viernes, 5 de diciembre de 2008

El Pueblo exige Verdad y Justicia ¡No más Impunidad!

La justicia es un deber revolucionario para que ¡Nunca más en Venezuela!
El Pueblo exige Verdad y Justicia ¡No más Impunidad!
Después de la caída de la dictadura de Marcos Pérez Jiménez, a finales de 1958, se abrió un periodo «democrático» bipartidista, traicionando las aspiraciones populares y principios de la gesta del 23 de enero, denominada «Pacto de Punto Fijo», donde los partidos (AD) y COPEI se sucedieron en el gobierno hasta la victoria de Hugo Chávez en 1898.
Son decenas de miles de venezolanos(as) que fueron brutalmente masacrados(as), desaparecidos (as) y torturados que hasta hoy, no han encontrado la justicia en los organismo del Estado, no ha habido voluntad política para terminar con la impunidad que han gozado sus asesinos(as), desde presidentes, militares, dirigentes(as) políticos(as) y demás responsables.
Al cumplirse hace poco 43 años de la detención, tortura, asesinato e intento de desaparición del camarada Alberto Lovera, el Partido Comunista de Venezuela PCV, ha convocado al pueblo venezolano a no olvidar lo que aquí ocurrió y luchar contra la impunidad, aberrante acción de negación de justicia, que se ha convertido en parte de nuestra cultura y que daña profundamente la ética y moral revolucionaria.
Veamos algunos de los hechos ocurridos en estos años que conviene recordar.
Masacre del Barcelonazo:
El 5 de marzo de 1960 se produce un alzamiento en la Ciudad de Barcelona en contra del gobierno de Rómulo Betancourt. Aparecieron 21 asesinados después de ser detenidos.
Masacre del Carupanazo:
El 3 de mayo de 1962, en Carúpano, Estado Sucre, durante la presidencia de Rómulo Betancourt (AD), se produce un levantamiento del Batallón N° 3 de Infantería y del Destacamento Nº 77 de la Guardia Nacional (GN). Interviene el ejército con un saldo de más de 2.000 muertos y más de mil prisioneros. Se suspendieron las garantías constitucionales y se acusó al Partido Comunista de Venezuela, (PCV ), y al MIR de estar involucrados en la sublevación. Mediante decreto se ilegalizan ambos partidos y se detienen a sus dirigentes.
Masacre de El Porteñazo:
El 2 de junio de 1962, en Puerto Cabello, se produce una sublevación en la Base Naval y parte de la ciudad porteña. Interviene el ejército y el saldo es de 400 muertos y 700 heridos.
Masacre de Cantaura:
El 4 de octubre de 1982, en Cantaura, Estado Anzoátegui, siendo presidente Luis Herrera Campins (COPEI) y Ministro del Interior Luciano Valero, durante una reunión de jóvenes del Frente Américo Silva, en su mayoría estudiantes de la Universidad Central de Venezuela (UCV ), cuatro aviones de la Fuerza Área de Venezuela lanzaron 17 bombas de 250 libras en el lugar de reunión, mientras que 1500 efectivos del ejército, Guardia Nacional y la DISIP cercaban la zona. Después del bombardeo los heridos fueron ejecutados. El saldo final fue de 23 muertos. Estaban desarmados.
Masacre de Yumare:
El 8 de mayo del año 1986, en el Estado Yaracuy, durante la presidencia de Jaime Lusinchi (AD), fueron torturados, mutilados y ejecutados 9 luchadores sociales acusándolos de guerrilleros. El actual Jefe de Seguridad de Manuel Rosales, Henry López Sisco, fue uno de los responsables directos de este suceso.
Masacre de El Amparo:
El 29 de octubre 1988, en el Estado Apure, durante la presidencia de Jaime Lusinchi (AD), fueron asesinados 15 pescadores en el caño «Las Coloradas » acusados de guerrilleros.
Masacre de El Caracazo:
El 27 de febrero de 1989 en la ciudad de Caracas, comienza en la ciudad de Guarenas, durante la presidencia de Carlos Andrés Pérez (AD), se produce un levantamiento social causado por el aumento del precio del transporte, como parte de un programa promovido por el Fondo Monetario Internacional (FMI), al que se le llamó «Paquete Económico». Carlos Andrés Pérez ordena la intervención del ejército. Las cifras oficiales de muertos oscilan entre 400 y 2500 civiles. La represión fue especialmente dura en los barrios pobres de la ciudad. Algunas organizaciones no gubernamentales hablaban de hasta 10.000 muertos.
Estas son sólo algunas de las masacres que se produjeron entre 1958 y 1998.
Conviene, además, recordar a algunos líderes y personalidades asesinadas o desaparecidas:
Asesinato de Livia Gouverneur, militante de las Juventudes Comunistas, ultimada el 1 de noviembre de 1961, el crimen desató una ola de protestas en todo el país; a finales de agosto de 1964 es desaparecido Víctor Ramón Soto Rojas, dirigente nacional del Movimiento de Izquierda Revolucionaria; el asesinato de Fabricio Ojeda, dirigente de la Unión Republicana Democrática, fue periodista y diputado, ocurrió el 21 de junio de 1966; ocho meses antes es asesinado Alberto Lovera (dirigente del Comité Central de PCV, detenido el 18 y su cadáver aparece el 27 de octubre de 1965; el asesinato de Noel Rodríguez, dirigente nacional de la Liga Socialista, el asesinato de Jorge Rodríguez, dirigente Nacional de la Liga Socialista y Estudiantil: Todos ellos entre miles de compatriotas que entregaron sus vidas por hacer de Venezuela una país para todos.
Se hace imposible calcular con exactitud cuántos muertos o desaparecidos hubo durante este periodo, en cualquier caso, la cifra se estima en varios miles.
Lo peligroso de la impunidad que han disfrutado los actores intelectuales y físicos de todos estos crímenes, es que en los últimos 10 años, bajo el gobierno del Presidente Chávez, han seguido ocurriendo crímenes contra luchadores sociales, están los casos de más de 30 campesinos que han sido asesinado por luchar contra los latifundistas; y, también varias decenas de dirigentes sociales y políticos afines a la revolución bolivariana, asesinado en hechos no investigados, ni aclarados. La justicia se ha mantenido alejada de los cambios que se están provocando en la nueva sociedad.
Loa actuales problemas de inseguridad, la actuación del hampa, grupos paramilitares, terratenientes, asesinatos selectivos, ajuste de cuenta o como se le llame, son producto de un peligroso clima de impunidad en que vive la sociedad venezolana.
A eso se agrega la corrupción e incluso, hasta la violación a la ley de transito por cualquier ciudadano es producto de ello.
Es por ello, que se transforma en un deber revolucionario, luchar frontalmente contra la impunidad y es necesario recuperar la memoria histórica para que ¡Nunca Más, en Venezuela!. se asesine impunemente.

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