viernes, 19 de septiembre de 2008

William Izarra: Nueva cara de la Revolución

Cinco elementos inciden en la generación de la nueva coyuntura que modifica la situación política que venía desarrollándose desde inicios de este año.
Elementos determinantes para estimular la aceleración del proceso de cambio y tomar de manera cierta y sin vacilaciones la ruta del Socialismo del Siglo XXI.
Me refiero a:
(1) la comprobación del intento de golpe de Estado;
(i2) la revisión y paralización de la relaciones políticas y diplomáticas con EE.UU;
(3) la demostración de la fuerza popular que respalda a la revolución;
(4) la velocidad de la movilización del pueblo organizado; y,
(5) la conciencia puesta de manifiesto por la Fuerza Armada Bolivariana. A estos elementos los calificaré, para efectos de los análisis didácticos que debemos exponer al colectivo nacional, factores intervinientes.
La caída que produjo el 2D en la curva ascendente de avance de la Revolución, se comienza a recuperar como consecuencia de estos factores intervinientes. Hecho que nos lleva a sostener que si sabemos orientar su significado por la vía del análisis, la enseñanza y la investigación; y demostrar además la fortaleza de la fuerza social del Proceso Revolucionario, digo si lo hacemos con dominio conceptual teórico-práctico, la coyuntura del 23/11 verá sus resultados en dos fundamentales direcciones: (a) obtener la victoria aplastante sobe las fuerzas contrarrevolucionarias, y (b) fraguar el momento que marca el punto de la nueva aceleración que va a producir la intencionalidad consciente del cambio estructural.
Los factores intervinientes, éstos incubados el 11/09, le dan marcha libre a la energía morfogenética del revolucionario; es decir, a esa fuerza integral del individuo que une razón, alma y corazón para vencer todas las resistencias y adversidades que se opongan a la revolución. Como consecuencia de su aparición espontánea, los factores intervinientes viabilizan la dirección que debe tomar el Proceso a partir del 23/11, que será definitivamente de ocupación de espacios por parte de acciones estructuralmente socialistas. Cito entonces, como una aproximación a lo que será la nueva cara de la Revolución después de las elecciones regionales, tres áreas de acción que debemos tomar como indispensables para solidificar y profundizar el Proceso Revolucionario.
Me refiero a: (a) la conversión de las Alcaldías -reformistas hoy en día- en vocerías populares del municipio, cuya razón existencial será principalmente: (b) el fomento de la organización de la comunas socialistas, (c) la preparación de las comunidades y sus consejos comunales para la práctica del autogobierno, y (d) la formación técnico-científica de los miembros de las comunas para el desarrollo de nuevas tecnologías y su dominio; (1) la implantación de programas culturales que rompan con la alienación del consumo y se orienten a internalizar hábitos, valores y costumbres bajo la interpretación socialista del mundo y la vida. Esto pasa por elevar la importancia de los medios alternativos y apoyar su acción suministrándole la logística que hoy en día se destina a los medios contrarrevolucionarios; (2) profundizar la conciencia del significado de las relaciones de producción socialistas por la vía de la formación ideológica.
Partimos que solo la conciencia puede determinar el nuevo rol de la producción en las comunas y en la nueva sociedad socialista del futuro inmediato. El nuevo rostro de la Revolución lo tiene el poder popular. Los factores intervinientes son su consecuencia.
William E. Izarra

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