sábado, 6 de septiembre de 2008

Lucia India Yukpa: "Yo no tiene miedo, voy a morir por este tierra"

"Yo no tiene miedo, voy a morir por este tierra" Lucía, Yukpa
Por: Javier Monagas
(una mañana de sol radiante, abela ciao. Salí a buscar al opresor)
Desde la invasión europea de 1492, hasta ahora, nuestros hermanos originarios aborígenes, los auténticos hijos de la pachamama. Están muriendo por sus tierras. Hasta ahora no hay un solo sentenciado por ese genocidio histórico- continuado. Luego de andar libres en sus espacios naturales, hoy están arrinconados en porciones de suelo, que se creían sin valor, más cuando descubren riquezas, los atacan, les cortan la vida con alambre de púas. Y Luego les dan la estocada final cuando al reclamar sus derechos, les acosan con las armas de la patria para defender los derechos de unos terrófagos asesinos. Forjadores de odio, racismo y despojo. Se ofende la dignidad de la patria, que debe defenderles por ser la cadena más débil en el orden social, cuando disponen de unidades del ejército para impedirles incluso hasta el legítimo y sagrado derecho de libre desplazamiento. Contra ellos hay un diligente accionar que sorprende. Para ellos: la respuesta es adormecida y encerrada en los cavernales y oscuros rincones de la inoperancia y la decidía. Ni siquiera por que son asesinados por sicarios al servicio de terratenientes invasores reconocidos e identificados con nombre y apellido, se les hace justicia.
Así se viola la soberanía de una nación. Cuando el pueblo débil, desamparado por las instituciones del estado, ve como le vejan, maltratan, matan y no hay nada ni nadie que los proteja de los asesinos impulsados y pagados por interese AJENOS A LA MADRE PATRIA. En nuestro continente aborigen caribeño, llevar la honrosa sangre rebelde primigenia, es un delito. Un delito que se paga con sangre y reclusión, con represión y desprecio, con odio y desdén.
Señor presidente: por más ocupaciones que tenga. No existe ninguna justificación para permitir que se siga ofendiendo la dignidad del corazón de la patria a través del castigo inmerecido y cobarde en contra de nuestros hermanos aborígenes, llámense como se llamen, sea por lo que sea. Ellos fueron y son primeros en estas tierras. No se combate el latifundio, haciendo de la injusticia y la tolerancia del crimen, una practica diaria. Para eso no se está haciendo revolución. La revolución se hace para dignificar a esos seres históricamente perseguidos y despojados de todo lo que les pertenece. Es hora de voltear la tortilla. Presidente: hay una canción revolucionaria que dice: “la hierba de los caminos, la pisan los caminantes y a la mujer del obrero y del aborigen (lo último agrego yo) la pisan cuatro tunantes de esos que tienen dinero…” y termina así: “que la tortilla se vuelva. Que los pobres coman pan y los ricos mierda mierda”.
¿Cuándo llegará la revolución a los más débiles y primeros habitantes de estas sufridas tierras?. Revolución deriva de revolucionar, cambiar, derribar lo viejo, acabar con lo injusto, etc. Etc. Etc. Los yukpas y todos los primigenios de estas tierras, son seres humanos casados con la natura. ¿Hasta cuando serán criminalizados por sus orígenes? Ellos merecen una patria, engrandecida por el socialismo.

Aun por sobre la muerte.
Por todas las Lucias, por todos los Sabinos: PATRIA SOCIALISMO O MUERTE… VENCEREMOS. ES UN COMPROMISO HISTORICO.
Camarada presidente de TODOS los Venezolanos: Ud. Avivó la candela revolucionaria, esa llama ahora debe incendiar todas las causas de injusticias sociales.
Esa llama camarita, ya es inextinguible. Echémosle más leña para acelerar el triunfo definitivo.
“Y si yo muero en el combate pongo en tus manos mi fusil”

1 comentario:

Anónimo dijo...

La Ministra astutamente le pasa la papa caliente de la tierra a los caciques carnetizados y pagados por el Ministerio que comanda, para que ellos sean los que decidan la vida de Sabino, Olegario, Francisco Romero, Edison Landino, Ciro Landino, Noelia Romero, Pilar de Maikishi, José Herrera y de las comunidades Chaktapa, Guamo, Río Yaza, Jararamü, Mara Kunaka, Guacaipuro, Kurubal que ocupan las haciendas Tizina, Kusare, Paja Chiquita, Medellín, Maracay, Ceilán, Gran China, entre otras.
Violan así la cosmovisión y la forma de entender la democracia protagónica y participativa de la nación Yukpa, la ministra Nicia Maldonado hoy quiere retomar esta figura propia del área del Tukuko a través del nombramiento de Ezequiel Anane como el Gran Cacique Yukpa de la Sierra de Perijá, conjuntamente como Caciques Mayores a Jesús Terán que sólo es el cacique de la comunidad Neremü, María Teresa Yasphe, ya en proceso de salir de ese cargo por voluntad de todas las comunidades de río Negro, Felix Romero, simple Cacique de Shirapta y no de todas las otras comunidades que pueblan el río Apón y el cacique comunal Emiliano Romero del río Yaza al cual Terán anunció en Caracas ser su Cacique Mayor, engañando a la señora ministra, que nada sabe de la salud del pueblo Guarao y mucho menos de la democracia del pueblo Yukpa.
El desconocimiento sobre las pautas políticas del pueblo Yukpa no es algo a lo que se esté obligado a conocer y entender con profundidad, menos el hecho histórico de cómo se han ido modificando con el contacto institucional del Estado, pero en el más simple ejercicio democrático, pasarle por encima a las ideas no sólo del cacique (que es la voz de su pueblo), sino de todas la mujeres y hombres, niños, niñas, ancianos que constituyen y dan vida a su comunidad, para privilegiar la voz de otro indígena ajeno a la realidad de estas comunidades y con otros intereses es una maniobra definitivamente más que un acto de injusticia y violación a los derechos civiles a los que también tienen derecho Sabino, Olegario, Francisco Romero, Edison Landino, Ciro Landino, Noelia Romero, Pilar de Maikishi, José Herrera y todo el pueblo que conforma las comunidades Chaktapa, Guamo, Río Yaza, Jararamü, Mara Kunaka, Guacaipuro, Kurubal y todos los demás.