El negrito Freddy
Humberto Márquez
Conocí a Rafael Uzcátegui a quien mi hermano, el poeta y abogado Álvaro Montero(+) le decía afectuosamente "El negrito Freddy", por allá por los 70, cuando era encargado de la librería Lea de Barquisimeto de Álvaro y Miriam. Luego nos tocó visitarlo en el Cuartel San Carlos, cuando una de nuestras principales tareas, era apoyar nuestros presos políticos y acompañar a Alvarito a beber en Sabana Grande cuando venía a Caracas a defenderlos.
Humberto Márquez
Conocí a Rafael Uzcátegui a quien mi hermano, el poeta y abogado Álvaro Montero(+) le decía afectuosamente "El negrito Freddy", por allá por los 70, cuando era encargado de la librería Lea de Barquisimeto de Álvaro y Miriam. Luego nos tocó visitarlo en el Cuartel San Carlos, cuando una de nuestras principales tareas, era apoyar nuestros presos políticos y acompañar a Alvarito a beber en Sabana Grande cuando venía a Caracas a defenderlos.
Desde entonces y hasta ahora siento gran admiración y amistad por este combatiente que está cumpliendo 50 años de luchas revolucionarias porque no conforme con echar sus plomazos aquí, estuvo peleando en Nicaragua y El Salvador.
Freddy fue Diputado y vice presidente de la Constituyente, pero esos honores burocráticos no tienen comparación con más de un acto heroico en el que se vio involucrado.
Freddy fue Diputado y vice presidente de la Constituyente, pero esos honores burocráticos no tienen comparación con más de un acto heroico en el que se vio involucrado.
El más recordado, que le trajo como consecuencia otro carcelazo, fue al ser capturado en una operación de protección a Douglas Bravo y Sergio Briceño, no en vano era jefe de seguridad de Douglas, y le tocó batirse a tiro limpio con granada incluida, en El Marqués donde vivía Sergio. Otro episodio heroico, fue tal vez su bautizo de fuego a muy temprana edad, cuando le tocó batirse en Ruperto Lugo, al fallarle la metralleta Madsen a Félix Escobar, al fragor de un allanamiento.
Todo esto a propósito del libro 50 años de vida revolucionaria.
Todo esto a propósito del libro 50 años de vida revolucionaria.
La vida de Rafael Uzcátegui, escrito por el periodista Alexis Rosas y que presentará su prologuista Tito Núñez, este viernes 25 en el Hotel Alba. El libro está muy bien redactado como todos los libros de Rosas, aunque más en el estilo de la Venezuela heroica de Eduardo Blanco, sin que esto pretenda desmeritar el excelente trabajo de mostrar a este héroe de la revolución. Y ahí va una pequeña crítica, creo que faltó esa sensación de mostrarnos al héroe bien cercano, de carne y hueso, y no a los héroes mitológicos aquellos.
Sin embargo, es un libro que recomiendo, aunque yo hubiese preferido una gran entrevista como esas que sabe hacer Alexis, sin edulcoramientos bucólicos como “El sol daba sobre el mar brillante como gema…” y sin tanta interferencia histórica, de las que uno sabe, si son intervenciones del autor o del personaje.
Mención especial al prólogo de mi otro hermano Tito, quien nos hace sentir cochina envidia de aquellas noches bohemias con Bayardo, Garmendia, Contramaestre, Palomares, Pepe Barroeta, Álvaro, Luis Cornejo, El Chino Valera, el Catire Hernández y por supuesto el negrito Freddy.
Mención especial al prólogo de mi otro hermano Tito, quien nos hace sentir cochina envidia de aquellas noches bohemias con Bayardo, Garmendia, Contramaestre, Palomares, Pepe Barroeta, Álvaro, Luis Cornejo, El Chino Valera, el Catire Hernández y por supuesto el negrito Freddy.
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