FORTALECER AL PSUV PARA ENFRENTAR AL IMPERIO
Luis Alberto Toro Ojeda
El imperio no descansa, sus cuadros tanto en Colombia como en Venezuela ejecutan un plan que abarca todos los espacios, desde la amenaza abierta con la instalación de bases militares y la ocupación de un país hermano hasta la agitación callejera que presentan en Venezuela, con el remoquete de “reivindicaciones”, solo la conciencia del pueblo venezolano y latinoamericano frenará las pretensiones imperiales. Los tambores de guerra retumban por los lados de la frontera de Venezuela con Colombia, la oligarquía venezolana a través de sus medios de comunicación lanzan mensajes en torno a la violencia interna, la inseguridad y los problemas eléctricos, por cierto, deficiencias que el gobierno revolucionario reconoce por boca de su propio presidente, Hugo Chávez, sin embargo, sabemos las pretensiones mediáticas de la oligarquía, minimizar la agresión imperial a través del gobierno títere de Colombia y magnificar los problemas internos del país para colapsar a la revolución bolivariana. En medio de esta maniobra imperial el PSUV se prepara para llevar a cabo la selección de delegados al congreso fundacional, una elección que debe marcar el comienzo de una nueva forma de concebir los procesos electorales bajo la óptica socialista, por cuanto, en estos momentos aun los nuestros están contaminados por las viejas costumbres y las viejas practicas y tácticas que estamos obligados hoy más que nunca a superar.
La derecha se prepara en todos los frentes y en todos los planes, desde el subversivo hasta el legal electoral y para ello despliega toda su artillería del pensamiento, es decir, del pensamiento capitalista, fundamentalmente sembrando sus valores de egoísmo y mezquindad. ¿Por qué juntamos el tema de la elección de delegados del partido con lo que ocurre actualmente con la agresión imperial abierta y oculta? Sencillamente el imperio se viene moviendo e intentando debilitar el liderazgo de Chávez en el proceso revolucionario en todos los ámbitos; en un escenario hipotético, en donde logren su objetivo, el plan posterior es derrocar la revolución y desatar sobre el pueblo venezolano la más cruel represión jamás vista, ese es un escenario que el imperio evalúa permanentemente; nuestro objetivo es evitarlo y para ello requerimos de un partido fortalecido y comprometido, con la suficiente claridad de la profundidad de la batalla y del compromiso histórico, no solo con nuestro pueblo, sino con las ideas libertarias del socialismo y la humanidad entera. En este contexto no podemos desvincular el tema de la consolidación del partido con lo que está ocurriendo en los distintos escenarios de batalla donde el imperio despliega su estrategia. El comportamiento y la acción de la oposición venezolana nos demuestra que desde hace rato las directrices no son tomadas en la casa de los partidos escuálidos del país, las decisiones importantes de la oposición venezolana están en el centro de poder imperial, lo demás es puro cuento. Las acciones opositoras que muchas veces causan estupor y hasta risa están profundamente marcadas por los asesores gringos, es así como ordenan a los estudiantes de derecha pelar el nalguero y otras ridiculeces, el objetivo, banalizar todo, hacer todo en base a algo que para muchos no ocurre frecuentemente, que forma parte de algo extraño, de costumbres extrañas, el imperio con ello prepara el zarpazo a la revolución venezolana, en sus mentes está la invasión y ocupación, a corto, mediano o largo plazo ¿Cuando? No lo sabemos, pero en sus análisis está la ocupación, total, Colombia ya está ocupada con la modalidad del narcoestado, a Honduras le dan el zarpazo con personajes vinculados al delito, según se desprende de distintas fuentes noticiosas, con ello el imperio juega, al igual como en la década de los cincuenta a bombardearnos por todos los flancos y uno de ellos, el aparentemente preferido en estos momentos es por la generación de situaciones de violencia ya no en una guerra convencional sino en la modalidad de la invasión con paramilitares y narcotraficantes desde la hermana república de Colombia.
