viernes, 22 de enero de 2010

El Bush negro

Así bautizaron en el Diario VEA al sucesor de George W. Bush en la presidencia de los EEUU. Y no es racismo, porque se trata de un individuo de oscuras intenciones ---verdaderamente tenebroso--- el señor Barack Obama. Después de su elección como “el hombre más poderoso del mundo”, había grandes esperanzas cifradas en las actuaciones de este joven político del imperio. Pero él mismo ha deteriorado su propia imagen y está perdiendo el apoyo del voto popular.
Uno de los factores decisivos de su caída en las encuestas, ha sido la derrota en el Senado sufrida por el partido demócrata. El republicano Scott Brown les quitó la mayoría absoluta, al obtener la banca que había dejado vacante el fallecido senador demócrata Edward Kennedy, en Massachussets. Los demócratas no han logrado todavía aprobar su legislación para la reforma de la salud, instrumento que necesitan en la actual crisis norteamericana y ahora les será más difícil.
Más allá de la política interna estadounidense, asombra que los gringos estén aprovechando descaradamente --como pretexto-- la trágica catástrofe del terremoto y sus secuelas, para ocupar Haití. Esta columna de diablos y demonios había publicado que doce mil soldados y marines invadían la nación haitiana y por ello nos tildaron de “exagerados” y rechazaron nuestros números, aunque los incursores hoy alcanzan a 16.500, en constante crecimiento.
Obedeciendo a un plan estratégico ya revelado, los atacantes se apoderaron del aeropuerto y luego las instalaciones portuarias marítimas, además del semi-derruido palacio de gobierno, en un triángulo donde establecieron su comando. Como siempre, los marines son la fuerza de choque y operaciones especiales. En muchos campos de batalla han sido derrotados. Cada miembro del personal terrestre lleva su equipo individual y colectivamente despliegan armas pesadas masivas, embarcadas en un portaaviones y otras unidades de la “resucitada” 4ta. Flota., que han estado navegando en aguas atlánticas y caribeñas durante las últimas semanas. Por supuesto que esos movimientos belicistas no son “humanitarios” sino imperialistas.
Es evidente que esta gente ha llegado para quedarse, que no se irá en poco tiempo y se moviliza con total desconocimiento de la soberanía haitiana. Estaremos muy atentos a todas esas transgresiones y eventuales ataques del fascismo yanqui, con el respaldo de nuestros amigos y aliados. En cuanto al señor Obama, ya conocemos su personalidad y no ha de agarrarnos desprevenidos. El problema no es la pigmentación de su piel --que nos simpatizaba mucho-- sino la oscuridad de su conciencia.

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