Notas abiertas para la necesaria discusión
Del Comandante Magoya al Comandante Douglas Bravo
Por: Helegido Sibada-Comandante Magoya
Viejo amigo, paisano y camarada Douglas Bravo:
Me sumo al malestar causado por tu humillante aparición en el canal imperialista de Globovisión. Prestándote a una entrevista que solo perseguía utilizarte como bandera de la contra-revolución, para beneficio de la más recalcitrante derecha que azotó y sigue azotando al pueblo humilde de nuestra patria.
Fue triste verte ensalzado de manera burlona por aquella periodista que jamás tuvo escrúpulo para evitar que expresaras tu pensamiento, manejándote a su antojo, y -como a un títere-, poniéndote a decir lo que a ella y a su canal le interesaba que dijeras.
Con justificada indignación, reaccionó un vasto sector de revolucionarios provenientes de la corriente histórica formada en la década de los sesenta. No era para menos ante semejante actitud jamás esperada de ti.
En lo personal, siempre fui un respetuoso y ávido oidor de tus reflexiones y opiniones independientemente de compartirlas o no. Puesto que de por medio privaba la Valoración que he hecho de tu condición revolucionaria (la que nunca había puesto en duda).
Pero es la hora de la confrontación ideológica. De las respuestas contundentes a quienes, desde el campo de la izquierda o la derecha, pretenden desvirtuar el innegable proceso revolucionario que hoy acontece en nuestra América y más particularmente en nuestra patria.
Proceso que acusa defectos, si; que a momentos se muestra incongruente haciendo resaltar las debilidades o flaquezas, propias de todo desenlace dialéctico, cuando estallan las contradicciones históricas de una civilización... de una sociedad dada.
Sin embargo, desde todos los puntos del análisis crítico que podamos y debamos hacer, no hay duda que el impulso es revolucionario. El afán es el de transformar la vieja y opresora estructura capitalista, en una nueva y humanista estructura socialista.
La gesta revolucionaria armada de los años sesenta, inauguró la cuarta gran conmoción político-social-militar-cultural de nuestro continente. Cuba marcó el camino. y a excepción del victorioso pueblo cubano, el resto no pudimos derrocar por la vía directa de las armas al viejo régimen burgués. Sin embargo, no en vano regamos el camino de mártires. La honda huella que dejaron sus cuerpos luminosos, abrieron paso a otros caminos. A otras estrategias. A esta vía, tal vez menos cruenta (hasta donde sea posible), pero igualmente decidida a hacer una revolución a costa del mayor sacrificio. Seguramente será este un camino de gruesas complejidades. De nuevos y aumentados retos políticos. Pero ciertamente un camino posible; un camino viable, si sabemos comprender y asumir sus postulados, o mejor dicho, sus particularísimas leyes dialéctica.
Afirmar que "este gobierno es peor que el capitalismo más perverso y atrasado" es sin duda una opinión desprovista de seriedad ideológica. Más bien sesgada al oportunismo político.
Aseverar que "Aquí de lo que se trata es del enfrentamiento de dos burguesías: la clásica y la nueva, para disputarse la renta petrolera" es otra infantilada más, quizás elucubrada en chácharas de restauran.
El inventado "Movimiento Campesino 17 de Abril" es un ensayo sin sentido, ya que no tiene resonancia en esa masa social, puesto que no nace de ella, sino más bien de un. laboratorio manejado por el diminuto grupo político que diriges. Es evidente que solo trata de manipular las demandas reivindicativas de pequeños colectivos campesinos, empujándolos, como carne de cañón, a la invasión de fincas, no de grandes latifundistas, sino más bien de pequeños y medianos productores que están con el proceso, o a invadir predios ya asignados a pequeñas cooperativas de campesinos sin tierra, con el único fin de generar enfrentamientos violentos entre campesinos y finqueros o entre los propios campesinos.
¿Que este es un gobierno represor, violador de los derechos humanos? ¿Qué aquí se vive en una represión total? Vaya ridícula mentira que solo intenta ganar adeptos y aplausos del campo enemigo disociado.
Camarada Douglas: Aquí no hay condiciones para una huelga general. Ni objetivas, ni subjetivas. Tampoco para una insurrección popular. El pueblo está con Chávez. Igual que muchísimos hombres y mujeres de la vanguardia revolucionaria. Y si es que intentaren reeditar el paro oligárquico del 2002, pues, cámara piénselo bien. La oligarquía ya no tiene el poder que tuvo para ese entonces, y quienes aquí militamos estamos dispuestos, como ayer, a empuñar las armas para defender el avance y profundización del proceso revolucionario frente a cualquier enemigo.
No nos tome por ingenuos aclamadores del Comandante Chávez. Venimos como usted, de la misma corriente histórica. Sabemos como usted, lo que está en juego. Consciente estamos de los peligros que en la presente fase nos toca sortear. Pero sépalo, y no se llame a engaños, creemos en la honestidad y capacidad orientadora del líder, (mas de una vez lo ha demostrado) por encima de imperfecciones y errores cometidos.
Para enfrentar la corrupción, el chavismo militar acomodaticio, el oportunismo político, el burocratismo funcionarial y los infiltrados del campo enemigo, no hay que estar del lado contrario al proceso. Es aquí donde debemos librar el combate político e ideológico. Y aquí donde debemos triunfar.
