domingo, 28 de junio de 2009

MI HERMANA LA CHICHA

Mi Hermana La Chicha
Yldefonso Finol
Hoy a las cinco y treinta de la tarde terminaron de operar a mi hermana Josefina, cariñosamente conocida entre nosotros como La Chicha, de un macro adenoma cerebral. El tumor había alcanzado un tamaño peligrosamente grande y llegó a causar daños irreversibles al sentido de la vista por la fuerte presión que ejerció sobre el nervio óptico.
El doctor que la intervino en la Clínica Falcón de Maracaibo, Jairo Carbonó, nos informó que la operación fue exitosa, a pesar que el tumor estaba más grande de lo previsto en los exámenes. Que se trataba de un cuerpo quístico que, por supuesto, sería sometido a biopsia.
Mi hermana La Chicha es una mujer valiente y mucho más fuerte de lo que aparenta su pequeña fisonomía.
Todo en su vida ha sido una lucha. Superar el trauma asmático, criar sola sus tres hijos, trabajar en duras condiciones como humilde educadora de este país, graduarse siendo madre y padre, esperar varios años sin cobrar dando clases puntuales en zona rural a más de una hora de su residencia. Es La Chicha, mi hermanita, trabajadora y digna como la mayoría de las mujeres de este país.
Los oftalmólogos que la vieron al comienzo de su enfermedad le sacaron el dinero que pudieron y no fueron al fondo del asunto.
Cuando se detectó la verdadera causa de su padecimiento, asombro familiar aparte, nos sobrevino el dolor y la impotencia por carecer de los recursos económicos para intervenirla.
Papel especial pasó a jugar nuestra Tía Lupita, quien, tal vez por conocer muy de cerca la aridez de nuestra condición de huérfanos maternos, se tomó el asunto a pecho, en todo el sentido de la palabra.
Nosotros somos una familia CHAVISTA DE CORAZÓN. Desde la defensa radical en el chinchorro de obrero retirado de Papá hasta mis artículos semanales en Panorama, todo lo hacemos sin contraprestación alguna. Somos pobres y no disfrutamos privilegios del poder. Al contrario, vivimos en la raya, como la mayoría del pueblo. Creemos en Chávez, somos antiimperialistas raigales y nos reafirmamos diariamente en la convicción de la pertinencia de esta Revolución.
Mi hermano menor renunció a PDVSA asqueado por tanta corrupción y desatinos. Él fue uno de esos héroes anónimos que se fajó en "El Paro". El mayor de nosotros, montó quincalla en su casa y es más chavista que todos los jalabolas que rodean al presidente. Yo, quizá el que menos aporto, ando en esto de la Revolución desde hace ya 36 añitos. Por esos caminos revolucionarios "pre-chavistas" nos vino el moralizante gesto de la solidaridad.
Digo esto, porque nos tocó, en esta hora amarga, pasar por las "horcas caudinas" de El Coromoto y El Universitario. Odisea en los desiertos de la ética socialista.
También nos tocó, amargamente, constatar una vez más, que en el Zulia, no es que haya un "chavismo sin Chávez"; es que hay un "chavismo sin corazón".
Patria, Socialismo o Muerte,
Venceremos.
"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.

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