Recordamos, 203 años más tarde, el juramento de Roma pronunciado por el Libertador el 15 de agosto de 1805 y cuyas palabras siguen resonando como una tarea vigente y constante que todos debemos mantener.
Bolivar, poniéndose de pie, con un gesto firme y tono solemne, hace su juramento con la mirada fija en Simón Rodríguez: «Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor y juro por mi patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».
Bolivar, poniéndose de pie, con un gesto firme y tono solemne, hace su juramento con la mirada fija en Simón Rodríguez: «Juro delante de usted; juro por el Dios de mis padres; juro por ellos; juro por mi honor y juro por mi patria que no daré descanso a mi brazo ni reposo a mi alma hasta que haya roto las cadenas que nos oprimen por voluntad del poder español».
El presidente Hugo Chávez, expresó, en el Juramento del Monte Sacro se debe hacer énfasis en que este era un “juramento para reflexionar, juramento para actuar. Lo hemos tomado desde hace años atrás como bandera, como reto, como compromiso”.A
dvirtió que el mundo debía prepararse par ver a un pueblo resucitar, como está resucitando el pueblo latinoamericano, caribeño…
El grito de independencia nos lleva a la lucha por la integración… Y eso era válido hace 203 años y eso es válido hoy más que ayer, porque las brechas entre los países desarrollados y nosotros, los países dependientes, lo que ha hecho en 200 años es incrementarse, aseguró el presidente Chávez.
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