En períodos de dificultades, reforzar aún más la ideología
La ideología es un arma permanente de la Revolución, pero en los períodos difíciles su uso requiere mayor impulso. La crisis económica mundial, la baja de los precios del petróleo, la sequía y la crisis del sector eléctrico han creado dificultades adicionales al proceso revolucionario. Ahora se requiere reforzar el trabajo ideológico.
La ideología burguesa tiene a su favor todas las ventajas de las que puede disponer, gracias a las posiciones que aún mantiene en la sociedad venezolana.
Cuenta con el peso ideológico de la Iglesia, la influencia de la escuela tradicional, la crianza familiar, las costumbres consuetudinarias, las manifestaciones de la cultura dominante, pero además con la poderosa influencia en la batalla de las ideas de los medios de comunicación, especialmente la prensa de mayor penetración popular y la radio y TV, cuya incidencia en la formación de opinión abarca un amplio escenario.
Los medios de comunicación transmiten informaciones e imágenes que, al repetirse con insistencia, forman una “matriz de opinión” y ésta se transforma en una “verdad”. Una vez establecida esta falsa “verdad”, resultará casi imposible desvanecerla y restituir la realidad; es decir, la verdad verdadera. El ministro nazi de propaganda Goebbels fue uno de los más relevantes cultivadores de la mentira convertida en verdad, gracias a los recursos de los medios de comunicación.
La ideología burguesa tiene a su disposición plantas de televisión, emisoras y diarios, además de extensas redes o cadenas de trasmisión mundial de noticias, cuyas informaciones e imágenes son consumidas por millones de personas. La mayoría de sus “clisés” son diseñados en costosos laboratorios, montados por los servicios de inteligencia estratégica de las grandes potencias imperialistas, dotados de “creadores” que estudian las particularidades de cada país para surtir su veneno.
Este poderoso aparato mediático está volcado contra el proceso revolucionario bolivariano, con el agravante de que funciona fuera de la ley, viola como le da la gana las normas legales en la materia y se burla de la tolerancia e ingenuidad de las autoridades.
La composición de clases de la sociedad venezolana favorece la ideología burguesa. Debido a su escaso desarrollo industrial, a la escasa capacidad de empleo de la industria petrolera y de otras empresas básicas, al peso del comercio y los servicios, Venezuela es un país eminentemente pequeño-burgués.
Esta característica del país significa que el esfuerzo por promover, defender e implantar la ideología socialista y la lucha por derrotar y desplazar los prejuicios, las falsificaciones, las mentiras y las adulteraciones de la ideología burguesa, requieren mucho más recursos que los actualmente a disposición del movimiento revolucionario
La ideología es un arma permanente de la Revolución, pero en los períodos difíciles su uso requiere mayor impulso. La crisis económica mundial, la baja de los precios del petróleo, la sequía y la crisis del sector eléctrico han creado dificultades adicionales al proceso revolucionario. Ahora se requiere reforzar el trabajo ideológico.
La ideología burguesa tiene a su favor todas las ventajas de las que puede disponer, gracias a las posiciones que aún mantiene en la sociedad venezolana.
Cuenta con el peso ideológico de la Iglesia, la influencia de la escuela tradicional, la crianza familiar, las costumbres consuetudinarias, las manifestaciones de la cultura dominante, pero además con la poderosa influencia en la batalla de las ideas de los medios de comunicación, especialmente la prensa de mayor penetración popular y la radio y TV, cuya incidencia en la formación de opinión abarca un amplio escenario.
Los medios de comunicación transmiten informaciones e imágenes que, al repetirse con insistencia, forman una “matriz de opinión” y ésta se transforma en una “verdad”. Una vez establecida esta falsa “verdad”, resultará casi imposible desvanecerla y restituir la realidad; es decir, la verdad verdadera. El ministro nazi de propaganda Goebbels fue uno de los más relevantes cultivadores de la mentira convertida en verdad, gracias a los recursos de los medios de comunicación.
La ideología burguesa tiene a su disposición plantas de televisión, emisoras y diarios, además de extensas redes o cadenas de trasmisión mundial de noticias, cuyas informaciones e imágenes son consumidas por millones de personas. La mayoría de sus “clisés” son diseñados en costosos laboratorios, montados por los servicios de inteligencia estratégica de las grandes potencias imperialistas, dotados de “creadores” que estudian las particularidades de cada país para surtir su veneno.
Este poderoso aparato mediático está volcado contra el proceso revolucionario bolivariano, con el agravante de que funciona fuera de la ley, viola como le da la gana las normas legales en la materia y se burla de la tolerancia e ingenuidad de las autoridades.
La composición de clases de la sociedad venezolana favorece la ideología burguesa. Debido a su escaso desarrollo industrial, a la escasa capacidad de empleo de la industria petrolera y de otras empresas básicas, al peso del comercio y los servicios, Venezuela es un país eminentemente pequeño-burgués.
Esta característica del país significa que el esfuerzo por promover, defender e implantar la ideología socialista y la lucha por derrotar y desplazar los prejuicios, las falsificaciones, las mentiras y las adulteraciones de la ideología burguesa, requieren mucho más recursos que los actualmente a disposición del movimiento revolucionario
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