Asesinos en la calle
Marciano, en la edición correspondiente al pasado jueves 10, en el Diario VEA se refiere con asombro a que las autoridades no han asumido la investigación de los hechos criminales de los cuales tuvo conocimiento y participación el ex funcionario de los servicios de inteligencia de Colombia, Rafael García, según sus recientes declaraciones en la conocida revista “Semana”, de Bogotá.
Rafael García no era un agente cualquiera. Se trata nada menos de quien fuera director de informática del DAS, el tenebroso departamento encargado de dirigir la represión política “anti subversiva”, al mando directo del Presidente de la República de Colombia.
De acuerdo a lo publicado en “Semana”, García fue acusado de lavado de dinero en combinación con “Jorge 40”, uno de los más destacados jefes de las bandas paramilitares. El destino del dinero era financiar actividades delictivas en varios países, entre ellos Venezuela.
Pero, además, García declaró que los más altos funcionarios del DAS estaban comprometidos en operaciones de alta monta, incluyendo el asesinato del presidente Chávez. Una de estas operaciones fue aquélla en la cual fueron capturados más de un centenar de paramilitares colombianos en la finca “Daktari”, cuyo propietario es un hermano de la actriz María Conchita Alonso.
Marciano expresa su sorpresa porque tales informaciones no han merecido el inicio de una investigación por parte de las autoridades venezolanas. Se trata de un complot para asesinar al Presidente de la República. Hay pruebas suficientes para abrir un proceso. Rafael García confirmó los hechos en declaraciones a la prensa y TV. Los asesinos andan en la calle. El ex jefe de Informática del DAS ha citado nombres y fechas. Presuntamente hay personajes venezolanos implicados.
Que las autoridades colombianas se hagan las indiferentes, es natural porque es evidente la participación de altos funcionarios del Gobierno de Bogotá, pero no corresponde a las autoridades venezolanas asumir la misma actitud.
Marciano, en la edición correspondiente al pasado jueves 10, en el Diario VEA se refiere con asombro a que las autoridades no han asumido la investigación de los hechos criminales de los cuales tuvo conocimiento y participación el ex funcionario de los servicios de inteligencia de Colombia, Rafael García, según sus recientes declaraciones en la conocida revista “Semana”, de Bogotá.
Rafael García no era un agente cualquiera. Se trata nada menos de quien fuera director de informática del DAS, el tenebroso departamento encargado de dirigir la represión política “anti subversiva”, al mando directo del Presidente de la República de Colombia.
De acuerdo a lo publicado en “Semana”, García fue acusado de lavado de dinero en combinación con “Jorge 40”, uno de los más destacados jefes de las bandas paramilitares. El destino del dinero era financiar actividades delictivas en varios países, entre ellos Venezuela.
Pero, además, García declaró que los más altos funcionarios del DAS estaban comprometidos en operaciones de alta monta, incluyendo el asesinato del presidente Chávez. Una de estas operaciones fue aquélla en la cual fueron capturados más de un centenar de paramilitares colombianos en la finca “Daktari”, cuyo propietario es un hermano de la actriz María Conchita Alonso.
Marciano expresa su sorpresa porque tales informaciones no han merecido el inicio de una investigación por parte de las autoridades venezolanas. Se trata de un complot para asesinar al Presidente de la República. Hay pruebas suficientes para abrir un proceso. Rafael García confirmó los hechos en declaraciones a la prensa y TV. Los asesinos andan en la calle. El ex jefe de Informática del DAS ha citado nombres y fechas. Presuntamente hay personajes venezolanos implicados.
Que las autoridades colombianas se hagan las indiferentes, es natural porque es evidente la participación de altos funcionarios del Gobierno de Bogotá, pero no corresponde a las autoridades venezolanas asumir la misma actitud.
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