¿REBROTE DE VIOLENCIA EN LOS EE.UU.?
Ante la masacre de efectivos del ejército de los EE.UU., ocurrida en una base militar ubicada en el estado (antes Mejicano) de Texas, por un mismísimo efectivo de ese ejército, el premio Nóbel de la Paz y presidente de ese país, Barack Obama, declaró, entre otras cosas, lo siguiente: “… Un terrible rebrote de violencia en el país…”
Sería interesante saber cuando, al menos, bajó el índice de violencia en los EE.UU., porque realmente sorprende esa declaración del presidente Obama. A menos que la misma la haya dado influenciado en su espiritualidad por ese premio, que le fue concedido producto, precisamente, de sus “muy buenas intenciones”.
La verdad es que, para no dejar de sorprendernos, es necesario conocer algunos detalles del hecho, según la reseña de prensa (por agencias internacionales): El hecho ocurrió en la base militar denominada “Fort Hood”; a la persona que señalan como atacante es un oficial que ostenta el grado de Mayor, de nombre Malik Nadal Hasan, de 39 años de edad, nacido allí en los EE.UU., y de profesión “Médico Psiquiatra”, pero además es experto en “Estrés Post traumático”; el ataque a tiros en contra de los otros militares cercanos a él lo realizó con dos pistolas, con el resultado trágico de 12 soldados muertos y más de 30 heridos; se conoció que el motivo de su acción fue “un disgusto” ocasionado porque se enteró que iba a ser trasladado, en los próximos días, a los “frentes de guerra” de Irak o de Afganistán.
Lo anteriormente descrito nos pudiera dar una idea del grave desorden mental que presentan los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses destinados o… ¿elegidos?... a participar activamente en las guerras producidas por ese imperio. De otra manera no pudiera ser, quiero decir, ¿cómo podemos imaginarnos la “preparación mental” que deben tener unas personas que les pongan un uniforme militar, los entrenen físicamente y en la utilización de armas, para luego trasladarlos a otro país con el objetivo de matar a sus semejantes?
Sabemos también cómo se agrava ese daño mental en los militares que, afortunadamente, regresan vivos a su país y luego de la experiencia traumática de la guerra. Pero… ¿saben cuál era la responsabilidad de este oficial?. Nada más y nada menos, que tratar de curar o aliviar ese daño mental conocido como “estrés post traumático”.
Este “terrible rebrote de violencia” que se da en los EE.UU., como lo calificó Obama, no es sino una muestra de la grave situación de violencia que se vive en ese país. Recordemos cuantos hechos se han suscitado, especialmente en las escuelas y universidades cuyos protagonistas son, en su mayoría, menores de edad. Cuantas armas circulan entre ciudadanos estadounidenses sin ningún control, comenzando desde su propia venta. Y, sumado a ello, el gran consumo de drogas entre su población, generalmente joven, cuyas estadísticas han sido ampliamente difundidas, más los altos índices de pobreza y exclusión producto de la aplicación, en su nivel “estratosférico” del capitalismo.
¿Con esos males y, cuantos otros, es que pretenden estos “señores imperiales” darle ejemplo de moral, buenas costumbres y de democracia al mundo?
Yo creo que el señor Obama tendría suficiente trabajo, tal vez en exceso, con dedicarse a solucionar su situación interna y olvidarse definitivamente de seguir ocasionándole más daño al mundo, incluyendo por supuesto, parar la emisión a la atmósfera de gases contaminantes producto de su desarrollismo capitalista y, con eso pudiéramos, en retribución, celebrar el “otorgamiento definitivo del Premio Nóbel de la Paz”.
Digo yo… ¿no?
Omar A. Ramírez V.
Ante la masacre de efectivos del ejército de los EE.UU., ocurrida en una base militar ubicada en el estado (antes Mejicano) de Texas, por un mismísimo efectivo de ese ejército, el premio Nóbel de la Paz y presidente de ese país, Barack Obama, declaró, entre otras cosas, lo siguiente: “… Un terrible rebrote de violencia en el país…”
Sería interesante saber cuando, al menos, bajó el índice de violencia en los EE.UU., porque realmente sorprende esa declaración del presidente Obama. A menos que la misma la haya dado influenciado en su espiritualidad por ese premio, que le fue concedido producto, precisamente, de sus “muy buenas intenciones”.
La verdad es que, para no dejar de sorprendernos, es necesario conocer algunos detalles del hecho, según la reseña de prensa (por agencias internacionales): El hecho ocurrió en la base militar denominada “Fort Hood”; a la persona que señalan como atacante es un oficial que ostenta el grado de Mayor, de nombre Malik Nadal Hasan, de 39 años de edad, nacido allí en los EE.UU., y de profesión “Médico Psiquiatra”, pero además es experto en “Estrés Post traumático”; el ataque a tiros en contra de los otros militares cercanos a él lo realizó con dos pistolas, con el resultado trágico de 12 soldados muertos y más de 30 heridos; se conoció que el motivo de su acción fue “un disgusto” ocasionado porque se enteró que iba a ser trasladado, en los próximos días, a los “frentes de guerra” de Irak o de Afganistán.
Lo anteriormente descrito nos pudiera dar una idea del grave desorden mental que presentan los miembros de las Fuerzas Armadas estadounidenses destinados o… ¿elegidos?... a participar activamente en las guerras producidas por ese imperio. De otra manera no pudiera ser, quiero decir, ¿cómo podemos imaginarnos la “preparación mental” que deben tener unas personas que les pongan un uniforme militar, los entrenen físicamente y en la utilización de armas, para luego trasladarlos a otro país con el objetivo de matar a sus semejantes?
Sabemos también cómo se agrava ese daño mental en los militares que, afortunadamente, regresan vivos a su país y luego de la experiencia traumática de la guerra. Pero… ¿saben cuál era la responsabilidad de este oficial?. Nada más y nada menos, que tratar de curar o aliviar ese daño mental conocido como “estrés post traumático”.
Este “terrible rebrote de violencia” que se da en los EE.UU., como lo calificó Obama, no es sino una muestra de la grave situación de violencia que se vive en ese país. Recordemos cuantos hechos se han suscitado, especialmente en las escuelas y universidades cuyos protagonistas son, en su mayoría, menores de edad. Cuantas armas circulan entre ciudadanos estadounidenses sin ningún control, comenzando desde su propia venta. Y, sumado a ello, el gran consumo de drogas entre su población, generalmente joven, cuyas estadísticas han sido ampliamente difundidas, más los altos índices de pobreza y exclusión producto de la aplicación, en su nivel “estratosférico” del capitalismo.
¿Con esos males y, cuantos otros, es que pretenden estos “señores imperiales” darle ejemplo de moral, buenas costumbres y de democracia al mundo?
Yo creo que el señor Obama tendría suficiente trabajo, tal vez en exceso, con dedicarse a solucionar su situación interna y olvidarse definitivamente de seguir ocasionándole más daño al mundo, incluyendo por supuesto, parar la emisión a la atmósfera de gases contaminantes producto de su desarrollismo capitalista y, con eso pudiéramos, en retribución, celebrar el “otorgamiento definitivo del Premio Nóbel de la Paz”.
Digo yo… ¿no?
Omar A. Ramírez V.
No hay comentarios:
Publicar un comentario