Mariela Devia, hermana de Raul Reyes: "Tenemos derecho a enterrar a Raúl"

EXISTE MUCHA SOBERBIA DE AMBOS LADOS DEL CONFLICTO, LA GUERRILA Y EL GOBIERNO
"Tenemos derecho a enterrar a Raúl"
De baja estatura, cabello abundante, frágil figura, la hermana de Raúl Reyes es de palabra contundente. De entrada, y como si temiera algún calificativo, Mariela Devia Silva justifica a Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes. Ella exige que se aclare quién era su hermano, porque el Gobierno colombiano lo señala como "terrorista", pero "lo que él quiso fue hacer una política abierta de izquierda, y cuando lo eligieron concejal en el municipio El Doncello, departamento del Caquetá, empezaron a perseguirlo y a matar a todos los que lo acompañaron. Le tocó meterse a la fuerza a ese grupo (las Farc), al cual perteneció durante muchos años", dijo en entrevista exclusiva a Últimas Noticias.
¿La solicitud para la entrega del cadáver es personal o representa a sus hermanos?
La familia está interesada en darle una digna sepultura a sus restos, es humano que nos permitan recoger lo que dejaron después de tantas bellaquerías que hizo el Estado colombiano. Se ensañaron con su cadáver.
¿Porque no aparecieron ustedes, en su momento, a solicitar el cuerpo?
Por los riesgos que corremos. Yo nunca he pertenecido al movimiento armado, sin embargo me tocó irme del país y pedir asilo político por el único delito de ser hermana de Raúl Reyes. Me fui a Canadá y allí obtuve la nacionalidad.
Otra hermana también tuvo que salir de país y está asilada en Francia, donde viven los dos hijos del difunto.
¿El gobierno del presidente Uribe dice que fue autorizado para enterrar a Reyes? Eso es absolutamente falso. Todos estábamos de acuerdo en que la ex esposa recibiera el cuerpo y lo enterrara, pero el Gobierno se negó a entregarlo.
¿Cómo reclamar el cadáver, si usted está como en la clandestinidad, y no han hecho la solicitud formalmente por los riesgos que corren?
Pienso que hay diferentes instituciones que supuestamente colaboran con los desfavorecidos por el Gobierno, como la Cruz Roja u otra entidad similar, al margen de la ultraderecha. Ellos pueden reclamar el cadáver y hacérnoslo llegar. Puede ser a Venezuela, Ecuador, Nicaragua, Francia o Canadá. Lo que queremos es enterrarlo.
El Gobierno colombiano puede pensar que ustedes se lo entregarán a las Farc, ya que su petición es posterior al reclamo que hizo la guerrilla.
Ojalá le entregaran el cadáver a las Farc, porque mi hermano terminó sus días con ellos.
Mantener el cuerpo de Reyes parece ser una cuestión de honor para el Ejército colombiano. De hecho, fue el único que se rescató. ¿Estarían dispuestos, si el Ejecutivo neogranadino lo decide, a recibir el cuerpo de manos de Uribe?
Pues tocaría mirar las condiciones, porque no estoy dispuesta a seguir poniendo más muertos de mi familia. Me han matado a dos hermanos: el menor, que estaba sirviéndole al Gobierno, y a Luis (Reyes). A mi hermano dicen que lo mató la guerrilla, pero no es muy lógico que Luis (Reyes) mandara a matar a su propio hermano.
¿Qué le parece la política de Seguridad Democrática?
Es la inseguridad más grande que ha vivido la población.
Usted que ha vivido la muerte de familiares, ¿qué opina de la posición del presidente Lula de instar a las Farc a que se convierta en un partido político?
Me parece una utopía. Mi hermano comenzó así, siendo un dirigente de izquierda, y le tocó tomar las armas porque no tuvo otra alternativa. Vimos la muerte de muchos, de Gaitán, por ejemplo, muerto a manos de la ultraderecha. Entonces ¿cómo se va a pensar en eso?
En Colombia existe la experiencia del M-19... ¿Y donde están los dirigentes del grupo? se pregunta. Uno no más está en el Gobierno.
¿Y si se produce una amnistía?
Pues quién sabe. Allí tendrían que bajar la soberbia ambas partes, porque eso es lo existe en ambos lados.
¿Que le parecería la reelección de Uribe?
Allá los colombianos, ya eso es como tremendo. Si tiene esa gran bondad para que lo reelijan y lo reelijan, pues bueno, será como dicen, que el mico (mono) aprende a bailar cuando le dan palo... ¡Bendito Dios!, yo no soy de esos micos (monos), preferí irme del país.