Por: Douglas Zabala
Venimos de un fuerte debate de lo que por mucho tiempo había sido nuestro sitio de militancia, el PRV - FALN, de allí nos fuimos con nuestros sueños a seguir ofreciendo esperanzas en medio de las peores circunstancias; todos o casi todos de profesión y oficios cotidianos desconocidos, a no ser la militancia misma y la convicción por tener un futuro mejor. Allí estábamos el Chino Daza, Ali Rodríguez Araque, Betty Martínez, Espíritu Santos (Tato) Colina, Roy Daza, El cabito Julio Chirinos, Joel Lugo, entre otros y por supuesto entre nosotros en la primera línea de fuego estaba presente Rogelio Castillo Gamarra con su orgulloso nombre de guerra ¡Tabanuco!
Tabanuco venia de la regia militancia donde cada palabra era acompañada con el riesgo y la metralla, nunca puso condiciones y las pocas veces que le vi exigir algo, fue su decidido puesto en la vanguardia. En una Semana Santa de Abril se apareció por mi casa y me dijo: Marco Polo, aquí está el plan, es menos riesgoso, vamos a cobrar sin apretar nada y arrancaremos en Mayo con todos nuestros planes: la revista, los recursos, la escuela de cuadros, el traslado de nuestros camaradas hacia el trabajo de masas, ahora si le daremos el impulso a nuestra Tendencia Revolucionaria.
Son los días santos del Abril del siglo pasado, del Abril de 1982, una noche salimos a buscar vituallas hacia Caracas y para mi asombro llegamos al 23 de Enero combativo de siempre; frente a los Bloques, subimos al Barrio y entramos a su “Bunker”. Me hace sentir orgulloso por la confianza demostrada en aquel rancho, desplaza un viejo mueble y allí sendo túnel: su cuartel general, es guerrillero urbano, es bondad y coraje, es espoleta y fusil, es obrero militante, intelectual de pocas palabras, pero por ellas empeñaba hasta la vida.
Ese mañana; la última vez que vi su rostro, hasta estos días que el camarada Armando (Chino) Daza, después de 27 años me hiciera llegar su fotografía; me dijo como si lanzará una premonición. ¡Vendrán los tiempos donde se acabaran nuestros días de hambre, nos vemos la semana que viene! Todos sabíamos para donde iba Tabanuco y para donde íbamos todos.
Fue en la Sierra de Falcón, vía Hueque, Cabure y San luis. Todo Coro es una alarma, dicen que son bandoleros, otros que son guerrilleros y Tabanuco estaba allí frente a sus esbirros, con su pantalón y camisa de caqui, sonriéndole a la vida y despreciando a la muerte. Sus esbirros no le iban a perdonar su compromiso con la lealtad y la firmeza revolucionaria, ni una palabra, ni un lamento se escucho en la sierra, tampoco en el mar.
Es Abril día 29 del 1982, es su último combate, cae prisionero, es desaparecido, torturado, pero no vencido. Todavía el 2 de Mayo por presión del camarada José Vicente Rangel, sus esbirros lo presentan ante los medios, la revista Resumen de Jorge Olavarria, lo saca en la portada casi agonizando. Al otro día el 3 de Mayo deciden asesinarlo y esconder su cuerpo. En la Sierra no dejaron huellas, pero hoy camina con nosotros. Los pescadores dicen que se lo llevó el mar, pero hoy aparece y esta presente en todos nuestros actos.
¡Honor y gloria a TABANUCO, a los 27 años de su último combate!
Venimos de un fuerte debate de lo que por mucho tiempo había sido nuestro sitio de militancia, el PRV - FALN, de allí nos fuimos con nuestros sueños a seguir ofreciendo esperanzas en medio de las peores circunstancias; todos o casi todos de profesión y oficios cotidianos desconocidos, a no ser la militancia misma y la convicción por tener un futuro mejor. Allí estábamos el Chino Daza, Ali Rodríguez Araque, Betty Martínez, Espíritu Santos (Tato) Colina, Roy Daza, El cabito Julio Chirinos, Joel Lugo, entre otros y por supuesto entre nosotros en la primera línea de fuego estaba presente Rogelio Castillo Gamarra con su orgulloso nombre de guerra ¡Tabanuco!
Tabanuco venia de la regia militancia donde cada palabra era acompañada con el riesgo y la metralla, nunca puso condiciones y las pocas veces que le vi exigir algo, fue su decidido puesto en la vanguardia. En una Semana Santa de Abril se apareció por mi casa y me dijo: Marco Polo, aquí está el plan, es menos riesgoso, vamos a cobrar sin apretar nada y arrancaremos en Mayo con todos nuestros planes: la revista, los recursos, la escuela de cuadros, el traslado de nuestros camaradas hacia el trabajo de masas, ahora si le daremos el impulso a nuestra Tendencia Revolucionaria.
Son los días santos del Abril del siglo pasado, del Abril de 1982, una noche salimos a buscar vituallas hacia Caracas y para mi asombro llegamos al 23 de Enero combativo de siempre; frente a los Bloques, subimos al Barrio y entramos a su “Bunker”. Me hace sentir orgulloso por la confianza demostrada en aquel rancho, desplaza un viejo mueble y allí sendo túnel: su cuartel general, es guerrillero urbano, es bondad y coraje, es espoleta y fusil, es obrero militante, intelectual de pocas palabras, pero por ellas empeñaba hasta la vida.
Ese mañana; la última vez que vi su rostro, hasta estos días que el camarada Armando (Chino) Daza, después de 27 años me hiciera llegar su fotografía; me dijo como si lanzará una premonición. ¡Vendrán los tiempos donde se acabaran nuestros días de hambre, nos vemos la semana que viene! Todos sabíamos para donde iba Tabanuco y para donde íbamos todos.
Fue en la Sierra de Falcón, vía Hueque, Cabure y San luis. Todo Coro es una alarma, dicen que son bandoleros, otros que son guerrilleros y Tabanuco estaba allí frente a sus esbirros, con su pantalón y camisa de caqui, sonriéndole a la vida y despreciando a la muerte. Sus esbirros no le iban a perdonar su compromiso con la lealtad y la firmeza revolucionaria, ni una palabra, ni un lamento se escucho en la sierra, tampoco en el mar.
Es Abril día 29 del 1982, es su último combate, cae prisionero, es desaparecido, torturado, pero no vencido. Todavía el 2 de Mayo por presión del camarada José Vicente Rangel, sus esbirros lo presentan ante los medios, la revista Resumen de Jorge Olavarria, lo saca en la portada casi agonizando. Al otro día el 3 de Mayo deciden asesinarlo y esconder su cuerpo. En la Sierra no dejaron huellas, pero hoy camina con nosotros. Los pescadores dicen que se lo llevó el mar, pero hoy aparece y esta presente en todos nuestros actos.
¡Honor y gloria a TABANUCO, a los 27 años de su último combate!
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