Tomado del Diario Vea
Un fantasma recorre América…
En 1848, Carlos Marx y Federico Engels iniciaron su famoso Manifiesto Comunista con la frase:
Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo.
Era la respuesta, en cierta manera burlona, a la constante afirmación de los reyes y emperadores, cardenales y obispos, burgueses y lacayos, atribuyendo a “los comunistas” cuanta protesta obrera o campesina, cuanta huelga o reclamo popular ocurriera.
En los años que precedieron la mitad del siglo XIX no había incidente político o social que no se asociara a la prédica de la juvenil Liga Comunista, cuyos balbuceos apenas se oían en boca de los primeros núcleos proletarios nacidos en los albores industriales de Alemania y Gran Bretaña.
Algo parecido ocurre en los comienzos del siglo XXI en nuestro continente. No hay expresión de descontento por las injusticias sociales que no se atribuya a Chávez. No hay disidencia ante la crueldad salvaje del capitalismo de la que no se acuse a Chávez.
En Lima se detiene a un venezolano, humilde chofer de taxi, y las autoridades lo conducen a prisión bajo la acusación de ser “agente del chavismo” infiltrado para contaminar de ideas revolucionarias a los trabajadores de Perú. En la Amazonia estalla una heroica resistencia ante el intento de entregar sus bosques a la depredación de grandes empresas extranjeras, y es suficiente parta calificarla como obra de Chávez.
En Honduras, un grupo de gorilas da un golpe de Estado y secuestra al Presidente de la República, electo democráticamente, en violación de la Constitución, y los usurpadores no tienen escrúpulos en señalar al “chavismo” como culpable porque, según ellos, amenazaba con “adueñarse del país”.
Déspotas, depredadores, explotadores, golpistas, agentes y voceros de los intereses de la oligarquía, toman como pretexto la influencia del fuego de las ideas de la Revolución Bolivariana para intentar escapar de la tormenta que está cambiando el curso de la historia.
Un fantasma recorre América… el fantasma del chavismo.
Un fantasma recorre América…
En 1848, Carlos Marx y Federico Engels iniciaron su famoso Manifiesto Comunista con la frase:
Un fantasma recorre Europa, el fantasma del comunismo.
Era la respuesta, en cierta manera burlona, a la constante afirmación de los reyes y emperadores, cardenales y obispos, burgueses y lacayos, atribuyendo a “los comunistas” cuanta protesta obrera o campesina, cuanta huelga o reclamo popular ocurriera.
En los años que precedieron la mitad del siglo XIX no había incidente político o social que no se asociara a la prédica de la juvenil Liga Comunista, cuyos balbuceos apenas se oían en boca de los primeros núcleos proletarios nacidos en los albores industriales de Alemania y Gran Bretaña.
Algo parecido ocurre en los comienzos del siglo XXI en nuestro continente. No hay expresión de descontento por las injusticias sociales que no se atribuya a Chávez. No hay disidencia ante la crueldad salvaje del capitalismo de la que no se acuse a Chávez.
En Lima se detiene a un venezolano, humilde chofer de taxi, y las autoridades lo conducen a prisión bajo la acusación de ser “agente del chavismo” infiltrado para contaminar de ideas revolucionarias a los trabajadores de Perú. En la Amazonia estalla una heroica resistencia ante el intento de entregar sus bosques a la depredación de grandes empresas extranjeras, y es suficiente parta calificarla como obra de Chávez.
En Honduras, un grupo de gorilas da un golpe de Estado y secuestra al Presidente de la República, electo democráticamente, en violación de la Constitución, y los usurpadores no tienen escrúpulos en señalar al “chavismo” como culpable porque, según ellos, amenazaba con “adueñarse del país”.
Déspotas, depredadores, explotadores, golpistas, agentes y voceros de los intereses de la oligarquía, toman como pretexto la influencia del fuego de las ideas de la Revolución Bolivariana para intentar escapar de la tormenta que está cambiando el curso de la historia.
Un fantasma recorre América… el fantasma del chavismo.
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