Hoy se Cumplen 23 años de Impunidad en "La Masacre de Henry López Sisco" Mal llamada "Masacre de Yumare"
Sobre la Masacre de Henry López Sisco
(En Homenaje a Dilia Rojas: una mujer de verdad). No se cual sería el ultimo pensamiento de mi prima Dilia Rojas antes de morir si es tiempo para pensar en esa hora de la vida de tanto compromiso antes que las balas asesinas disparadas por el propio Comisario de la Disip Henry López Sisco le estallaran la bóveda craneal después de haberla sometido todo un día a las mas bárbaras torturas y dispararle en zonas aún no comprometedoras para la vida. Aún creo – a riesgo de equivocarme – que su pensamiento no se apartó de aquella mañana de julio de 1973 cuando abordó junto con 3 compañeros el avión de la línea Avensa para desviarlo hacia la Cuba de Fidel y del Che en embajada de Revolucionarios como único medio de ponerse en contacto con ellos, rendirle homenaje a los mártires caídos en la población de la Victoria que apenas hacía un año habían muerto en combate contra lo cuerpos de seguridad del puntofijsmo. Allí se jugó la vida, y públicamente demostró el compromiso asumido con su pueblo en una acción revolucionaria que demostraba lo cerca que estaban sus palabras de los hechos.
No se que pensaría aquel asesino con chapa de policía al tener al frente a una mujer de tanto guáramo que por ser valiente y revolucionaria, por ser una mujer de verdad sellaría su suerte con la muerte porque los caprichos de aquel cobarde que se amparaba en la protección del gobierno adeco decidió asesinarla junto a ocho compañeros más por sentirse paladín protector de la causa puntofijista. Por allí aparecieron los nueve cuerpos en las afueras del caserío Barlovento del Municipio Bolívar aquella mañana del 08 de mayo de 1986, informando los medios de un enfrentamiento de cuerpos de seguridad con irregulares como se acostumbraba a decir. Desde un principio la verdad entre tantas mentiras empezó a aparecer, dejando claro que todo fu un crimen convertido en masacre ejecutado por de los cuerpos de seguridad, como se venía haciendo en varias partes del país.
Traemos la descripción forense del cadáver de mi prima porque ya es la hora que se empiecen a conocer los detalles; y todos empecemos colectivamente a determinar los hechos:
“Nombre: Dilia Antonia Rojas
Fecha de Autopsia: 09-05-1986.
Operador: Dr. R Henríquez L.
Inspección General del cadáver:
Cadáver de una mujer de color trigueña. Cabeza: se aprecia herida de arma de fuego en la cabeza con estallido de bóveda y base, perdida total de la masa encefálica. Fractura amplia en los huesos de la cara por la onda explosiva. Boca: caries incisivos superiores. Cuello sin lesiones. Tórax: herida anfractuosa en la región axilar derecha de 3*2 cms. Mamas flácidas. Tórax: se aprecia en la región dorsal media tres heridas por arma de fuego y tres en la región lumbar. Órganos del tórax sin lesiones. Abdomen: herida anfractuosa en flanco derecho con salida de asas intestinales. Hígado con estallido total de arma de fuego. Fractura en la columna vertebral región lumbar vértebras 2 y 3. Perforación de asas intestinales. Bazo: Riñones sin lesiones, útero y ovarios sin lesiones. Genitales externos sin lesiones. Extremidades: herida por arma de fuego en tercio superior del muslo izquierdo con fractura del fémur. Herida en cara posterior del muslo izquierdo. Fractura abierta a nivel del codo derecho.
Diagnóstico: Herida por arma de fuego en: cabeza, región dorsal y lumbar, abdomen y miembros inferiores derechos y codo derecho.
Epicrisis: En la autopsia nos encontramos con el cadáver de una mujer en la cual se aprecian múltiples heridas por arma de fuego de alta potencia con graves lesiones de los órganos causándole el fallecimiento”
Los hechos no narran las torturas porque ellas no son causas de muerte. Las usan para ablandar en el lenguaje de ellos, pero allí estaban por fuera las que dejan huella y por dentro las que no deja. Además esta es una descripción de los mismos cuerpos de seguridad y la hemos tomado textualmente del expediente levantado; como hemos tomado también los integrantes de esta comisión que fueron:
“Fecha: Jueves 06-05-1986, hora 6pm.
