"Hay reflexiones en La Orchila mientras Caracas parece incendiarse.
Las olas cabalgan inquietas hasta que encuentran reposo en las playas de La Orchila, una isla sentada en un promontorio de la cordillera del Caribe, cuyas raíces se entierran en las profundidades de mar. Cae la tarde del sábado trece de abril y el sol desaparece en el horizonte.
Las olas cabalgan inquietas hasta que encuentran reposo en las playas de La Orchila, una isla sentada en un promontorio de la cordillera del Caribe, cuyas raíces se entierran en las profundidades de mar. Cae la tarde del sábado trece de abril y el sol desaparece en el horizonte.
El Presidente prisionero se encuentra ahí: es el último sitio de reclusión."
Los amos del Valle, empresarios, dueños de medios de comunicación caraqueños, políticos de la IV República, sectores afectos al Opus Dei, Carlos Andrés Pérez, Pedro Carmona, los Pérez Recao y los Daniel Romero de esta historia, lo mismo que los militares rebeldes y el propio gobierno de Estados Unidos, han fracasado de manera estruendosa en su afán de sacar a Chávez del poder a sombrerazos.
Los helicópteros, con una velocidad crucero de 138 kilómetros por hora, descienden sobre la isla. Son la 1: 30 de la mañana del domingo. El avión destinado a sacar al Presidente prisionero del país, tiene sus motores apagados. No hay resistencia alguna, los leales controlan la isla.
La flota de helicópteros inicia el regreso. El Jefe del Estado va de vuelta a Miraflores previa escala en Maracay. Hacia las dos y treinta de la madrugada, los superpumas navegan sobre los cielos de Caracas. Chávez ve las columnas de humo, grises y tristes, que se alzan desde la zona incendida de la ciudad. Abajo, todavía hay llamas sin apagar. "Quiera Dios, repite el Presidente una vez más, que todos sepamos leer y aprender de esta dramática lección que ha recibido Venezuela".
CHAVEZ EN MIRAFLORES.
A las 02:55 am el helicóptero iluminó la noche caraqueña mientras la multitud alborozada, esa misma multitud que por dos días ha aguardado sufriendo los embates de la dictadura mas corta de nuestra historia, quizás de Latinoamérica, aplaudía alborozadísima la llegada del líder quien, no sólo lo es de la nación venezolana, en el Mar Caribe, sino también de los pobres y necesitados del 70% de la geografía del planeta.
No es sólo una madrugada alegre para Venezuela.. lo es también para los mas necesitados del mundo.
Pueblo y Ejército restauran la Constitución y derrotan el golpe fascista.
Los amos del Valle, empresarios, dueños de medios de comunicación caraqueños, políticos de la IV República, sectores afectos al Opus Dei, Carlos Andrés Pérez, Pedro Carmona, los Pérez Recao y los Daniel Romero de esta historia, lo mismo que los militares rebeldes y el propio gobierno de Estados Unidos, han fracasado de manera estruendosa en su afán de sacar a Chávez del poder a sombrerazos.
Los helicópteros, con una velocidad crucero de 138 kilómetros por hora, descienden sobre la isla. Son la 1: 30 de la mañana del domingo. El avión destinado a sacar al Presidente prisionero del país, tiene sus motores apagados. No hay resistencia alguna, los leales controlan la isla.
La flota de helicópteros inicia el regreso. El Jefe del Estado va de vuelta a Miraflores previa escala en Maracay. Hacia las dos y treinta de la madrugada, los superpumas navegan sobre los cielos de Caracas. Chávez ve las columnas de humo, grises y tristes, que se alzan desde la zona incendida de la ciudad. Abajo, todavía hay llamas sin apagar. "Quiera Dios, repite el Presidente una vez más, que todos sepamos leer y aprender de esta dramática lección que ha recibido Venezuela".
CHAVEZ EN MIRAFLORES.
A las 02:55 am el helicóptero iluminó la noche caraqueña mientras la multitud alborozada, esa misma multitud que por dos días ha aguardado sufriendo los embates de la dictadura mas corta de nuestra historia, quizás de Latinoamérica, aplaudía alborozadísima la llegada del líder quien, no sólo lo es de la nación venezolana, en el Mar Caribe, sino también de los pobres y necesitados del 70% de la geografía del planeta.
