“Nuestra América” ya no es la misma que la década de los 70. La rápida reacción de los gobiernos progresistas y revolucionarios ha sido, a pesar del comportamiento de los medios de información transnacional, decisivo para evitar la consolidación del régimen de facto.Por eso, para que Honduras no sea la Nicaragua de los 80 y el Haití de 2004, es necesario incrementar la presión de los pueblos y gobiernos “nuestroamericanos” y mantenerse vigilantes con lo que vaya a hacer Estados Unidos. Honduras puede ser un globo de ensayo.
Eva Golinger
Estados Unidos guarda relación con golpe de Estado en Honduras
Para la abogada e investigadora, Eva Golinger, el gobierno estadounidense está relacionado con el golpe de Estado que retiró de su cargo al presidente hondureño, Manuel Zelaya.
Golinger aseguró que agrupaciones norteamericanas estaban, antes de la ruptura del hilo constitucional en el país centroamericano, financiando a los opositores de Zelaya. Lo que, según apuntó, podría ser un indició que EEUU estaba apoyando, económicamente, esta acción.
Además, señaló que, posiblemente, Barack Obama tenía conocimiento de lo que se estaba gestando en Honduras y se convirtió en “complice” al darle la espalda a la realidad.
Por otra parte, Eva Golinger, afirmó que “el oxigeno político” del gobierno de facto en Honduras proviene de norteamérica. Ya que, según su criterio, Estados Unidos tienen intereses económicos y militares en esa nación.
Aseveró que el gobierno de Barack Obama está buscando la “forma semántica” de justificar el golpe de estado en Honduras y no verse forzados a sancionar el mandato de Roberto Micheletti, ya que, al no castigar el régimen de facto Estados Unidos podría mantener la presencia militar y ayuda económica a Honduras.
EEUU tenía conocimiento del golpe
La abogada y escritora Eva Golinger, dijo que existen conexiones de EEUU con los actores sociales y el componente militar que llevaron a cabo la asonada.
Según explicó, como parte de las conexiones con los actores sociales habrían jugado un papel importante las relaciones a través de la embajada de EEUU en Tegucigalpa con los sectores golpistas. "El Departamento de Estado ha admitido que tenían conocimiento previo del golpe y que venían dialogando con los sucesores. Lo han dicho diferentes voceros, el embajador de Estados Unidos en Honduras, incluso fue publicado en el New York Times y ha sido declarado en las ruedas de prensa que ha dado el Departamento de Estado esta semana sobre el caso. Las transcripciones están en su página web", dijo.
Señaló que la recién conformada Unión Cívica Democrática hondureña habría recibido promoción y financiamiento de parte de la Usaid (Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU).
"Este año dieron 49 millones de dólares a Honduras, gran parte de ese dinero va a lo que llaman promover la democracia y los beneficiarios son quienes acaban de dar el golpe, grupos empresariales -en particular el Cohep (Consejo Hondureño de Empresarios)- y otras organizaciones que forman parte de lo que un mes antes del golpe se conformó como la Unión Cívica Democrática, que en su mayoría son instituciones políticas, religiosas y medios", expresó.
Por otra parte, Golinger señaló que nadie puede negar la importancia de las bases militares estadounidenses en Honduras, y que es "absolutamente imposible que militares hondureños hubiesen actuado sin el conocimiento previo y aprobación de EEUU".
destacó además los estrechos vínculos entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Honduras, como el general Romeo Vásquez, con la Misión Militar de Washington en ese país.
Golinger subrayó que estas afirmaciones no sólo las hace ella, sino que todos los periódicos de EEUU, incluso analistas de derecha, están diciendo lo mismo: Bueno, ¿qué pasa aquí? Mientras la "comunidad internacional ha sido muy clara en su condena en torno al golpe, Estados Unidos mantiene un lenguaje ambiguo".
Aseveró que el gobierno de Barack Obama está buscando la “forma semántica” de justificar el golpe de estado en Honduras y no verse forzados a sancionar el mandato de Roberto Micheletti, ya que, al no castigar el régimen de facto Estados Unidos podría mantener la presencia militar y ayuda económica a Honduras.
EEUU tenía conocimiento del golpe
La abogada y escritora Eva Golinger, dijo que existen conexiones de EEUU con los actores sociales y el componente militar que llevaron a cabo la asonada.
Según explicó, como parte de las conexiones con los actores sociales habrían jugado un papel importante las relaciones a través de la embajada de EEUU en Tegucigalpa con los sectores golpistas. "El Departamento de Estado ha admitido que tenían conocimiento previo del golpe y que venían dialogando con los sucesores. Lo han dicho diferentes voceros, el embajador de Estados Unidos en Honduras, incluso fue publicado en el New York Times y ha sido declarado en las ruedas de prensa que ha dado el Departamento de Estado esta semana sobre el caso. Las transcripciones están en su página web", dijo.
Señaló que la recién conformada Unión Cívica Democrática hondureña habría recibido promoción y financiamiento de parte de la Usaid (Agencia para el Desarrollo Internacional de EEUU).
"Este año dieron 49 millones de dólares a Honduras, gran parte de ese dinero va a lo que llaman promover la democracia y los beneficiarios son quienes acaban de dar el golpe, grupos empresariales -en particular el Cohep (Consejo Hondureño de Empresarios)- y otras organizaciones que forman parte de lo que un mes antes del golpe se conformó como la Unión Cívica Democrática, que en su mayoría son instituciones políticas, religiosas y medios", expresó.
Por otra parte, Golinger señaló que nadie puede negar la importancia de las bases militares estadounidenses en Honduras, y que es "absolutamente imposible que militares hondureños hubiesen actuado sin el conocimiento previo y aprobación de EEUU".
destacó además los estrechos vínculos entre los altos mandos de las Fuerzas Armadas de Honduras, como el general Romeo Vásquez, con la Misión Militar de Washington en ese país.
Golinger subrayó que estas afirmaciones no sólo las hace ella, sino que todos los periódicos de EEUU, incluso analistas de derecha, están diciendo lo mismo: Bueno, ¿qué pasa aquí? Mientras la "comunidad internacional ha sido muy clara en su condena en torno al golpe, Estados Unidos mantiene un lenguaje ambiguo".
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