Cuerpo participante: Disip 9 funcionarios mas 6 soldados coN apoyo del TO5 de Yumare.
Resultado: 9 revolucionarios asesinados mas 1 Disip herido
Ubicación Caserío Barlovento – Municipio Bolívar – Estado Yaracuy
Disip participantes:
Comisario General Henry López Sisco
Comisario General Oswaldo Ramos Oviedo = Tomas
Inspector: Freddy Alí Granger Pérez
Inspector Raúl Jojan Fernández León
Eugenio Rafael Creazola Armas
Aníbal José Adán Quero
Inspector: William Mauricio Prado Sifontes
Subinspector: Noel Orlando Rosales Castro
Subinspector: Manuel Ramón Barroza Narváez
Detective Roger Alberto Contreras Boyer
Inspector: Julio Renault”.
Revisar y vivir la existencia de Dilia Rojas es una labor de pasión en donde a cada minuto de esos 44 años que anduvo físicamente entre nosotros todos fueron de verdadera importancia en esa segunda mitad del siglo veinte donde una cuarta conmoción continental sacudía estas tierras y poblados en lucha de vanguardias y de gente que con el relámpago de la Victoria de los revolucionarios cubanos nos alumbraban el desenlace de la “toma del mismo cielo por asalto”. Se estremecía el Continente desde el Río Grande hasta el último peñasco de la Patagonia y entre esas turbulencias de l lucha armada en función de la Liberación nacional y el Socialismo se formaba esta mujer, hija y nieta de campesinos muy pobres sustentados por siempre en un conuco, buscadores del agua en el cielo para regar la siembra. Buscadores de la comida de la espiritualidad para un rosario de hijos que esperan en la casa campesina. Allí conocí a mi prima pimpolleando como mujer, su nombre completo Dilia Antonia Rojas y había nacido en la madrugada del 2 de agosto de 1942 en Agua Linda pequeño poblado del estado Falcón. En ese tiempo mi tío Justino su padre no imaginaba que en el transcurso del tiempo engendraría al lado e Valentina su mujer a dos princesas para el pueblo que anhela su hora conquistando un mundo de justicia. Dos princesas: Esladia la de la mirada profunda y de ensueños que poco vivió entre nosotros, apenas 18 años y su hermana Dilia Antonia que en aquella tierra medio inclinada muy cerca del mismo conuco de Justino en el paso de Santa Rosa allá en Carabobo de Aroa junto a: Simón Romero, Quevedo Infante (El Gato), José Silva, Nelson Castellano, Pedro Giménez, Ronald Morao, Luis Guzmán Green y el internacionalista Alfredo Caicedo regaban con su sangre esta misma tierra que en años anteriores habían hecho sus primos Mario y Leonel Petit, su tío Elisaúl Morales, su esposo Edmundo Hernández, todos ellos señalando un camino necesario a la hora de conquistar una verdadera justicia. Más adelante durante su estancia en Cuba que se prolongó por varios años, fue cuando su hermana menor Esladia es asesinada en Tinaquillo por la Disip de aquellos días.
Ante su ejemplo, ante su espíritu, solamente debemos de sellar un compromiso y hacer de la perseverancia una religión. Al preguntarse uno que pensaría Dilia ante el escuadrón cobarde que los asesinó después e la entrega sucia e los hermanos Rabanales (Norberto y José Alirio), solo podemos imaginar su sonrisa de ternura hacia sus hijos para los cuales buscaba un nuevo sol que alumbrara sus amaneceres. Allí estaba respondiendo al llamado de los revolucionarios y las revolucionarias grandes, que se endurecen sin perder la ternura que son herederos d la memoria histórica que necesita un país para no perder sus raíces.
Esa fue mi prima, la negra Dilia Rojas, una madre, una revolucionaria y ante todo una mujer de verdad. Honor y gloria por su valentía. En su sencillez, en su humildad en su espíritu para no vacilar ante las dificultades y dejar para las generaciones nuevas un ejemplo a seguir de verdadero sentir revolucionario en una mujer de verdad.
