Chavez: ¡Por una V Internacional!
François Sabado
En una reunión internacional de los partidos de izquierda celebrada en Caracas del 19 al 21 de noviembre de 2009, Hugo Chávez ha lanzado un llamamiento por una V Internacional Socialista que, en su opinión, debería reagrupar a partidos de izquierda y movimientos sociales. Según el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, la V Internacional debe constituir un "instrumento para la unificación y la articulación de los pueblos para salvar este planeta". En una situación política mundial marcada por una crisis global del sistema capitalista, es un hecho suficientemente importante como para subrayarlo.
En efecto, los responsables o partidos que plantean la cuestión de la Internacional no son abundantes, es el primer mérito de Chávez.
Tanto más cuanto que este llamamiento va acompañado de una declaración que denuncia el carácter sistémico de la crisis capitalista, más allá de sus dimensiones financieras y bancarias, y reafirma la perspectiva del socialismo del siglo XXI. Llama a la urgente movilización contra la nueva ofensiva imperialista en América Latina, de la administración norteamericana y de la derecha latinoamericana.
Sobre la base de este llamamiento, se puede constituir un amplio frente antiimperialista mundial para marcar su solidaridad con la lucha de los pueblos por sus derechos sociales y políticos, para oponerse a las nuevas bases norteamericanas en Colombia, para apoyar en particular la movilización del pueblo de Honduras contra el nuevo régimen dictatorial.
En el pulso que opone las potencias imperialistas a las luchas de los pueblos, tal frente mundial constituiría un instrumento importante para combatir el poder de las clases dominantes, no solo en América latina sino en el mundo entero.
Estamos dispuestos, como lo hemos hecho desde el comienzo, en la solidaridad con la revolución cubana, la revolución bolivariana, con las experiencias de Bolivia y Ecuador, a comprometernos plenamente en el combate común contra los ataques imperialistas y a ocupar todo nuestro lugar en este frente antiimperialista mundial.
Es también en este marco en el que se plantearía el proceso de construcción de una nueva Internacional. Chávez llama a la constitución de una V Internacional Socialista. Esto vuelve a poner en el orden del día la discusión sobre una nueva Internacional. Chávez sitúa la constitución de una V Internacional en la continuidad de la IV Internacional. Por nuestra parte hemos declarado en numerosas ocasiones que no importan las etiquetas, si hay convergencia sobre el contenido. Pero la constitución de una nueva Internacional implica todo un proceso alrededor de un programa, una política, una organización, que debe ser realizado sobre la base de una amplia discusión con todos los protagonistas.
Hay, en efecto, un nuevo período histórico, en el que las distancias entre diferentes corrientes revolucionarias pueden ser superadas sobre la base de una "nueva comprensión común de los acontecimientos y de las tareas". Desde este punto de vista, no se trata de discutir sobre balances históricos de unos u otros, pero es decisivo sacar conjuntamente las enseñanzas del estalinismo y de la socialdemocracia para que las tragedias y los errores del pasado no se reproduzcan.
Cada partido, cada organización, cada corriente, cada militante debe contribuir a este debate. En lo que concierne a la IV Internacional, ya ha formulado, en numerosas ocasiones, sus proposiciones:
Un programa de reivindicaciones de urgencia antiimperialista y anticapitalista, que parta de las reivindicaciones y de las necesidades sociales de las clases populares, proponga un nuevo reparto de las riquezas, la apropiación pública y social de los sectores clave de la economía y desemboque en la transformación revolucionaria de la sociedad.
La unidad de acción de todas las organizaciones, corrientes, militantes contra los ataques de los gobiernos y las clases capitalistas.
La independencia de los movimientos sociales, de las asociaciones y de las organizaciones sindicales respecto a partidos y estados.
La solidaridad con todas las luchas de los pueblos contra todas las potencias imperialistas.
La lucha contra las opresiones y la defensa de los derechos de las mujeres, de los homosexuales, de los jóvenes y de los inmigrantes.