La vida continúa y estamos ante el inmenso reto de trascender, eso es imposible sin la consolidación de un partido socialista que se está construyendo desde las bases como es el caso del PSUV. En este orden de ideas es pertinente señalar y recoger la propuesta hecha por Antonio Aponte en su artículo del 5 de Noviembre APETENCIAS Y TENDENCIAS, con respecto a las tendencias internas que debemos tener claramente definidas y los mecanismos para descontaminar el congreso fundacional, es decir, ¿Cómo lograr que el congreso fundacional no sea un torneo para las aspiraciones burocráticas y para el sostenimiento del control del aparato del partido única y exclusivamente para la ejecución de proyectos individuales? La propuesta de Aponte es extraordinaria, se refiere a que, los representantes en el congreso fundacional no puedan ser luego candidatos a cargos burocráticos, todo ello con el objeto de depurar el congreso fundacional de lo que el llama apetencias, que reunidas y acordadas pudieran funcionar como una tendencia, pero que en el fondo no lo es, aunque, al final termina perteneciendo a la tendencia capitalista dentro del partido, es decir, un militante socialista que use estos escenarios para promover sus apetencias no es un socialista, aunque insista que lo es, como tampoco puede llamarse socialista el corrupto, etcétera...Sólo imaginemos que la propuesta de Aponte sea tomada en cuenta por la alta dirección del partido y se resuelva que salvo el presidente Chávez, por ser éste el líder fundamental del proceso, pueda ejercer las dos funciones, y esto él lo asume no como una concesión graciosa, lo asume porque es su responsabilidad histórica, al igual que Fidel en Cuba y otros ejemplos en el mundo; solo imaginemos el impacto para los infiltrados y los representantes de la tendencia capitalista que solo buscan posicionarse de cargos para desde allí desplegar su estrategia de desgaste y debilitamiento en contra de la revolución socialista y por ende en contra de Chávez, eso tenemos que decirlo con toda la crudeza del caso y el impacto para el pueblo revolucionario, siempre alejado de las maniobras gobierneras, recibiría este mensaje como una extraordinaria señal de avance revolucionario. Igualmente muchos pudieran considerar esta propuesta de Aponte como un acto de tremendura, sin embargo, el contenido central está relacionado con la necesidad de estimular con valores morales antes que con premios burocráticos...¿Cuantos Alcaldes y Gobernadores que son candidatos a delegados saldrían corriendo a retirar sus candidaturas por una medida de estas características? Estamos seguros que muchos se mantendrán, sin importarles que luego no puedan ser candidatos a cargos de conducción del estado y esto es suficiente muestra de comportamiento revolucionario. Por otra parte las elecciones del 15 de noviembre no puede ser un mero torneo electoral, sin embargo, sería ingenuo pensar que en el seno del partido no se presentará la batalla entre capitalismo y socialismo; hasta en el movimiento 26 de Julio en Cuba de los sesenta se presentó esa confrontación, proviniendo este movimiento de una estructura cerrada y con otras características, no obstante padeció de esa inevitable confrontación entre quienes creemos en el socialismo y quienes creen en el capitalismo como alternativa, esa confrontación es inevitable; si eso ocurrió en Cuba, con más razón en Venezuela, dadas las características de conformación del PSUV, pero a esa realidad es algo que no le debemos temer, por el contrario, solo en el debate de ideas es posible decantar y desenmascarar la penetración del enemigo, ojo, no personalizamos, simplemente es el comportamiento de cada uno de nosotros que nos aleja de los principios revolucionarios y socialistas, cuando no creemos en ello de corazón y convicción, esto lo sabe el enemigo, el imperio capitalista y por esa razón juega con la posibilidad de socavar desde adentro la ideología socialista e instaurar el capitalismo. El Partido Socialista Unido de Venezuela apenas está en etapa de conformación, ilusos seríamos si pensáramos que es un proyecto acabado, como iluso es pensar que estamos rodeados de puros socialistas en nuestra estructura, eso lo sabemos, pero la política es táctica y estrategia, quien la aplique mejor saldrá airoso. Vale la pena señalar el tema de las tendencias y volvemos a recurrir a la columna UN GRANO DE MAIZ; hay una tendencia capitalista y otra socialista que se debaten internamente, y la tendencia socialista se hace más fuerte que cualquier otra por el peso específico de Chávez y cualquier otra manifestación que esté contaminada con el germen capitalista termina siendo y convirtiéndose en representante de la tendencia capitalista, la cual estamos obligados los socialistas a derrotar.
