domingo, 24 de mayo de 2009

LA CAZA DE ZULOAGA

La Caza de Zuloaga
En la inmensa y sola casa de Zuloaga
El jardín perdió su condición de hogar
Ahora sólo sirve para estacionar
Juguetes de hierro de una clase vaga.

Zuloaga en su casa erigió un monumento
Para el Apartheid y el Muro Sionista
Enciende velones a la cruz nazista
Y hace en el jardín su estacionamiento.

Qué sería de mi país sin los Zuloaga
Andaríamos por las calles en guayuco
En su hermoso jardín habría un conuco
No un próspero negocio que sí paga.

Zuloaga desde siempre tuvo el don
De contar con esclavas imponentes
Que por servirle a él son insolentes
Capaces de matar por el patrón.

Por eso es de Zuloaga la virtud
De afilar a sus esclavas bien las uñas
Para que por el mundo hagan la cuña
De las ventajas de la esclavitud.

Ya quisiera Zuloaga en su pared colgar
Las cabezas de Lumumba y de Mandela
Para escarmentar a los que en Venezuela
Se atrevan su jardín ir a pisar.

Pero las cosas cambian con la historia
Y Zuloaga lo sabe ancestralmente
Mira que le tocó este presente
Que nunca imaginara su memoria.

Porque Zuloaga es hombre progresista
Que invierte en la libre expresión
Por eso tiene su televisión
Apertrechada con mil palangristas.

Aunque el palangre no es su hobby preferido
Pues el silencio del mar lo escoñeta
En cambio el estruendo de escopeta
Le devuelve lo viril ayer perdido.

Pronto las señoras muy encopetadas
Todas tan adictas a Globovisión
Alzarán sus voces por la indignación
De ver a la fauna tan atropellada.

La unión de sifrinas en pro de animales
Todas tan sensibles, tan humanas ellas
Hoy tienen la duda si plantar querellas
Contra quien defiende sus derechos reales.

Porque don Zuloaga defiende a su gente
De esos animales de roja utopía
Practicando siempre su gran puntería
Con cualquier criatura que se le presente.

Francotirador franco como Franco
Con franquicia franca como francachela
Francamente fájate mi Venezuela
Contra quien te empuja por ese barranco.

Resultó en resulta que resultaría
Que de don Zuloaga su fastuosa casa
Pasó sin aduana ni chequeo del Sasa
A feroz Museo de la Cacería.

Extraña pasión, sangrienta manía
Penetrar la carne con hiriente saña
De allí a don Zuloaga le quedó la maña
De mezclar los cachos con carrocerías.

Su propia pantalla nos dejó perplejos
Mostrándose impúdica toda aquella orgía
Mecánica y zoofílica sin garantía
Trampa cazadora de cazar pendejos.

Zuloaga tendrá, con su tino métrico
Y con su supuesto rallado testículo,
Que explicar por qué ese Jardín del Vehículo
Estaba adornado de hallazgo tan tétrico.

Ildefonso (Choncholisevapalmonte) Finol

"... los Estados Unidos que parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad..."
Simón Bolívar, El Libertador.

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