La lucha por gobiernos de los trabajadores y de las clases populares que satisfagan las principales reivindicaciones sociales y ecológicas, se apoyen en la movilización de la población y su control sobre los principales sectores de la economía. Esta perspectiva implica no participar en gobiernos de gestión del estado y de la economía capitalistas con los partidos de centro izquierda o de la socialdemocracia.
El carácter central de la autoemancipación y de la autoorganización de los pueblos en el proyecto de derrocamiento del capitalismo.
Un proyecto ecosocialista que combine la satisfacción de las necesidades sociales así como el respeto y el equilibrio de nuestro ecosistema. En este sentido, tenemos mucho que aprender de los pueblos indígenas de América del Sur y de su relación con la tierra.
La democracia socialista como proyecto de sociedad: autogestión de la economía, democracia y pluralismo de los partidos y movimientos sociales.
Estas son algunas pistas de discusión para avanzar en la vía del reagrupamiento de todos los anticapitalistas a escala internacional. Son las primeras ideas que defenderemos en un proceso de constitución de una nueva Internacional.
En fin, el llamamiento de Chávez a una V Internacional constituye también un punto de apoyo cuando plantea la cuestión de una nueva Internacional independientemente de la II Internacional de la que son miembros organizaciones como los partidos socialdemócratas, el PRI mexicano, o asociados como el PT brasileño. Pero hay también que clarificar una cuestión en la construcción de una nueva Internacional, que es la diferencia entre las políticas de estado y la construcción de un proyecto político. Una cosa son los acuerdos económicos y comerciales realizados por estados dirigidos por gobiernos antiimperialistas con otros estados, incluso dotados de regímenes reaccionarios, u oponerse a ataques del imperialismo contra determinados países, otra cosa es el apoyo público otorgado a regímenes como los del Partido comunista chino o el de la República Islámica de Irán... El proyecto de una V Internacional no puede en absoluto ser asociado a esos regímenes.
Una vez más, este llamamiento crea las condiciones de una nueva discusión internacional, indisociable de la solidaridad con la revolución bolivariana. Es en este espíritu que la IV Internacional, sus organizaciones y sus militantes responderán, ¡presentes!.
François Sabado es miembro del Buró Ejecutivo de la IV Internacional
François Sabado
En una reunión internacional de los partidos de izquierda celebrada en Caracas del 19 al 21 de noviembre de 2009, Hugo Chávez ha lanzado un llamamiento por una V Internacional Socialista que, en su opinión, debería reagrupar a partidos de izquierda y movimientos sociales. Según el presidente del Partido Socialista Unido de Venezuela, la V Internacional debe constituir un "instrumento para la unificación y la articulación de los pueblos para salvar este planeta". En una situación política mundial marcada por una crisis global del sistema capitalista, es un hecho suficientemente importante como para subrayarlo.
En efecto, los responsables o partidos que plantean la cuestión de la Internacional no son abundantes, es el primer mérito de Chávez.
Tanto más cuanto que este llamamiento va acompañado de una declaración que denuncia el carácter sistémico de la crisis capitalista, más allá de sus dimensiones financieras y bancarias, y reafirma la perspectiva del socialismo del siglo XXI. Llama a la urgente movilización contra la nueva ofensiva imperialista en América Latina, de la administración norteamericana y de la derecha latinoamericana.
Sobre la base de este llamamiento, se puede constituir un amplio frente antiimperialista mundial para marcar su solidaridad con la lucha de los pueblos por sus derechos sociales y políticos, para oponerse a las nuevas bases norteamericanas en Colombia, para apoyar en particular la movilización del pueblo de Honduras contra el nuevo régimen dictatorial.
En el pulso que opone las potencias imperialistas a las luchas de los pueblos, tal frente mundial constituiría un instrumento importante para combatir el poder de las clases dominantes, no solo en América latina sino en el mundo entero.
Estamos dispuestos, como lo hemos hecho desde el comienzo, en la solidaridad con la revolución cubana, la revolución bolivariana, con las experiencias de Bolivia y Ecuador, a comprometernos plenamente en el combate común contra los ataques imperialistas y a ocupar todo nuestro lugar en este frente antiimperialista mundial.
