Seis bases colombianas para EE. UU
William E. Izarra
No es descartable que Robert Gates sea el cerebro que haya engendrado la estrategia de la Contención Política, en su nueva fase a partir de Honduras, para hacer posible la guerra civil como acto violento que abra la brecha de la intervención directa o indirecta en los países antiimperialistas como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador
La relación de continuidad de la política de Bush que sigue Obama se fundamenta en sus categorías definitorias. Bush empleó el “Nuevo Siglo Americano” que recogía el espíritu del “Destino Manifiesto” y cuya doctrina de Seguridad Nacional se materializaba en la Guerra Preventiva. Obama, también atrapado por la esencia de la voluntad Divina que ha destinado a EE.UU., a ser la potencia superior del mundo (síntesis del Destino Manifiesto), establece ahora “La Gran Estrategia de la Supremacía” cuya expresión política tiene dos vertientes: la Diplomacia Inteligente y el Poder Inteligente que asume a EE.UU., como el único poder en el mundo. Si bien es fácilmente verificable que Obama ejerce la Presidencia ejecutando acciones similares a las de Bush, lo que más lo identifica con su antecesor es que su Secretario de Defensa es el mismo: Robert Gates experto practicante de la diplomacia en penumbras, las operaciones secretas y los golpes de mano sorpresivos. Con de más de 26 años en ese ambiente secreto y perverso, Gates desarrolló su carrera desde el nivel básico de analista hasta alcanzar la jefatura de la CIA y del Consejo Nacional de Seguridad. Le sirvió a seis presidentes y su currículo incluye roles determinantes durante la crisis de los rehenes de la embajada de Estados Unidos en Irán (1979), la invasión soviética de Afganistán (1979), la ayuda encubierta a los “contras” nicaragüenses (1986), la primera Guerra del Golfo Pérsico (1991), la radicalización de la guerra en Afganistán (2007) y, probablemente, el creador del golpe en Honduras.
Con un Secretario de Defensa que presenta estos antecedentes unido a la negación de Micheletti a la restitución de Zelaya sumado a que el Sub-Secretario de Defensa, William Lynn es un vocero del complejo industrial militar de EE.UU., y que la producción acelerada de la industria militar por conflictos bélicos es un disparador de factores para reactivar las economías en crisis y, además, la aceptación de Colombia para que las fuerzas militares del Comando Sur hagan uso de seis bases militares a su libre discrecionalidad, se crea un escenario que apunta hacia la guerra contra los países antiimperialistas. No es descartable que Robert Gates sea el cerebro que haya engendrado la estrategia de la Contención Política, en su nueva fase a partir de Honduras, para hacer posible la guerra civil como acto violento que abra la brecha de la intervención directa o indirecta en los países antiimperialistas como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Gates es un pensador del terror que apoyado por León Paneta, jefe de la CIA, el Almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto y el general Douglas Fraser, Comandante del Comando del Sur esté decidido a cumplir con el Destino Manifiesto aprovechando a un nuevo Presidente de su país, cuando se fortalece la Revolución Bolivariana y surge una corriente socialista que va en la dirección de radicalizarse y restarle espacio al Imperio en toda la América Latina.
William E. Izarra
No es descartable que Robert Gates sea el cerebro que haya engendrado la estrategia de la Contención Política, en su nueva fase a partir de Honduras, para hacer posible la guerra civil como acto violento que abra la brecha de la intervención directa o indirecta en los países antiimperialistas como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador
La relación de continuidad de la política de Bush que sigue Obama se fundamenta en sus categorías definitorias. Bush empleó el “Nuevo Siglo Americano” que recogía el espíritu del “Destino Manifiesto” y cuya doctrina de Seguridad Nacional se materializaba en la Guerra Preventiva. Obama, también atrapado por la esencia de la voluntad Divina que ha destinado a EE.UU., a ser la potencia superior del mundo (síntesis del Destino Manifiesto), establece ahora “La Gran Estrategia de la Supremacía” cuya expresión política tiene dos vertientes: la Diplomacia Inteligente y el Poder Inteligente que asume a EE.UU., como el único poder en el mundo. Si bien es fácilmente verificable que Obama ejerce la Presidencia ejecutando acciones similares a las de Bush, lo que más lo identifica con su antecesor es que su Secretario de Defensa es el mismo: Robert Gates experto practicante de la diplomacia en penumbras, las operaciones secretas y los golpes de mano sorpresivos. Con de más de 26 años en ese ambiente secreto y perverso, Gates desarrolló su carrera desde el nivel básico de analista hasta alcanzar la jefatura de la CIA y del Consejo Nacional de Seguridad. Le sirvió a seis presidentes y su currículo incluye roles determinantes durante la crisis de los rehenes de la embajada de Estados Unidos en Irán (1979), la invasión soviética de Afganistán (1979), la ayuda encubierta a los “contras” nicaragüenses (1986), la primera Guerra del Golfo Pérsico (1991), la radicalización de la guerra en Afganistán (2007) y, probablemente, el creador del golpe en Honduras.
Con un Secretario de Defensa que presenta estos antecedentes unido a la negación de Micheletti a la restitución de Zelaya sumado a que el Sub-Secretario de Defensa, William Lynn es un vocero del complejo industrial militar de EE.UU., y que la producción acelerada de la industria militar por conflictos bélicos es un disparador de factores para reactivar las economías en crisis y, además, la aceptación de Colombia para que las fuerzas militares del Comando Sur hagan uso de seis bases militares a su libre discrecionalidad, se crea un escenario que apunta hacia la guerra contra los países antiimperialistas. No es descartable que Robert Gates sea el cerebro que haya engendrado la estrategia de la Contención Política, en su nueva fase a partir de Honduras, para hacer posible la guerra civil como acto violento que abra la brecha de la intervención directa o indirecta en los países antiimperialistas como Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Gates es un pensador del terror que apoyado por León Paneta, jefe de la CIA, el Almirante Michael Mullen, Jefe del Estado Mayor Conjunto y el general Douglas Fraser, Comandante del Comando del Sur esté decidido a cumplir con el Destino Manifiesto aprovechando a un nuevo Presidente de su país, cuando se fortalece la Revolución Bolivariana y surge una corriente socialista que va en la dirección de radicalizarse y restarle espacio al Imperio en toda la América Latina.
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