Para muchos pareciera impertinentes estas ideas, reiteramos, no obstante, forman parte del necesario debate que hay que dar en la búsqueda de lo que en definitiva es la batalla principal, la batalla contra el capitalismo y el imperialismo. El pueblo centra la esperanza en que el proceso no se debilite, allí estamos a la espera y en la trinchera diaria de batalla, sin prisa pero sin pausa, convencidos que la historia nos dará la razón, pero esa batalla no es sencilla, ni siquiera puede darse solo pensando en lo posicional, debe darse en función de profundizar una nueva forma de concebir la democracia, la verdadera democracia y esa no puede ser otra que la ejercida por el colectivo y en función de la conciencia del deber social, esa es la ruta socialista y ello pasa por la dotación de las herramientas necesarias para la creación de los espacios o zonas socialistas, llenas éstas del espíritu del hombre nuevo, del hombre socialista, del hombre que se fragua en medio de la praxis diaria alejada de la mezquindad capitalista, del egoísmo y el individualismo.
En medio de este contexto en donde cada vez se recrudecen más y más las posiciones, es absolutamente contraproducente pensar que existen acciones aisladas, cierto es que muchos comportamientos son motivados por la dinámica, o mejor dicho, por la inercia o fuerza de la costumbre de lo viejo que tenemos impregnado y que estamos llamados a derrotar, pero en lo general, en lo global es simple y llanamente la confrontación entre socialismo y capitalismo. El presidente Chávez acierta con sus posiciones, no podemos continuar en esa etapa de indefinición y preeminencia del tecnicismo por sobre las ideas socialistas, de esa forma jamás resolveremos el nudo gordiano que nos presenta el sistema y así derrumbar el capitalismo como sistema, no es sencilla la tarea, pero es la tarea de todas y todos.
La militancia del PSUV aglutinada en patrullas está obligada a participar, de su fuerza telúrica dependen muchas cosas, de su acción coordinada se desprenderá la velocidad de la marcha y de la marcha dependerán los tiempos y el aprovechamiento de las coyunturas adecuadas, lo que si está en el librito, por decir algo, es que cuando el imperio ataca, la mejor defensa es el contraataque, eso lo hemos corroborado y quien dude de la ofensiva imperial está como mínimo en las nebulosas.
Luis Alberto Toro Ojeda
El imperio no descansa, sus cuadros tanto en Colombia como en Venezuela ejecutan un plan que abarca todos los espacios, desde la amenaza abierta con la instalación de bases militares y la ocupación de un país hermano hasta la agitación callejera que presentan en Venezuela, con el remoquete de “reivindicaciones”, solo la conciencia del pueblo venezolano y latinoamericano frenará las pretensiones imperiales. Los tambores de guerra retumban por los lados de la frontera de Venezuela con Colombia, la oligarquía venezolana a través de sus medios de comunicación lanzan mensajes en torno a la violencia interna, la inseguridad y los problemas eléctricos, por cierto, deficiencias que el gobierno revolucionario reconoce por boca de su propio presidente, Hugo Chávez, sin embargo, sabemos las pretensiones mediáticas de la oligarquía, minimizar la agresión imperial a través del gobierno títere de Colombia y magnificar los problemas internos del país para colapsar a la revolución bolivariana. En medio de esta maniobra imperial el PSUV se prepara para llevar a cabo la selección de delegados al congreso fundacional, una elección que debe marcar el comienzo de una nueva forma de concebir los procesos electorales bajo la óptica socialista, por cuanto, en estos momentos aun los nuestros están contaminados por las viejas costumbres y las viejas practicas y tácticas que estamos obligados hoy más que nunca a superar.
