domingo, 29 de noviembre de 2009

Claro que otro mundo sí es posible!

Claro que otro mundo sí es posible!
Julio E. González
Desde miles de años atrás cuando un grupo empezó a acumular un excedente —una cantidad superior de lo que se requiere para sobrevivir cotidianamente— desde que eso sucedió, en la forma en que la sociedad ha sido manejada, funciona, que unos se benefician a costa de la mayoría. Un pequeño grupo controla los bienes y el poder y los medios para crear la riqueza y ejercer el poder por medio de opresión y explotación a la mayoría.
De la misma manera han ejercido la actividad de su mente sobre la base de forzar a otros a trabajar con las manos y la espalda y han adquirido y monopolizado cosas como la ciencia, filosofía, las artes, etc. Y han utilizado esto para aún más reforzar su dominio. Han promovido la idea de que ellos merecen ser los que dominan, que están destinados a hacerlo a causa de su naturaleza superior y porque esto también es el decreto y es el plan de algún ser imaginario divino o simplemente porque así lo quiere el cielo. Que así es como ha sido en antiguos imperios de China, India, en México, Grecia y Roma, en Persia y antigua Babilonia, en Egipto y otras partes de África. Que supuestamente así ha sido a través de la historia por todo el mundo desde aquellos tiempos. Y hoy día tenemos al imperio estadounidense, a los Bush y ahora a Obama y todo lo demás.
Pero el tiempo en la historia, en la cual las cosas tienen que ser así, ese tiempo se terminó. Tiene que desarrollarse una forma nueva en que podamos vivir y relacionarnos; donde la abundancia de cosas materiales puedan ser compartidas por todos y basado en una forma científica de entender y abordar la realidad. La gente consciente ha de cooperar entre sí para continuar expandiendo la fuente común de abundancia para todo y la fuente común de la sabiduría de la humanidad y a la misma vez a donde la imaginación y energía creativa de individuos se coloquen al servicio de la humanidad.
Para el capitalismo y todo sistema basado en la explotación y la opresión, las únicas ideas que pueden producir y promover son las ideas dominantes y, por supuesto, las ideas que justifican toda esa opresión y explotación que enseñan a la gente, que éste (el sistema capitalista) es el orden natural de las cosas, y a su vez alientan a las personas a tratar de ser meros individuos sumisos en un mundo de exprimidores.
Nosotros, el pueblo, somos capaces de cosas mucho más grandes que éstas. Podemos cambiar nuestras circunstancias, transformar toda la sociedad para acabar con la infamia del miserable mundo capitalista.
Lo que ocurre en el mundo nos afecta a todos y nosotros podemos afectar el mundo. Y cuando “ya está todo dicho” y “ya está todo hecho”, nosotros podemos cambiar la historia junto con muchos como nosotros a través del mundo.
Un nuevo y mejor mundo sí es posible. Y con todos los dolores que ello entraña, éste está naciendo. Necesitamos realmente revolución.
Necesitamos la nueva sociedad, un mundo diametralmente distinto. Y esto no es solamente posible, sencillamente es lo que la humanidad necesita, requiere y a su vez exige que suceda

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