martes, 3 de noviembre de 2009

Livia Gouverneur La Virgen Roja

Livia Gouverneur La Virgen Roja
El 16 de septiembre de 1959 ingresa a la Universidad Central d Venezuela (UCV) a estudiar psicología.
Comparte sus primeras ideas comunistas e ingresa a la lucha armada. Se hace comunista.
Murió el primero de noviembre de 1961, en un ataque a un centro contra revolucionario de cubanos batisteros ubicado en Caracas.
Gouverneur se destacaba como una magnífica activista del trabajo campesino y buena combatiente de los destacamentos urbanos. Ella es la más pura exponente de un gran fenómeno nuevo: la incorporación directa y eficaz de la mujer a la lucha armada, al combate con las armas en la mano para repeler la saña asesina de los explotadores.
Su muerte estremeció a la juventud del país. A los días siguientes, Caracas se prendió, la despedida de la revolucionaria de capa cabal fue multitudinaria, la lucha armada se profundizó. La Virgen roja, como la llamaba el poeta Humberto Cuenca, dejó un honrosa y prometedora estela de valentía y arrojo para los que luchan por una mejor sociedad.

Livia enciende la pradera
Chino Valera Mora
Entonces muchacha combatiente,
camarada solar, rosa del pueblo, novia
y hermana de lo que esperamos:
con tus puños tus uñas tus zapatos
tu libreta de apuntes tus canciones
el vestido que no estrenaste tu digna bandera tu pistola
y tu corazón que no aguantaba más,
te despeñaste a rabia y fuego
sobre toda su playa de traidores.
Ahora fue duro golpe tu caída.
Hoy sonreír es una desvergüenza,
Tú lo sabes mejor que nadie,
y aceptamos esta vida de cuchillo
y de violencia desatada.
Hoy no sabemos si Cristo
es mujer o es hombre, solo que el pueblo de
nuevo fue crucificado.
Pero tu agonía volcada
incendia la pradera, y hay jóvenes y
sombras de jóvenes
ardiendo por los montes
en la inexorable luz de la guerrilla,
para darnos la oportunidad
de cumplir las canciones
y la venganza más terrible.

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