“El ejemplo de Dilia nos une”
Luchar Hasta Vencer
Dimas Petit
Sobre la Masacre de Henry López Sisco
(En Homenaje a Dilia Rojas: una mujer de verdad). No se cual sería el ultimo pensamiento de mi prima Dilia Rojas antes de morir si es tiempo para pensar en esa hora de la vida de tanto compromiso antes que las balas asesinas disparadas por el propio Comisario de la Disip Henry López Sisco le estallaran la bóveda craneal después de haberla sometido todo un día a las mas bárbaras torturas y dispararle en zonas aún no comprometedoras para la vida. Aún creo – a riesgo de equivocarme – que su pensamiento no se apartó de aquella mañana de julio de 1973 cuando abordó junto con 3 compañeros el avión de la línea Avensa para desviarlo hacia la Cuba de Fidel y del Che en embajada de Revolucionarios como único medio de ponerse en contacto con ellos, rendirle homenaje a los mártires caídos en la población de la Victoria que apenas hacía un año habían muerto en combate contra lo cuerpos de seguridad del puntofijsmo. Allí se jugó la vida, y públicamente demostró el compromiso asumido con su pueblo en una acción revolucionaria que demostraba lo cerca que estaban sus palabras de los hechos.
No se que pensaría aquel asesino con chapa de policía al tener al frente a una mujer de tanto guáramo que por ser valiente y revolucionaria, por ser una mujer de verdad sellaría su suerte con la muerte porque los caprichos de aquel cobarde que se amparaba en la protección del gobierno adeco decidió asesinarla junto a ocho compañeros más por sentirse paladín protector de la causa puntofijista. Por allí aparecieron los nueve cuerpos en las afueras del caserío Barlovento del Municipio Bolívar aquella mañana del 08 de mayo de 1986, informando los medios de un enfrentamiento de cuerpos de seguridad con irregulares como se acostumbraba a decir. Desde un principio la verdad entre tantas mentiras empezó a aparecer, dejando claro que todo fu un crimen convertido en masacre ejecutado por de los cuerpos de seguridad, como se venía haciendo en varias partes del país.
Traemos la descripción forense del cadáver de mi prima porque ya es la hora que se empiecen a conocer los detalles; y todos empecemos colectivamente a determinar los hechos:
“Nombre: Dilia Antonia Rojas
Fecha de Autopsia: 09-05-1986.
Operador: Dr. R Henríquez L.
Inspección General del cadáver:
Cadáver de una mujer de color trigueña. Cabeza: se aprecia herida de arma de fuego en la cabeza con estallido de bóveda y base, perdida total de la masa encefálica. Fractura amplia en los huesos de la cara por la onda explosiva. Boca: caries incisivos superiores. Cuello sin lesiones. Tórax: herida anfractuosa en la región axilar derecha de 3*2 cms. Mamas flácidas. Tórax: se aprecia en la región dorsal media tres heridas por arma de fuego y tres en la región lumbar. Órganos del tórax sin lesiones. Abdomen: herida anfractuosa en flanco derecho con salida de asas intestinales. Hígado con estallido total de arma de fuego. Fractura en la columna vertebral región lumbar vértebras 2 y 3. Perforación de asas intestinales. Bazo: Riñones sin lesiones, útero y ovarios sin lesiones. Genitales externos sin lesiones. Extremidades: herida por arma de fuego en tercio superior del muslo izquierdo con fractura del fémur. Herida en cara posterior del muslo izquierdo. Fractura abierta a nivel del codo derecho.
Diagnóstico: Herida por arma de fuego en: cabeza, región dorsal y lumbar, abdomen y miembros inferiores derechos y codo derecho.
Epicrisis: En la autopsia nos encontramos con el cadáver de una mujer en la cual se aprecian múltiples heridas por arma de fuego de alta potencia con graves lesiones de los órganos causándole el fallecimiento”
Los hechos no narran las torturas porque ellas no son causas de muerte. Las usan para ablandar en el lenguaje de ellos, pero allí estaban por fuera las que dejan huella y por dentro las que no deja. Además esta es una descripción de los mismos cuerpos de seguridad y la hemos tomado textualmente del expediente levantado; como hemos tomado también los integrantes de esta comisión que fueron:
“Fecha: Jueves 06-05-1986, hora 6pm.
