Un Grano de Maíz
Zonas socialistas, zonas chavistas
Por: Antonio Aponte
El ataque final contra la Revolución Bolivariana ya fue decretado por la administración Obama. Quedaron atrás las ilusiones de los cándidos. Al avanzar la Revolución las definiciones se profundizaron, ahora sabemos con quién y hasta dónde cuenta la causa socialista.
El objetivo principal del imperio es el Comandante, saben que sin él la Revolución será irremediablemente derrotada. El deber de la Revolución es defenderlo.
Aquí surge una pregunta: ¿Cómo defender a Chávez?
La respuesta es una sola: ¡Defendiendo al Socialismo, impulsándolo
Los dos, Chávez y el Socialismo, son componentes de una misma causa, los dos se complementan, se influyen, la suerte de uno es la suerte del otro.
Entonces, veamos cómo impulsar al Socialismo, cómo defender a Chávez. La única manera, hoy, es construir Zonas Socialistas, que bien podríamos, de acuerdo a lo dicho, nombrar también Zonas Chavistas.
En las Zonas Socialistas, Chavistas, las relaciones humanas y económicas son socialistas. Es decir, los medios de producción son de propiedad social administrados por el Estado, de acuerdo a una planificación central. Estos son requisitos indispensables para la construcción socialista, sin ellos no es posible elevar la Conciencia del Deber Social. Esta conciencia se sustenta en el trabajo para toda la sociedad, imposible en el trabajo para una fracción de ella.
En las Zonas se establecen relaciones humanas de acuerdo al precepto “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad”. Éstas, al tener una elevada conciencia, serán guía y ejemplo para el resto de la sociedad. El trabajo dejará de tener la compulsión de la necesidad de sobrevivencia, y al ser trabajo para la sociedad, al ser destinado para satisfacer necesidades y no al lucro de los capitalistas, el trabajador dejará de ser un extraño para el producto de su trabajo: sabrá su destino y su finalidad, así tendrá la satisfacción del deber cumplido, se adquirirá sentido social. El humano se reencontrará con la humanidad y con él mismo.
La relación entre las fábricas será la relación de unidades productivas que pertenecen a una misma causa. Entre ellas no habrá intercambio de mercancías, sino de necesidades. Se regirán por el Sistema Presupuestario de Financiamiento que implementó el Che en Cuba.
Estas Zonas Chavistas sólo serán posibles si la clase obrera supera la etapa del economicismo y da el salto hacia la construcción del Socialismo, que es su mayor reivindicación.
¿Qué pasará si no somos capaces de construir las Zonas Socialistas?
Al no construir las Zonas Socialistas, dejaremos al Socialismo en una situación de debilitamiento progresivo, sin existencia real y concreta, sin contornos definidos, a merced de las formas antisocialistas propuestas por reformistas y oligarcas, y a los planes políticos que de ellas se desprenden. El proceso entrará en una espiral descendente, recordemos que el capitalismo no puede resolver los problemas sociales.
Así, el Comandante quedará expuesto a las fuerzas de la restauración. Poco a poco todos los campos de la Revolución irán debilitándose y la derrota será inevitable.
¡Sólo el Socialismo salva a los humildes y a Chávez!
Zonas socialistas, zonas chavistas
Por: Antonio Aponte
El ataque final contra la Revolución Bolivariana ya fue decretado por la administración Obama. Quedaron atrás las ilusiones de los cándidos. Al avanzar la Revolución las definiciones se profundizaron, ahora sabemos con quién y hasta dónde cuenta la causa socialista.
El objetivo principal del imperio es el Comandante, saben que sin él la Revolución será irremediablemente derrotada. El deber de la Revolución es defenderlo.
Aquí surge una pregunta: ¿Cómo defender a Chávez?
La respuesta es una sola: ¡Defendiendo al Socialismo, impulsándolo
Los dos, Chávez y el Socialismo, son componentes de una misma causa, los dos se complementan, se influyen, la suerte de uno es la suerte del otro.
Entonces, veamos cómo impulsar al Socialismo, cómo defender a Chávez. La única manera, hoy, es construir Zonas Socialistas, que bien podríamos, de acuerdo a lo dicho, nombrar también Zonas Chavistas.
En las Zonas Socialistas, Chavistas, las relaciones humanas y económicas son socialistas. Es decir, los medios de producción son de propiedad social administrados por el Estado, de acuerdo a una planificación central. Estos son requisitos indispensables para la construcción socialista, sin ellos no es posible elevar la Conciencia del Deber Social. Esta conciencia se sustenta en el trabajo para toda la sociedad, imposible en el trabajo para una fracción de ella.
En las Zonas se establecen relaciones humanas de acuerdo al precepto “de cada uno según su capacidad y a cada uno según su necesidad”. Éstas, al tener una elevada conciencia, serán guía y ejemplo para el resto de la sociedad. El trabajo dejará de tener la compulsión de la necesidad de sobrevivencia, y al ser trabajo para la sociedad, al ser destinado para satisfacer necesidades y no al lucro de los capitalistas, el trabajador dejará de ser un extraño para el producto de su trabajo: sabrá su destino y su finalidad, así tendrá la satisfacción del deber cumplido, se adquirirá sentido social. El humano se reencontrará con la humanidad y con él mismo.
La relación entre las fábricas será la relación de unidades productivas que pertenecen a una misma causa. Entre ellas no habrá intercambio de mercancías, sino de necesidades. Se regirán por el Sistema Presupuestario de Financiamiento que implementó el Che en Cuba.
Estas Zonas Chavistas sólo serán posibles si la clase obrera supera la etapa del economicismo y da el salto hacia la construcción del Socialismo, que es su mayor reivindicación.
¿Qué pasará si no somos capaces de construir las Zonas Socialistas?
Al no construir las Zonas Socialistas, dejaremos al Socialismo en una situación de debilitamiento progresivo, sin existencia real y concreta, sin contornos definidos, a merced de las formas antisocialistas propuestas por reformistas y oligarcas, y a los planes políticos que de ellas se desprenden. El proceso entrará en una espiral descendente, recordemos que el capitalismo no puede resolver los problemas sociales.
Así, el Comandante quedará expuesto a las fuerzas de la restauración. Poco a poco todos los campos de la Revolución irán debilitándose y la derrota será inevitable.
¡Sólo el Socialismo salva a los humildes y a Chávez!
No hay comentarios:
Publicar un comentario