Es también en este marco en el que se plantearía el proceso de construcción de una nueva Internacional. Chávez llama a la constitución de una V Internacional Socialista. Esto vuelve a poner en el orden del día la discusión sobre una nueva Internacional. Chávez sitúa la constitución de una V Internacional en la continuidad de la IV Internacional. Por nuestra parte hemos declarado en numerosas ocasiones que no importan las etiquetas, si hay convergencia sobre el contenido. Pero la constitución de una nueva Internacional implica todo un proceso alrededor de un programa, una política, una organización, que debe ser realizado sobre la base de una amplia discusión con todos los protagonistas.
Hay, en efecto, un nuevo período histórico, en el que las distancias entre diferentes corrientes revolucionarias pueden ser superadas sobre la base de una "nueva comprensión común de los acontecimientos y de las tareas". Desde este punto de vista, no se trata de discutir sobre balances históricos de unos u otros, pero es decisivo sacar conjuntamente las enseñanzas del estalinismo y de la socialdemocracia para que las tragedias y los errores del pasado no se reproduzcan.
Cada partido, cada organización, cada corriente, cada militante debe contribuir a este debate. En lo que concierne a la IV Internacional, ya ha formulado, en numerosas ocasiones, sus proposiciones:
Un programa de reivindicaciones de urgencia antiimperialista y anticapitalista, que parta de las reivindicaciones y de las necesidades sociales de las clases populares, proponga un nuevo reparto de las riquezas, la apropiación pública y social de los sectores clave de la economía y desemboque en la transformación revolucionaria de la sociedad.
La unidad de acción de todas las organizaciones, corrientes, militantes contra los ataques de los gobiernos y las clases capitalistas.
La independencia de los movimientos sociales, de las asociaciones y de las organizaciones sindicales respecto a partidos y estados.
La solidaridad con todas las luchas de los pueblos contra todas las potencias imperialistas.
La lucha contra las opresiones y la defensa de los derechos de las mujeres, de los homosexuales, de los jóvenes y de los inmigrantes.
La lucha por gobiernos de los trabajadores y de las clases populares que satisfagan las principales reivindicaciones sociales y ecológicas, se apoyen en la movilización de la población y su control sobre los principales sectores de la economía. Esta perspectiva implica no participar en gobiernos de gestión del estado y de la economía capitalistas con los partidos de centro izquierda o de la socialdemocracia.
El carácter central de la autoemancipación y de la autoorganización de los pueblos en el proyecto de derrocamiento del capitalismo.
Un proyecto ecosocialista que combine la satisfacción de las necesidades sociales así como el respeto y el equilibrio de nuestro ecosistema. En este sentido, tenemos mucho que aprender de los pueblos indígenas de América del Sur y de su relación con la tierra.
La democracia socialista como proyecto de sociedad: autogestión de la economía, democracia y pluralismo de los partidos y movimientos sociales.
Estas son algunas pistas de discusión para avanzar en la vía del reagrupamiento de todos los anticapitalistas a escala internacional. Son las primeras ideas que defenderemos en un proceso de constitución de una nueva Internacional.
En fin, el llamamiento de Chávez a una V Internacional constituye también un punto de apoyo cuando plantea la cuestión de una nueva Internacional independientemente de la II Internacional de la que son miembros organizaciones como los partidos socialdemócratas, el PRI mexicano, o asociados como el PT brasileño. Pero hay también que clarificar una cuestión en la construcción de una nueva Internacional, que es la diferencia entre las políticas de estado y la construcción de un proyecto político. Una cosa son los acuerdos económicos y comerciales realizados por estados dirigidos por gobiernos antiimperialistas con otros estados, incluso dotados de regímenes reaccionarios, u oponerse a ataques del imperialismo contra determinados países, otra cosa es el apoyo público otorgado a regímenes como los del Partido comunista chino o el de la República Islámica de Irán... El proyecto de una V Internacional no puede en absoluto ser asociado a esos regímenes.
Una vez más, este llamamiento crea las condiciones de una nueva discusión internacional, indisociable de la solidaridad con la revolución bolivariana. Es en este espíritu que la IV Internacional, sus organizaciones y sus militantes responderán, ¡presentes!.
François Sabado es miembro del Buró Ejecutivo de la IV Internacional
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