lunes, 1 de diciembre de 2008

El 23N expresión de la Lucha de Clases

EL 23N. FUE EXPRESIÓN DE LA LUCHA DE CLASES EN VENEZUELA /Por: Alejandro Pineda
De nuevo, el viejo Karl Marx tiene la razón, él lo señaló; la lucha de clases es el motor de la historia. El conflicto entre clases sociales ha sido la base sobre la que se producen los hechos que dan forma a las sociedades. La batalla se da entre clases sociales antagónicas, enfrentadas en una disputa permanente, donde unos salen victoriosos, y otros quedan sometidos. No puede ser de otra manera, las clases dominantes se oponen a los cambios defendiendo sus privilegios e intereses y las clases trabajadora y campesina, se organizan y se enfrentan por sus derechos. Bajo este concepto se explica claramente el conflicto político-social que se vive Venezuela, expresado claramente a partir del 23 de noviembre, y lo que está sucediendo en el resto de América latina.
Si se observa con atención las declaraciones de los ‘lúcidos políticos’ de la oposición que ganaron las cuatro gobernaciones y la alcaldía mayor, expresan claramente esta contradicción; nacidos en cuna de oro, a edad temprana llevados a guarderías elegantes, crecieron rodeados con servicio de adentro que les tendían las camas, hacían las comidas y hasta los bañaban, saben el significado de los intereses de clase y que se debe luchar por mantener sus privilegios. Ellos fueron educados en espacios donde lo importante es tener ropa de marca, están muy claros que se debe pelear por sus privilegios de clase, por eso es importante tener bajo su control a policías obedientes, cancerberos adiestrados que mantengan a raya a los pobres que se quieren apoderar de todo, los marginales deben estar bien lejos, ocupando las paginas rojas de los diarios, como debe ser.
Lo importante en las ciudades es el maquillaje, que todo luzca bonito, que se coloque la basura debajo de la alfombra, que se entierre para que no se vea no importa que le traslademos el problema a las futuras generaciones. Tener suficientes gimnasios verticales para que los jóvenes saquen músculos, que las discotecas de Las Mercedes sigan siendo selectivas y no permitan la entrada a los negros, poder ir en paz los fines de semana a los restaurantes típicos del Hatillo, lejos de la chusma urbana. Poder visitar el club para derrochar físico, y estar claros que hay que sacar a Chávez del poder, porque si sigue mandando ese mestizo, en un mañana muy cercano, el hijo del jardinero te saludara como colega, los obreros de la fábrica seguirán montando cooperativas, los habitantes de los cerros tendrán casas dignas, en todos los barrios habrán centros de salud, los campesinos serán dueños de la tierra, los indios vendrán a pasear por las ciudades como “Pedro por su casa” y eso no se puede permitir.
Aunque en el pasado la clase burguesa ha desempeñado en la historia un papel revolucionario. Donde ha conquistado el poder, ha desgarrado sin piedad las relaciones sociales solo dejando subsistir como vinculo entre los hombres, el frío interés, el cruel pago al contado, ha ahogado el fervor religioso, a niveles de culpa y limosna, llevando el sentimiento del pequeño burgués, en las aguas heladas del cálculo egoísta. Ha hecho de la dignidad personal un simple valor de cambio. Ha sustituido las numerosas libertades escrituradas y bien aseguradas por la única y desalmada libertad de comercio. Ha convertido todo en un negocio; la salud, el cuerpo, la espiritualidad, la alimentación, la educación, la vivienda, la cultura. Sin embargo la burguesía forja las armas que le darán muerte, ha producido a los hombres y mujeres que empuñarán las armas; los obreros, los proletarios, los indígenas excluidos, los campesinos, lo pobres, los marginales, ‘los condenados de la tierra’, que con el proceso de cambio revolucionario, cada día toman más conciencia, se organizan, luchan, tienen más claros sus derechos y sus posibilidades.
Al conquistar la burguesía el poder, construye sus propios modos de producción, siendo el modelo la producción capitalista. Desde allí erige su estado, sus leyes, sus instituciones, sus ideas, organiza y controla sus medios de comunicación, los grandes forjadores de la ilusión, los grandiosos centros comerciales donde detrás de vidrieras blindadas, están los objetos del deseo en los sueños forjados por la publicidad. Sus instituciones consagran en primer término la esencia de su dominación de clase, la propiedad privada sustentada en lo que denominas ‘fuerzas vivas’, conformadas por; la Iglesia, las Universidades, los gremios profesionales, los grupos empresariales y los sindicatos corruptos. Por ello la mayoría de los integrantes de las clases medias, nunca han sido revolucionarios, sino conservadores, y reaccionarios, algunos se muestran como revolucionarios únicamente por oportunismo, cuando tienen ante si la perspectiva de un proceso inminente de cambio revolucionario, donde se enquistan y se disfrazan de 'rojos rojitos’ para complicar al infinito los trámites burocráticos de consejos comunales, cooperativos, etc, y alimentar con los dineros del estado la corrupción, a través de acuerdos inmorales por encima de la ley y para defender sus intereses presentes y futuros.