La derecha se prepara en todos los frentes y en todos los planes, desde el subversivo hasta el legal electoral y para ello despliega toda su artillería del pensamiento, es decir, del pensamiento capitalista, fundamentalmente sembrando sus valores de egoísmo y mezquindad. ¿Por qué juntamos el tema de la elección de delegados del partido con lo que ocurre actualmente con la agresión imperial abierta y oculta? Sencillamente el imperio se viene moviendo e intentando debilitar el liderazgo de Chávez en el proceso revolucionario en todos los ámbitos; en un escenario hipotético, en donde logren su objetivo, el plan posterior es derrocar la revolución y desatar sobre el pueblo venezolano la más cruel represión jamás vista, ese es un escenario que el imperio evalúa permanentemente; nuestro objetivo es evitarlo y para ello requerimos de un partido fortalecido y comprometido, con la suficiente claridad de la profundidad de la batalla y del compromiso histórico, no solo con nuestro pueblo, sino con las ideas libertarias del socialismo y la humanidad entera. En este contexto no podemos desvincular el tema de la consolidación del partido con lo que está ocurriendo en los distintos escenarios de batalla donde el imperio despliega su estrategia. El comportamiento y la acción de la oposición venezolana nos demuestra que desde hace rato las directrices no son tomadas en la casa de los partidos escuálidos del país, las decisiones importantes de la oposición venezolana están en el centro de poder imperial, lo demás es puro cuento. Las acciones opositoras que muchas veces causan estupor y hasta risa están profundamente marcadas por los asesores gringos, es así como ordenan a los estudiantes de derecha pelar el nalguero y otras ridiculeces, el objetivo, banalizar todo, hacer todo en base a algo que para muchos no ocurre frecuentemente, que forma parte de algo extraño, de costumbres extrañas, el imperio con ello prepara el zarpazo a la revolución venezolana, en sus mentes está la invasión y ocupación, a corto, mediano o largo plazo ¿Cuando? No lo sabemos, pero en sus análisis está la ocupación, total, Colombia ya está ocupada con la modalidad del narcoestado, a Honduras le dan el zarpazo con personajes vinculados al delito, según se desprende de distintas fuentes noticiosas, con ello el imperio juega, al igual como en la década de los cincuenta a bombardearnos por todos los flancos y uno de ellos, el aparentemente preferido en estos momentos es por la generación de situaciones de violencia ya no en una guerra convencional sino en la modalidad de la invasión con paramilitares y narcotraficantes desde la hermana república de Colombia.
La vida continúa y estamos ante el inmenso reto de trascender, eso es imposible sin la consolidación de un partido socialista que se está construyendo desde las bases como es el caso del PSUV. En este orden de ideas es pertinente señalar y recoger la propuesta hecha por Antonio Aponte en su artículo del 5 de Noviembre APETENCIAS Y TENDENCIAS, con respecto a las tendencias internas que debemos tener claramente definidas y los mecanismos para descontaminar el congreso fundacional, es decir, ¿Cómo lograr que el congreso fundacional no sea un torneo para las aspiraciones burocráticas y para el sostenimiento del control del aparato del partido única y exclusivamente para la ejecución de proyectos individuales? La propuesta de Aponte es extraordinaria, se refiere a que, los representantes en el congreso fundacional no puedan ser luego candidatos a cargos burocráticos, todo ello con el objeto de depurar el congreso fundacional de lo que el llama apetencias, que reunidas y acordadas pudieran funcionar como una tendencia, pero que en el fondo no lo es, aunque, al final termina perteneciendo a la tendencia capitalista dentro del partido, es decir, un militante socialista que use estos escenarios para promover sus apetencias no es un socialista, aunque insista que lo es, como tampoco puede llamarse socialista el corrupto, etcétera...Sólo imaginemos que la propuesta de Aponte sea tomada en cuenta por la alta dirección del partido y se resuelva que salvo el presidente Chávez, por ser éste el líder fundamental del proceso, pueda ejercer las dos funciones, y esto él lo asume no como una concesión graciosa, lo asume porque es su responsabilidad histórica, al igual que Fidel en Cuba y otros ejemplos en el mundo; solo imaginemos el impacto para los infiltrados y los representantes de la tendencia capitalista que solo buscan posicionarse de cargos para desde allí desplegar su estrategia de desgaste y debilitamiento en contra de la revolución socialista y por ende en contra de Chávez, eso tenemos que decirlo con toda la crudeza del caso y el impacto para el pueblo revolucionario, siempre alejado de las maniobras gobierneras, recibiría este mensaje como una extraordinaria señal de avance revolucionario. Igualmente muchos pudieran considerar esta propuesta de Aponte como un acto de tremendura, sin embargo, el contenido central está relacionado con la necesidad de estimular con valores morales antes que con premios burocráticos...