jueves, 7 de octubre de 2010

COMISIÓN NACIONAL DE REFUGIADOS EN VENEZUELA EN GINEBRA

Comisión nacional de refugiados en Venezuela habla en Ginebra
Republica Bolivariana de Venezuela.

Palabras pronunciadas en Ginebra por Yldefonso Finol, Presidente de la Comisión Nacional para los Refugiados en Venezuela
6 de octubre de 2010.- Gracias Sr. Presidente, buenos días señoras y señores. Nos suscribimos a la unánime felicitación al Alto Comisionado Sr. Antonio Gutiérrez, por su encomiable labor, justamente reconocida con su reelección. Extendemos nuestro agradecimiento a todo el personal de ACNUR. Reciban el saludo fraterno del pueblo y el Gobierno Bolivariano de Venezuela, muy especialmente del Comandante Presidente Hugo Chávez y de nuestro Canciller Nicolás Maduro.
La Republica Bolivariana de Venezuela no produce refugiados, porque en nuestro país no se persigue a nadie por su religión, sexo, raza, grupo social o ideas políticas. Pero si somos un país receptor. La causa fundamental de este hecho es la situación que vive Colombia desde antes de que existiera el ACNUR.
Ya son más de cuatro millones de colombianas y colombianos que, huyendo de la pobreza y la violencia, encontraron en Venezuela una vida digna, y hoy comparten con nosotros hogar, esperanza y futuro.

Pero aunque el fenómeno lleva décadas desarrollándose, fue a partir de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela que se creó un sólido sistema sobre refugiados. En nuestro ordenamiento jurídico el refugio tiene el más alto rango posible: desde 1999 la Constitución prevé ese derecho –Art. 69.
Contamos con una Ley Orgánica sobre Refugiados o Refugiadas y Asilados o Asiladas -2001- que ha sido calificada recientemente por el Representante de ACNUR en nuestro país como la más avanzada por él conocida.
Contamos con una Comisión Nacional de Refugiados de rango presidencial, que es la autoridad competente en la materia, a cuyas reuniones asiste el Representante de ACNUR en calidad de observador.
Disponemos de oficinas acreditadas en Caracas, y los estados Zulia, Táchira y Apure, frontera con Colombia, que facilitan el acceso de las personas con necesidad de protección internacional a nuestro sistema de refugio. También el ACNUR esta presente en estas ciudades.
Aquí debemos apuntar que el 98% de las solicitudes de refugio que recibe la República Bolivariana de Venezuela vienen de ciudadanas y ciudadanos procedentes de la República de Colombia.
Un estudio del Acnur de 2007, avalado por el INE, estima en 187.000 las personas necesitadas de protección internacional en Venezuela.
La gran mayoría (mas del 80%) de las personas que han solicitado refugio, son migrantes socioeconómicos, sin embargo, también a esos hermanos colombianos los hemos acogido con solidaridad, al punto que sólo en 2004 el Estado regularizó la situación de cuatrocientos mil -400.000- indocumentados de nacionalidad colombiana. Estimamos que un 20% de esta cifra corresponde a personas afectadas directamente por el conflicto.
Es bueno señalar que, tanto a las personas refugiadas como a las que han solicitado ese estatus, les asisten los principios de no sanción, no devolución, no discriminación, debido proceso, confidencialidad y unidad familiar; este último le ha garantizado a refugiados y solicitantes traer a sus familiares y mantener la sagrada unidad de la familia. Ello ha permitido que cientos de niñas, niños y adolescentes accedan a todos los derechos que les consagra el Estado de justicia que rige en nuestro país al influjo de la Revolución Bolivariana.
Todas estas personas están incorporadas a las masivas e inclusivas Misiones Sociales de la Revolución Bolivariana que les garantiza acceso gratuito sin discriminación a los servicios de salud con la Misión Barrio Adentro que llevamos a cabo con apoyo de la altruista Republica de Cuba, o el derecho a la educación pública y gratuita en todos los niveles de nuestro sistema educativo y con las Misiones Robinson, Rivas, Sucre, Cultura y otras. Estos hermanos compran sus alimentos en la Misión Mercal y los Abastos Bicentenarios, que son un mecanismo masivo de comercio justo ejecutado por el Gobierno Bolivariano junto a las organizaciones del Poder Popular. También acceden a energía y transporte baratos subsidiados por el Estado.
Señor Presidente, Estimado Comisionado, Señoras y Señores:
He escuchado con suma atención las intervenciones de las honorables delegaciones que me han antecedido, y anotado con gran interés el tema de las causas del refugio. Para nosotros esta es la cuestión medular. No se trata de si un Estado dona un dólar mas para esta noble tarea mientras derrocha 400 en hacer guerras.
Las causas mas profundas del refugio radican en los sistemas opresores heredados de la Colonia y en el rasgo dominante del siglo XX con una perversa hegemonía imperialista. Allí están las causas de los terribles males que azotan al mundo de hoy. Pobreza atroz, hambre, expoliación de los recursos de las naciones dependientes, mercado de drogas, terrorismo, destrucción del ambiente, todo viene del mismo problema. El imperialismo es la aberración de la contemporaneidad, la maldición de nuestro tiempo, que solo la movilización de los pueblos soberanos y el estremecimiento de la conciencia universal, tal vez, pueda detener.
Se saquea los recursos de los países de economías dependientes, se desestabiliza y se conspira contra gobiernos democráticos que no son serviles al imperio, allí esta aun caliente la arremetida brutal contra el pueblo del Ecuador y su valiente presidente, nuestro hermano Rafael Correa, vaya nuestra solidaridad militante. En fin, se hace de la guerra un frío y calculador negocio al que se dedican fortunas que hacen risiblemente cínicas las donaciones para los refugiados.
La Republica Bolivariana de Venezuela apuesta por caminos de diálogo, por senderos de justicia, por soluciones dignas, por el sueño de una mejor humanidad, que es, al fin y al cabo, el viejo e irrenunciable sueño de la igualdad.
Muchas gracias.
Ildefonso Finol
Presidente de la Comisión Nacional de Refugiados de la República Bolivariana de Venezuela

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