, sino que desaparecerán los muros de la verguenza, se distenderán los diálogos belicosos y el terrorismo rebajará su diapasón.
La promesa de un mundo nuevo, más fraterno y solidario es el pronóstico que la humanidad espera para el tercer Milenio.
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