Cuerpo participante: Disip 9 funcionarios mas 6 soldados coN apoyo del TO5 de Yumare.
Resultado: 9 revolucionarios asesinados mas 1 Disip herido
Ubicación Caserío Barlovento – Municipio Bolívar – Estado Yaracuy
Disip participantes:
Comisario General Henry López Sisco
Comisario General Oswaldo Ramos Oviedo = Tomas
Inspector: Freddy Alí Granger Pérez
Inspector Raúl Jojan Fernández León
Eugenio Rafael Creazola Armas
Aníbal José Adán Quero
Inspector: William Mauricio Prado Sifontes
Subinspector: Noel Orlando Rosales Castro
Subinspector: Manuel Ramón Barroza Narváez
Detective Roger Alberto Contreras Boyer
Inspector: Julio Renault”.
Revisar y vivir la existencia de Dilia Rojas es una labor de pasión en donde a cada minuto de esos 44 años que anduvo físicamente entre nosotros todos fueron de verdadera importancia en esa segunda mitad del siglo veinte donde una cuarta conmoción continental sacudía estas tierras y poblados en lucha de vanguardias y de gente que con el relámpago de la Victoria de los revolucionarios cubanos nos alumbraban el desenlace de la “toma del mismo cielo por asalto”. Se estremecía el Continente desde el Río Grande hasta el último peñasco de la Patagonia y entre esas turbulencias de l lucha armada en función de la Liberación nacional y el Socialismo se formaba esta mujer, hija y nieta de campesinos muy pobres sustentados por siempre en un conuco, buscadores del agua en el cielo para regar la siembra. Buscadores de la comida de la espiritualidad para un rosario de hijos que esperan en la casa campesina. Allí conocí a mi prima pimpolleando como mujer, su nombre completo Dilia Antonia Rojas y había nacido en la madrugada del 2 de agosto de 1942 en Agua Linda pequeño poblado del estado Falcón. En ese tiempo mi tío Justino su padre no imaginaba que en el transcurso del tiempo engendraría al lado e Valentina su mujer a dos princesas para el pueblo que anhela su hora conquistando un mundo de justicia. Dos princesas: Esladia la de la mirada profunda y de ensueños que poco vivió entre nosotros, apenas 18 años y su hermana Dilia Antonia que en aquella tierra medio inclinada muy cerca del mismo conuco de Justino en el paso de Santa Rosa allá en Carabobo de Aroa junto a: Simón Romero, Quevedo Infante (El Gato), José Silva, Nelson Castellano, Pedro Giménez, Ronald Morao, Luis Guzmán Green y el internacionalista Alfredo Caicedo regaban con su sangre esta misma tierra que en años anteriores habían hecho sus primos Mario y Leonel Petit, su tío Elisaúl Morales, su esposo Edmundo Hernández, todos ellos señalando un camino necesario a la hora de conquistar una verdadera justicia. Más adelante durante su estancia en Cuba que se prolongó por varios años, fue cuando su hermana menor Esladia es asesinada en Tinaquillo por la Disip de aquellos días.
Ante su ejemplo, ante su espíritu, solamente debemos de sellar un compromiso y hacer de la perseverancia una religión. Al preguntarse uno que pensaría Dilia ante el escuadrón cobarde que los asesinó después e la entrega sucia e los hermanos Rabanales (Norberto y José Alirio), solo podemos imaginar su sonrisa de ternura hacia sus hijos para los cuales buscaba un nuevo sol que alumbrara sus amaneceres. Allí estaba respondiendo al llamado de los revolucionarios y las revolucionarias grandes, que se endurecen sin perder la ternura que son herederos d la memoria histórica que necesita un país para no perder sus raíces.
Esa fue mi prima, la negra Dilia Rojas, una madre, una revolucionaria y ante todo una mujer de verdad. Honor y gloria por su valentía. En su sencillez, en su humildad en su espíritu para no vacilar ante las dificultades y dejar para las generaciones nuevas un ejemplo a seguir de verdadero sentir revolucionario en una mujer de verdad.
“El ejemplo de Dilia nos une”
Luchar Hasta Vencer
Dimas Petit
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