No es sólo una madrugada alegre para Venezuela.. lo es también para los mas necesitados del mundo.
Pueblo y Ejército restauran la Constitución y derrotan el golpe fascista.
Son restablecidas las instituciones democráticas y queda al descubierto la participación estadounidense
Tal día como hoy, el 13 de abril de 2002, el pueblo y la Fuerza Armada leales desalojaron de Miraflores al gobierno espurio de Pedro Carmona y restablecieron la Constitución.
El complot armado por el Departamento de Estado y la Embajada estadounidenses, los dueños de los medios privados de comunicación, la rosca empresarial de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y la mafia de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), con el apoyo militar de un grupo de generales con ambiciones dictatoriales, derrocó y secuestró al presidente Hugo Chávez en la madrugada del 12 de abril. Los medios divulgaron la noticia completamente falsa de la renuncia de Chávez. Sin embargo, el mismo día 12 se supo la verdad. El Presidente no había renunciado y era un prisionero de los generales golpistas. Mientras, el pueblo se movilizaba desde los barrios pobres en manifestaciones de protestas. En tres centros importantes de la Fuerza Armada se rechazaba la usurpación: En el regimiento de paracaidistas y la base aérea de Maracay (Aragua), entre los batallones acuartelados en el fuerte Tiuna (Caracas) y en el Regimiento de la Guardia de Honor del Presidente (Caracas). Durante el día y la noche del 12-A, los espacios frente a la sede de la 42ª Brigada de Paracaidistas en Maracay y del fuerte Tiuna fueron colmándose de multitudes que reclamaban la presencia del presidente Chávez.
Tal día como hoy, el 13 de abril de 2002, el pueblo y la Fuerza Armada leales desalojaron de Miraflores al gobierno espurio de Pedro Carmona y restablecieron la Constitución.
El complot armado por el Departamento de Estado y la Embajada estadounidenses, los dueños de los medios privados de comunicación, la rosca empresarial de la Federación de Cámaras y Asociaciones de Comercio y Producción de Venezuela (Fedecámaras) y la mafia de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), con el apoyo militar de un grupo de generales con ambiciones dictatoriales, derrocó y secuestró al presidente Hugo Chávez en la madrugada del 12 de abril. Los medios divulgaron la noticia completamente falsa de la renuncia de Chávez. Sin embargo, el mismo día 12 se supo la verdad. El Presidente no había renunciado y era un prisionero de los generales golpistas. Mientras, el pueblo se movilizaba desde los barrios pobres en manifestaciones de protestas. En tres centros importantes de la Fuerza Armada se rechazaba la usurpación: En el regimiento de paracaidistas y la base aérea de Maracay (Aragua), entre los batallones acuartelados en el fuerte Tiuna (Caracas) y en el Regimiento de la Guardia de Honor del Presidente (Caracas). Durante el día y la noche del 12-A, los espacios frente a la sede de la 42ª Brigada de Paracaidistas en Maracay y del fuerte Tiuna fueron colmándose de multitudes que reclamaban la presencia del presidente Chávez.
Las unidades militares leales se fortalecieron con las informaciones del coraje del pueblo en la calle y las noticias de la resistencia militar elevaron la moral de combate de las masas populares.
En Maracay, el pueblo y los militares hicieron un pronunciamiento por la dignidad nacional; en el fuerte Tiuna, el general Jorge Luis García Carneiro, los comandantes de los batallones de la guarnición de Caracas y el coronel Jesús del Valle Morao, del Comando del Regimiento de la Guardia Presidencial, entre numerosos oficiales, se mantuvieron leales al presidente Chávez
En Maracay, el pueblo y los militares hicieron un pronunciamiento por la dignidad nacional; en el fuerte Tiuna, el general Jorge Luis García Carneiro, los comandantes de los batallones de la guarnición de Caracas y el coronel Jesús del Valle Morao, del Comando del Regimiento de la Guardia Presidencial, entre numerosos oficiales, se mantuvieron leales al presidente Chávez
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