jueves, 30 de julio de 2009

RECORDANDO A ILICH RAMIREZ SANCHEZ (CARLOS) EN HONDURAS

RECORDANDO A ILICH RAMIREZ SANCHEZ (“CARLOS”) EN HONDURAS.
A partir del golpe de estado ocurrido en Honduras el pasado domingo 28 de junio hemos observado el comportamiento del gobierno de facto, y de los factores que le apoyan, los cuales, sin el menor disimulo, mantienen una situación de ilegalidad, violatoria de convenciones y leyes internacionales. Esta realidad ha obligado una reacción inmediata y en apariencia unánime de los países del mundo, así como de los distintos entes internacionales y regionales en los cuales están agrupados. La condena al golpe de estado ha sido contundente, debido al carácter público y notorio de los crímenes y delitos cometidos por los golpistas.
Como era de esperarse, se produjo una respuesta vanguardista y decidida de parte de nuestro gobierno revolucionario, liderada por el presidente Hugo Chávez y secundada por el canciller Nicolás Maduro. Consecuente con su condición de conductor de nuestra revolución socialista bolivariana, el presidente Chávez ha acudido en defensa de hermanos agredidos por el fascismo, cuyos más elementales derechos humanos, ciudadanos y políticos han sido violados por los enemigos históricos de los pueblos, gobiernos y movimientos progresistas. Con precisión y claridad nuestro presidente ha señalado y denunciado las acciones ilegales de los golpistas, poniendo los recursos de nuestro Estado al servicio de la recuperación del hilo constitucional hondureño, así como de la justicia y la libertad para su pueblo. Las acciones del presidente han recibido un esmerado y diligente apoyo de nuestra cancillería, que ha ejecutado las acciones requeridas en el tiempo preciso.
Entre las violaciones que ha cometido el gobierno de facto en Honduras podemos citar:
El presidente Zelaya fue SECUESTRADO Y SACADO EN UN AVION DEL PAIS por militares hondureños – con la complicidad de servicios de inteligencia extranjeros cuya identidad habrá de conocerse algún día - procedimiento reconocido internacionalmente como ilegal para lograr el propósito de los golpistas, es decir cambiar de gobernante.
Los golpistas reconocieron sus acciones ante medios de comunicación que les son afectos, pretendiendo justificar y legitimar las mismas por haberse tomado en contra de alguien que se habría colocado al margen de la ley. En tal sentido fueron estos mismos medios de comunicación quienes antes del golpe crearon la matriz de opinión para descalificar al presidente Zelaya, quien al estar al margen de la ley no requeriría ser investigado ni juzgado mediante mecanismos legales. El gobierno de facto aplicó igualmente un cerco mediático para impedirle al pueblo hondureño conocer los acontecimientos que le afectan, dejándolo en estado de indefensión, y a la vez para que los delitos que en su contra han cometido sean ignorados y queden impunes.
El gobierno de facto ha violado, viola y seguirá violando sistemáticamente los derechos humanos del pueblo hondureño.
Se hace cada vez más evidente que el gobierno de los Estados Unidos y los de sus aliados más allegados están a favor de los golpistas y maniobran ante las organizaciones internacionales para ganar tiempo que permita la consolidación del gobierno de facto.
La respuesta del gobierno nacional ante estos hechos ha sido la siguiente:
El SECUESTRO del presidente Zelaya fue contundente y oportunamente denunciado por nuestras autoridades, reclamando su inmediata e incondicional rectificación.
Nuestra cancillería ha actuado diligentemente para poner a la orden del presidente Zelaya el apoyo político, diplomático, jurídico y logístico requerido para encarar al régimen de facto.
Nuestro gobierno – respaldado decididamente por partidos políticos, colectivos e individualidades defensores del proceso revolucionario - ha convocado a nuestro pueblo a ejercer una clara y activa solidaridad internacionalista y antiimperialista con el presidente Zelaya y con el pueblo hondureño (similar a la solicitada para la justa causa de los cinco camaradas cubanos presos en Estados Unidos).
Ante semejante comportamiento revolucionario y solidario de nuestro gobierno, cabe señalar las similitudes y diferencias de su accionar en el caso actual del hermano pueblo hondureño con el del también hermano combatiente internacionalista y antiimperialista venezolano Ilich Ramírez Sánchez (“Carlos”), preso político del Estado francés desde el 15 de agosto de 1994:
Carlos fue SECUESTRADO Y LLEVADO EN UN AVION DESDE SUDAN A FRANCIA (sin orden de captura internacional ni proceso de extradición en su contra) mediante una acción conjunta de los cuerpos de seguridad sudaneses y agentes de contraespionaje (DST) franceses, para lograr el propósito de su captura y encarcelamiento.
LAS AUTORIDADES FRANCESAS RESPONSABLES DE LA CAPTURA DE CARLOS RECONOCIERON AL MOMENTO DE PRODUCIRSE LA MISMA, QUE HABÍAN LOGRADO SU PROPÓSITO MEDIANTE UN SECUESTRO. A pesar de esto, la satanización de Carlos, llevada a cabo durante más de veinte años por los medios de comunicación proimperialistas, permitió justificar los procesos ilegales de su captura, juicio y subsiguiente condena a cadena perpetua. El gobierno del presidente francés Sarkozy, mantiene aislado a Carlos, tanto física como comunicacionalmente, con la intención de desconocerle sus derechos a la legítima defensa, al debido proceso y al auxilio que debe recibir del Estado venezolano. La más reciente de éstas restricciones aplicadas en su contra (desde el pasado 3 de junio), consiste en limitar sus llamadas telefónicas desde la Cárcel de Poissy – en donde se encuentra ilegalmente retenido desde principios de éste año – a sus abogados defensores y a la Embajada venezolana en París, impidiéndole llamar a su familia y demás allegados.
Los sucesivos gobiernos franceses han violado, violan y seguirán violando los derechos humanos de Carlos. Los factores extranjeros partidarios del golpe de estado en Honduras han legitimado una similar situación de ilegalidad, impuesta a Carlos por el Estado francés.
Luego de casi QUINCE AÑOS DEL SECUESTRO de Carlos por el Estado francés, nuestro gobierno no ha emitido pronunciamiento alguno en contra de éste delito, ni ante su contraparte francesa, ni ante los organismos internacionales de derechos humanos, a pesar de que en el año 2000, la consultoría jurídica de nuestra propia cancillería determinó – luego de un estudio que duró más de un año – que la captura de Carlos había sido mediante un SECUESTRO. De igual manera ha guardado silencio ante las múltiples y recurrentes violaciones de los derechos humanos, ciudadanos y políticos cometidos en su contra por el Estado francés.
Durante los diez años de gobierno revolucionario no ha habido el debido apoyo político, diplomático, jurídico y logístico requerido en el caso de Carlos, lo cual se evidencia en el progresivo deterioro de sus derechos, ocasionado por los gobiernos franceses. No ha existido la convocatoria de nuestro gobierno, ni de los factores locales que le apoyan, a nuestro pueblo, a ejercer una clara y activa solidaridad internacionalista y antiimperialista en el caso de Carlos, combatiente venezolano en condiciones de agravio similares al del pueblo hondureño y al de los cinco combatientes cubanos presos en cárceles estadounidenses.
En ambos escenarios mencionados, la voluntad de nuestro presidente para hacer justicia ha sido clara y ejemplar. Lo que ha diferenciado los resultados ha sido la disímil respuesta que al llamado del líder han dado las instancias del Estado venezolano para cumplir sus directrices. Solo nos queda esperar que la ejemplar actuación del Estado venezolano ante la crisis hondureña se repita en lo sucesivo para el caso de Carlos, permitiendo a nuestro compatriota contar con su decidido y efectivo apoyo para corregir las injusticias cometidas en su contra. Durante los diez años del gobierno del presidente Chávez se han suscrito con los respectivos gobiernos franceses numerosos acuerdos energéticos, tecnológicos, militares, culturales, comerciales entre otros, obteniendo ambas partes importantes beneficios. Es hora de que dicha alianza, ante un llamado firme y decidido de nuestro gobierno, sea igualmente beneficiosa para hacer respetar los derechos de los ciudadanos venezolanos que se encuentran bajo jurisdicción francesa. De ser así la única respuesta que pudiera dar el Estado francés, consecuente con la alianza entre ambas naciones, sería DEVOLVERLE EL PLENO GOCE DE TODOS SUS DERECHOS A SU REHEN REVOLUCIONARIO Y VENEZOLANO ILICH RAMIREZ SANCHEZ.
Si el Capitalismo pretende imponer actitudes egoístas en el individuo, manteniéndolo apartado e indiferente ante la realidad de los demás pueblos, entonces en el Socialismo debemos afianzar la solidaridad activa hacia los pueblos hermanos, prestando la misma atención y dedicación a nuestros propios luchadores internacionalistas, agredidos por el imperialismo.
Vladimir Ramírez Sánchez
Coordinador del Comité de Solidaridad por la Repatriación de Ilich “Carlos” Ramírez Sánchez
Caracas, 22 de julio de 2009.
liberenailich@gmail.com

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