¿Cuantos Alcaldes y Gobernadores que son candidatos a delegados saldrían corriendo a retirar sus candidaturas por una medida de estas características? Estamos seguros que muchos se mantendrán, sin importarles que luego no puedan ser candidatos a cargos de conducción del estado y esto es suficiente muestra de comportamiento revolucionario. Por otra parte las elecciones del 15 de noviembre no puede ser un mero torneo electoral, sin embargo, sería ingenuo pensar que en el seno del partido no se presentará la batalla entre capitalismo y socialismo; hasta en el movimiento 26 de Julio en Cuba de los sesenta se presentó esa confrontación, proviniendo este movimiento de una estructura cerrada y con otras características, no obstante padeció de esa inevitable confrontación entre quienes creemos en el socialismo y quienes creen en el capitalismo como alternativa, esa confrontación es inevitable; si eso ocurrió en Cuba, con más razón en Venezuela, dadas las características de conformación del PSUV, pero a esa realidad es algo que no le debemos temer, por el contrario, solo en el debate de ideas es posible decantar y desenmascarar la penetración del enemigo, ojo, no personalizamos, simplemente es el comportamiento de cada uno de nosotros que nos aleja de los principios revolucionarios y socialistas, cuando no creemos en ello de corazón y convicción, esto lo sabe el enemigo, el imperio capitalista y por esa razón juega con la posibilidad de socavar desde adentro la ideología socialista e instaurar el capitalismo. El Partido Socialista Unido de Venezuela apenas está en etapa de conformación, ilusos seríamos si pensáramos que es un proyecto acabado, como iluso es pensar que estamos rodeados de puros socialistas en nuestra estructura, eso lo sabemos, pero la política es táctica y estrategia, quien la aplique mejor saldrá airoso. Vale la pena señalar el tema de las tendencias y volvemos a recurrir a la columna UN GRANO DE MAIZ; hay una tendencia capitalista y otra socialista que se debaten internamente, y la tendencia socialista se hace más fuerte que cualquier otra por el peso específico de Chávez y cualquier otra manifestación que esté contaminada con el germen capitalista termina siendo y convirtiéndose en representante de la tendencia capitalista, la cual estamos obligados los socialistas a derrotar.
Para muchos pareciera impertinentes estas ideas, reiteramos, no obstante, forman parte del necesario debate que hay que dar en la búsqueda de lo que en definitiva es la batalla principal, la batalla contra el capitalismo y el imperialismo. El pueblo centra la esperanza en que el proceso no se debilite, allí estamos a la espera y en la trinchera diaria de batalla, sin prisa pero sin pausa, convencidos que la historia nos dará la razón, pero esa batalla no es sencilla, ni siquiera puede darse solo pensando en lo posicional, debe darse en función de profundizar una nueva forma de concebir la democracia, la verdadera democracia y esa no puede ser otra que la ejercida por el colectivo y en función de la conciencia del deber social, esa es la ruta socialista y ello pasa por la dotación de las herramientas necesarias para la creación de los espacios o zonas socialistas, llenas éstas del espíritu del hombre nuevo, del hombre socialista, del hombre que se fragua en medio de la praxis diaria alejada de la mezquindad capitalista, del egoísmo y el individualismo.
En medio de este contexto en donde cada vez se recrudecen más y más las posiciones, es absolutamente contraproducente pensar que existen acciones aisladas, cierto es que muchos comportamientos son motivados por la dinámica, o mejor dicho, por la inercia o fuerza de la costumbre de lo viejo que tenemos impregnado y que estamos llamados a derrotar, pero en lo general, en lo global es simple y llanamente la confrontación entre socialismo y capitalismo. El presidente Chávez acierta con sus posiciones, no podemos continuar en esa etapa de indefinición y preeminencia del tecnicismo por sobre las ideas socialistas, de esa forma jamás resolveremos el nudo gordiano que nos presenta el sistema y así derrumbar el capitalismo como sistema, no es sencilla la tarea, pero es la tarea de todas y todos.
La militancia del PSUV aglutinada en patrullas está obligada a participar, de su fuerza telúrica dependen muchas cosas, de su acción coordinada se desprenderá la velocidad de la marcha y de la marcha dependerán los tiempos y el aprovechamiento de las coyunturas adecuadas, lo que si está en el librito, por decir algo, es que cuando el imperio ataca, la mejor defensa es el contraataque, eso lo hemos corroborado y quien dude de la ofensiva imperial está como mínimo en las nebulosas.
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