La lucha de clases que está planteada hoy en Venezuela, es el combate del pueblo trabajador que estudia y que aprende rápidamente, que se organiza en sindicatos, en consejos comunales, en comunas, en medios de comunicación libres y alternativos, esta situación es lo que ha hecho una realidad la lucha de clases en nuestro país y que se expresó claramente el 23 de noviembre del 2008, estableciendo un claro deslinde de quien es el enemigo a combatir y cuáles son los intereses a defender. El pueblo organizado, despreciado por los sifrinitos de las urbanizaciones de clase media; son la clase trabajadora, los campesinos, los indígenas, las clases que despertaron con Chávez, los que hoy tiene a sus hijos o ellos mismos, estudiando en las misiones educativas, los que se está preparando, que lucha por aprender, y que aprende cada día más, los que tienen atención médica en barrio adentro, rompiendo poco a poco, con el satánico comercio con la salud de médicos inmorales y medicamentos híper costosos. Es la lucha por la seguridad alimentaria para arrinconar las roscas de la distribución de alimentos.
Sin embargo, hoy en Venezuela, la burguesía tiene el control mayoritario de los medios de comunicación masiva, están relacionados con las grandes cadenas informativas mundiales, basándose en tecnología satelital distribuyeron a bajo costo antenas en la población, dotando a los habitantes de los barrios de un arma mortal a través de la cual llegan los mensajes consumistas de la publicidad y el control ideológico de las grandes cadenas globales de la comunicación que obedecen a los intereses de las grandes trasnacionales.
Hoy en Venezuela, el pueblo trabajador, la clase asalariada, se ve obligada a vender su fuerza laboral para subsistir, produciendo una plusvalía que se la apropian los dueños de las empresas, las grandes cadenas de supermercados, los grandes almacenes, los importadores de baratijas, los distribuidores de alimentos. Romper este esquema no es fácil, son años de adoctrinamiento a la población, donde la iglesia, la escuela, la tradición ha moldeado las conciencias, por ello la única manera de romper es diabólico esquema es la formación ideológica, la cual debe ser una prioridad de los partidos revolucionarios, en especial del PSUV, para salir del esquema electoralista.
Al analizar la historia de la lucha de clases, y su desarrollo como impulsora de los cambios históricos en América Latina, es necesario entender cómo surgió la división de clases en este continente a través de la conquista del continente por parte de los europeos. Su invasión al nuevo continente aceleró el derrumbamiento del orden feudal del viejo mundo. Desde la llegada de los conquistadores, estos ocuparon, explotaron las tierras y masacraron a sus habitantes, el afán de riqueza fue el móvil fundamental de su conducta. Su llegada a este continente fue fortuita, se realizó en la búsqueda de rutas más cortas hacia el oriente del mundo, cuyas mercaderías eran altamente buscadas en las cortes europeas. La fiebre del oro y el afán de ganancia rápida fue el impulso del nacimiento de esta nueva clase explotadora que se posesionó y mantiene el poder en estas tierras.
Las nuevas sociedades americanas basadas en la propiedad privada sobre los medios de producción y en la libre competencia, dividieron inevitablemente la sociedad en dos clases fundamentales: una la clase dominante, poseedora de medios de producción cada vez más tecnificados, y con mayor producción de capital y otra, los explotados, solo poseedora de su fuerza de trabajo, obligada a venderse en el libre mercado como una mercancía más para poder sobrevivir, habitantes de las grandes ciudades, donde se expresan en grandes contradicciones todos los problemas sociales; negocios ilegales, drogas, corrupción, prostitución, delincuencia, y para mantener el orden y defender sus interese la burguesía requiere de gobernantes fieles con fuerzas policiales públicas represivas y cuerpos privados de vigilancia que mantengan el orden y la propiedad.
El 23 de noviembre del 2008 se marca un hito que es necesario analizar en profundidad, para aprender la lección, para identificar el enemigo, para no bajar la guardia, para profundizar la formación ideológica del pueblo a todos los niveles. El enemigo está claro, tiene de su lado armas de penetración ideológica que está llegando al corazón de nuestros barrios y campos, ojala que el satélite Simón Bolívar, no se convierta en un artefacto tecnológico controlado por la burocracia de la derecha infiltrada en el gobierno, sino que pueda contrarrestar de manera contundente la arremetida ideológica fascista en contra del pueblo venezolano.
Alejandro Pineda

No hay comentarios: