Venezuela no se arma contra Colombia, sino contra EE.UU
El líder cubano Fidel Castro afirma hoy en un artículo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, no se arma contra Colombia, sino “contra el imperio” estadounidense, y por otro lado presagia que los obreros serán reemplazados en el mundo desarrollado por robots obedientes que no hacen huelga.
“No se arma Venezuela contra el pueblo hermano de Colombia, se arma contra el imperio, que intentó derrocarlo ya y hoy pretende instalar en las proximidades de la frontera venezolana sus armas sofisticadas”, dice el artículo, titulado “Siete puñales en el corazón de América” y divulgado por medios oficiales.
Agrega que “sería un error grave pensar que la amenaza es solo contra Venezuela; va dirigida a todos los países del Sur del continente”.
Según Castro, “la experiencia histórica, el destino manifiesto proclamado y aplicado por Estados Unidos, y la endeblez de las acusaciones contra Venezuela de suministrar armas” a la guerrilla de Colombia, más las gestiones para instalar bases norteamericanas allí, “obligan ineludiblemente a Venezuela a invertir en armas”.
La nueva “Reflexión” sostiene que “los pueblos que habitan el planeta, en todas partes, corren riesgos económicos, ambientales y bélicos, derivados de la política de Estados Unidos, pero en ninguna otra región de la tierra se ven amenazados por tan graves problemas como sus vecinos” de América.
Añade que “la presencia de tan poderoso imperio, que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados (…) cuyo Gobierno reclama para ellos impunidad absoluta, constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier Gobierno”.
Por otra parte, dice que “cualquiera puede comprender que si los autómatas pueden sustituir a los pilotos de combate, también pueden sustituir a los obreros en muchas fábricas”.
“Los acuerdos de libre comercio que el imperio trata de imponer a los países de este hemisferio implican que sus trabajadores tendrán que competir con la tecnología avanzada y los robots de la industria yanki. Los robots -prosigue- no hacen huelgas, son obedientes y disciplinados”.
“Hemos visto por la televisión máquinas que recogen las manzanas y otras frutas. La pregunta cabe hacerla también a los trabajadores norteamericanos ¿Dónde estarán los puestos de trabajo?”, añade Fidel Castro, que no aparece en público por enfermedad desde 2006.
Los trabajadores del mundo desarrollado “experimentan ahora el temor de que la sociedad opulenta y consumista sea inundada de latinos pobres, indios, negros y mulatos o blancos sin empleo en sus propios países”.
“Devuelven a todos los que cometen faltas o sobran. Los matan muchas veces antes de entrar, o los retornan como rebaños cuando no los necesitan; 12 millones de inmigrantes latinoamericanos o caribeños son ilegales en Estados Unidos”, afirma la “Reflexión”.
“Lo más increíble todavía -continúa- es que apenas circula por el mundo la noticia de una guerra que cuesta en este momento miles de vidas por año. Han muerto ya, en el 2009, más mexicanos que los soldados norteamericanos que murieron en la guerra de (el anterior presidente estadounidense, George W.) Bush contra Irak a lo largo de toda su Administración”.
Según Castro, “la guerra en México ha sido desatada a causa del mayor mercado de drogas que existe en el mundo: el de Estados Unidos. Pero dentro de su territorio no existe una guerra entre la policía y las fuerzas armadas (…) contra los narcotraficantes. La guerra ha sido exportada a México y Centroamérica”.
El líder cubano Fidel Castro afirma hoy en un artículo que el presidente venezolano, Hugo Chávez, no se arma contra Colombia, sino “contra el imperio” estadounidense, y por otro lado presagia que los obreros serán reemplazados en el mundo desarrollado por robots obedientes que no hacen huelga.
“No se arma Venezuela contra el pueblo hermano de Colombia, se arma contra el imperio, que intentó derrocarlo ya y hoy pretende instalar en las proximidades de la frontera venezolana sus armas sofisticadas”, dice el artículo, titulado “Siete puñales en el corazón de América” y divulgado por medios oficiales.
Agrega que “sería un error grave pensar que la amenaza es solo contra Venezuela; va dirigida a todos los países del Sur del continente”.
Según Castro, “la experiencia histórica, el destino manifiesto proclamado y aplicado por Estados Unidos, y la endeblez de las acusaciones contra Venezuela de suministrar armas” a la guerrilla de Colombia, más las gestiones para instalar bases norteamericanas allí, “obligan ineludiblemente a Venezuela a invertir en armas”.
La nueva “Reflexión” sostiene que “los pueblos que habitan el planeta, en todas partes, corren riesgos económicos, ambientales y bélicos, derivados de la política de Estados Unidos, pero en ninguna otra región de la tierra se ven amenazados por tan graves problemas como sus vecinos” de América.
Añade que “la presencia de tan poderoso imperio, que en todos los continentes y océanos dispone de bases militares, portaaviones y submarinos nucleares, buques de guerra modernos y aviones de combate sofisticados (…) cuyo Gobierno reclama para ellos impunidad absoluta, constituye el más importante dolor de cabeza de cualquier Gobierno”.
Por otra parte, dice que “cualquiera puede comprender que si los autómatas pueden sustituir a los pilotos de combate, también pueden sustituir a los obreros en muchas fábricas”.
“Los acuerdos de libre comercio que el imperio trata de imponer a los países de este hemisferio implican que sus trabajadores tendrán que competir con la tecnología avanzada y los robots de la industria yanki. Los robots -prosigue- no hacen huelgas, son obedientes y disciplinados”.
“Hemos visto por la televisión máquinas que recogen las manzanas y otras frutas. La pregunta cabe hacerla también a los trabajadores norteamericanos ¿Dónde estarán los puestos de trabajo?”, añade Fidel Castro, que no aparece en público por enfermedad desde 2006.
Los trabajadores del mundo desarrollado “experimentan ahora el temor de que la sociedad opulenta y consumista sea inundada de latinos pobres, indios, negros y mulatos o blancos sin empleo en sus propios países”.
“Devuelven a todos los que cometen faltas o sobran. Los matan muchas veces antes de entrar, o los retornan como rebaños cuando no los necesitan; 12 millones de inmigrantes latinoamericanos o caribeños son ilegales en Estados Unidos”, afirma la “Reflexión”.
“Lo más increíble todavía -continúa- es que apenas circula por el mundo la noticia de una guerra que cuesta en este momento miles de vidas por año. Han muerto ya, en el 2009, más mexicanos que los soldados norteamericanos que murieron en la guerra de (el anterior presidente estadounidense, George W.) Bush contra Irak a lo largo de toda su Administración”.
Según Castro, “la guerra en México ha sido desatada a causa del mayor mercado de drogas que existe en el mundo: el de Estados Unidos. Pero dentro de su territorio no existe una guerra entre la policía y las fuerzas armadas (…) contra los narcotraficantes. La guerra ha sido exportada a México y Centroamérica”.
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