
Al estallar la sublevación fascista, Modesto participó, al frente de improvisadas milicias obreras, en el asalto a Carabanchel y al cuartel de La Montaña, en Madrid. En enero de 1937 el Quinto Regimiento, que ya contaba con 70.000 efectivos, fue incorporado a los componentes regulares del Ejército de la República como una manera de reforzar la unidad de mando y la disciplina. Modesto fue elevado al grado de general. El poeta popular madrileño José Herrera Petere cantó al Quinto Regimiento:
Filas de obreros se instruyen, filas y filas de acero, a falta de los fusiles al hombro llevan maderos.
A falta de bayonetas, brazos y puños de hierro… batallones los de Thaelmann, batallones los de Acero.
Vuestra sangre corrió unida, por el Quinto Regimiento. ¡Gran Regimiento de España, Gran Regimiento del pueblo!
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