viernes, 7 de agosto de 2009

LA HORA DEL PUEBLO COLOMBIANO

LA HORA DEL PUEBLO COLOMBIANO...
Luis Alberto Toro Ojeda
El comandante presidente Chávez de manera contundente desmontó ante la prensa internacional el montaje del gobierno colombiano en torno al cacareado tema de los lanzacohetes. La contundencia de los documentos expuestos y la exhibición de los Lanza Cohetes demuestran los niveles de descomposición del estado colombiano y explica el porqué ese gobierno títere, sin ninguna resistencia se entrega a los brazos del imperio. Hace algún tiempo escribimos en relación a este tema, nos referimos a Uribe y "los fantasmas del pasado" que lo acosan, lo cual lo hacen presa fácil del chantaje imperial. Cualquier otro político que se digne de serlo hubiera expresado algún rechazo a la forma grosera como los gringos vienen llevando a cabo su intervención en Colombia, o mejor dicho, su ocupación al territorio colombiano. Asimismo el comandante presidente manifestó su dolor por la situación del hermano país, no es para menos, sobre todo para un bolivariano como Chávez, sentir dolor que parte de la gran Colombia, la patria creada por el libertador se encuentre hoy ocupada y con perspectiva de arreciar esa ocupación por parte de la bota norteña. No solo se trata del momento y las circunstancias actuales, se trata más allá de la carga histórica que representa esta situación para las ideas libertarias de Simón Bolívar, el padre de la patria, por tal motivo no se puede ser indiferente a lo que ocurre en Colombia hoy, para ningún país bolivariano, y mucho menos para quien comparte la ideología libertaria de Bolívar.
Colombia se convierte entonces en "la punta de lanza" del imperio para desplegar la Doctrina Monroe del siglo XXI y su tesis de "América para los norteamericanos", retumba en valles y montañas la frase de Bolívar "los Estados Unidos están condenados por la providencia a plagar de hambre y miseria a la América toda en nombre de la libertad". En nombre de una supuesta lucha contra el narcotráfico se instala el plan Colombia, en nombre de "la lucha por la libertad y contra el terrorismo" se pretende instalar siete bases gringas en la hermana república. Ya conocemos los resultados de las bases estadounidenses en cualquier parte del mundo, Colombia no será la excepción. El imperio se mueve con fuerza, apuesta duro en contra de los procesos de liberación e independencia que se desarrollan en distintos países de América Latina y se coloca en el epicentro de toda esta revolución de pueblos, es decir, en las fronteras de Venezuela, la amenaza asesina.
El pueblo colombiano que durante más de seis décadas es víctima de altos niveles de violencia que genera situaciones como los desplazados, el arrase de pueblos enteros, el asesinato, el paramilitarismo-narcotraficante y cualquier otra situación de violencia, debe tener plena conciencia que la instalación de estas bases gringas no harán otra cosa sino recrudecer la violencia, incrementarla y llevarla a niveles de locura dado el perfil de desesperación del imperialismo y esta etapa de profunda descomposición del sistema capitalista mundial que arrasa con todo tipo de lógica humana y contradice cualquier tipo elemental de convivencia entre iguales. De Uribe no podemos esperar más que lo que podríamos esperar de un títere entregado por completo al imperio, pero de donde si esperamos bastante es del noble pueblo colombiano; ese mismo pueblo que ha soportado por décadas la violencia más cruel de una oligarquía cada vez más fascista y fundamentalista que hace apología del sionismo israelí, o por lo menos, hace un acercamiento que incluye cooperación militar del estado forajido israelí que no deja de generar suspicacia en el trasfondo estratégico del imperialismo, usar a Colombia con las mismas características que Israel en el medio oriente. ¿Qué papel puede llevar a cabo Colombia luego de estar plenamente instaladas las bases militares gringas en su territorio? La invasión a Ecuador nos da una idea, las simpatías mostradas por Uribe a Micheletti nos da otra idea, la existencia de "Contratistas" en territorio colombiano, la siembra de paramilitares en Caracas para asesinar al presidente, o en el peor de los casos generar confusión y crear el caos, en fin, la actuación impune de un estado que no respetará nada en absoluto y que obedecerá ciegamente al diseño estratégico de un imperialismo que desesperadamente busca capturar las fuentes de energía de nuestros países para sostener un sistema que se derrumba y solo se mantiene con negocios ilegales tales como el narcotráfico, hacia allá estará dirigida la tendencia de este ensayo en Colombia.