Helegido Sibada Comandante Magoya
Del Comandante Magoya al Comandante Douglas Bravo
Por: Helegido Sibada-Comandante Magoya
Viejo amigo, paisano y camarada Douglas Bravo:
Me sumo al malestar causado por tu humillante aparición en el canal imperialista de Globovisión. Prestándote a una entrevista que solo perseguía utilizarte como bandera de la contra-revolución, para beneficio de la más recalcitrante derecha que azotó y sigue azotando al pueblo humilde de nuestra patria.
Fue triste verte ensalzado de manera burlona por aquella periodista que jamás tuvo escrúpulo para evitar que expresaras tu pensamiento, manejándote a su antojo, y -como a un títere-, poniéndote a decir lo que a ella y a su canal le interesaba que dijeras.
Con justificada indignación, reaccionó un vasto sector de revolucionarios provenientes de la corriente histórica formada en la década de los sesenta. No era para menos ante semejante actitud jamás esperada de ti.
En lo personal, siempre fui un respetuoso y ávido oidor de tus reflexiones y opiniones independientemente de compartirlas o no. Puesto que de por medio privaba la Valoración que he hecho de tu condición revolucionaria (la que nunca había puesto en duda).
Pero es la hora de la confrontación ideológica. De las respuestas contundentes a quienes, desde el campo de la izquierda o la derecha, pretenden desvirtuar el innegable proceso revolucionario que hoy acontece en nuestra América y más particularmente en nuestra patria.
Proceso que acusa defectos, si; que a momentos se muestra incongruente haciendo resaltar las debilidades o flaquezas, propias de todo desenlace dialéctico, cuando estallan las contradicciones históricas de una civilización... de una sociedad dada.
Sin embargo, desde todos los puntos del análisis crítico que podamos y debamos hacer, no hay duda que el impulso es revolucionario. El afán es el de transformar la vieja y opresora estructura capitalista, en una nueva y humanista estructura socialista.
La gesta revolucionaria armada de los años sesenta, inauguró la cuarta gran conmoción político-social-militar-cultural de nuestro continente. Cuba marcó el camino. y a excepción del victorioso pueblo cubano, el resto no pudimos derrocar por la vía directa de las armas al viejo régimen burgués. Sin embargo, no en vano regamos el camino de mártires. La honda huella que dejaron sus cuerpos luminosos, abrieron paso a otros caminos. A otras estrategias. A esta vía, tal vez menos cruenta (hasta donde sea posible), pero igualmente decidida a hacer una revolución a costa del mayor sacrificio. Seguramente será este un camino de gruesas complejidades. De nuevos y aumentados retos políticos. Pero ciertamente un camino posible; un camino viable, si sabemos comprender y asumir sus postulados, o mejor dicho, sus particularísimas leyes dialéctica.
Afirmar que "este gobierno es peor que el capitalismo más perverso y atrasado" es sin duda una opinión desprovista de seriedad ideológica. Más bien sesgada al oportunismo político.
Aseverar que "Aquí de lo que se trata es del enfrentamiento de dos burguesías: la clásica y la nueva, para disputarse la renta petrolera" es otra infantilada más, quizás elucubrada en chácharas de restauran.
El inventado "Movimiento Campesino 17 de Abril" es un ensayo sin sentido, ya que no tiene resonancia en esa masa social, puesto que no nace de ella, sino más bien de un. laboratorio manejado por el diminuto grupo político que diriges. Es evidente que solo trata de manipular las demandas reivindicativas de pequeños colectivos campesinos, empujándolos, como carne de cañón, a la invasión de fincas, no de grandes latifundistas, sino más bien de pequeños y medianos productores que están con el proceso, o a invadir predios ya asignados a pequeñas cooperativas de campesinos sin tierra, con el único fin de generar enfrentamientos violentos entre campesinos y finqueros o entre los propios campesinos.
¿Que este es un gobierno represor, violador de los derechos humanos? ¿Qué aquí se vive en una represión total? Vaya ridícula mentira que solo intenta ganar adeptos y aplausos del campo enemigo disociado.
Camarada Douglas: Aquí no hay condiciones para una huelga general. Ni objetivas, ni subjetivas. Tampoco para una insurrección popular. El pueblo está con Chávez. Igual que muchísimos hombres y mujeres de la vanguardia revolucionaria. Y si es que intentaren reeditar el paro oligárquico del 2002, pues, cámara piénselo bien. La oligarquía ya no tiene el poder que tuvo para ese entonces, y quienes aquí militamos estamos dispuestos, como ayer, a empuñar las armas para defender el avance y profundización del proceso revolucionario frente a cualquier enemigo.
No nos tome por ingenuos aclamadores del Comandante Chávez. Venimos como usted, de la misma corriente histórica. Sabemos como usted, lo que está en juego. Consciente estamos de los peligros que en la presente fase nos toca sortear. Pero sépalo, y no se llame a engaños, creemos en la honestidad y capacidad orientadora del líder, (mas de una vez lo ha demostrado) por encima de imperfecciones y errores cometidos.
Para enfrentar la corrupción, el chavismo militar acomodaticio, el oportunismo político, el burocratismo funcionarial y los infiltrados del campo enemigo, no hay que estar del lado contrario al proceso. Es aquí donde debemos librar el combate político e ideológico. Y aquí donde debemos triunfar.
Helegido Sibada Comandante Magoya
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