En un escenario de esta naturaleza se debe “prenden las alarmas" de todo ser de buena voluntad que quiera a su país, que se respete a sí mismo. El caso colombiano no solo afecta al pueblo llano, es el más afectado ciertamente, también afecta a los empresarios de esa nación, a los profesionales, a la clase media, a todos. Se tratará de un país sitiado por un ejército que demuestra en cada invasión su carácter asesino y que llega a Colombia con la más completa y absoluta impunidad a ejecutar los crímenes que le venga en gana con la más completa y absoluta impunidad. Ya el plan Colombia deja las huellas de cualquier tipo de fechorías ejecutadas por los militares gringos; violaciones a mujeres, tráfico de drogas, prostitución y todo tipo de violación a los derechos humanos bajo la égida de "la seguridad democrática", esperpento teórico de Uribe, en realidad no es Uribe, es el imperio actuando con la mayor impunidad, ahora desesperado ante el avance indetenible de los procesos de liberación de nuestros pueblos.
¿Algún ingenuo podría tener dudas del incremento de todos estos males con las bases militares de EEUU en Colombia? ¿Algún gobierno de Latinoamérica podrá tener duda de "la espada de Damocles" que le colocan en sus cabezas? Los golpes de estado estarán a la orden del día, las agresiones militares, el incremento de la violencia, el agravio al pueblo en todas las formas y modalidades.
Dicho escenario invita fundamentalmente a los colombianos a unirse en amplios frentes para detener la locura que significa la actual política de Uribe; es vital que todos los movimientos sociales colombianos, organizaciones populares, empresariales, gremiales, etcétera se unan en torno a un solo objetivo: Detener la invasión y ocupación. Los empresarios seguramente piensan que con el TLC sacarán mayor provecho, no dudamos que un pequeño grupo, el grupo elegido por los invasores se hará mucho más rico, pero ¿Están todos los empresarios colombianos dentro de esos elegidos? Los norteamericanos no invierten un dólar sin tener proyectado ganar diez, eso nos puede dar una idea de la cruda realidad. Por otra parte, el desequilibrio regional afectará un conjunto de cosas en donde la economía no escapa a esta afectación, esos son escenarios que deben tomar en cuenta incluso amplios sectores económicos de la hermana república. El imperio, con la cabeza de playa que representa Colombia, en primer término intentará golpear los países como Ecuador y Venezuela, primordialmente esta última, sin embargo saben que en la patria de Bolívar no tienen las cosas papaya, por esta razón es deducible que busque los flancos más débiles, teniendo como centro de operaciones a Colombia, con un gobierno que no tiene escrúpulos a la hora de invadir otro país hermano, conspirar contra cualquier vecino, el narco-estado colombiano estará presto a las órdenes de los gringos, la violencia se generará y el verdadero trasfondo es evitar a toda costa que nos unamos para ser fuertes. El pueblo colombiano debe tener absoluta conciencia de esta realidad, los pueblos latinoamericanos, colocando en primera fila a Venezuela, dará la batalla con dignidad y determinación...como lo dice el comandante Chávez "estamos dispuestos a darle el petróleo al mundo, pero si es por la fuerza, nuestro petróleo no será de nadie". Tanto la oligarquía colombiana como la nuestra y los imperialistas, analizando las cosas bajo el cristal de la prepotencia y la arrogancia, subestiman al pueblo, subestiman nuestra fuerza armada, subestiman el crecimiento espiritual del pueblo de Bolívar...¡No se equivoquen!.
Hablábamos anteriormente de la carga histórica, algunos filósofos señalan que "la historia es una noria"; el juramento del Monte Sacro del padre libertador, la guerra de independencia y la derrota definitiva del imperio español comienzan por estos lares. Luego la división y la traición, la doctrina Monroe, nos sumió a otro imperio. Los imperialistas de hoy dirán que tienen la mayor tecnología militar del planeta, es cierto; que tienen el mayor poder de fuego destructivo de la historia de la humanidad, y también es cierto; que tienen la bomba atómica y tienen razón, no obstante, estos pueblos tienen en su sangre, en sus genes, en sus huesos, en sus vísceras nada más y nada menos que la herencia de Bolívar. La revolución bolivariana decidió transitar el sendero de la paz, con todo y lo contradictorio que esto pudiera significar, los pueblos de Latinoamérica han decidido seguir el camino de la no violencia; igual en 1811 ninguno de los patriotas concebía la guerra como opción, sin embargo, la prepotencia del imperio cometió el grave error de subestimarnos y lo que obtuvo fue la derrota más avasallante que imperio alguno haya sufrido por un ejército que en buena parte de la guerra anduvo prácticamente descalzo...los imperialistas ya saben el resultado...¡No se equivoquen!.

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