LA PROSTITUCION DEL EXILIO POR LA OPOSICION VENEZOLANA
Luis Alberto Toro Ojeda
Sin ser experto en derecho internacional público o privado, no obstante es de interés general emitir opinión sobre un tema que los opositores venezolanos se han encargado de prostituir al máximo, la figura del exiliado, o la figura del exilio. Solo basta observar y revisar las razones por las cuales se encuentran “exiliados” un grupo de venezolanos en Perú para corroborar tal aseveración. Estos personajes, para entender perfectamente la manipulación al respecto, solo basta conocer los expedientes por los cuales se les juzga: corrupción, actos vandálicos, intentos de violación, etcétera, nos reitera que esta figura, la cual ha servido para salvaguardar a luchadores por la libertad y la democracia, amenazados en su integridad, hoy devenida en una pantomima a causa de personajes como Oscar Pérez, Eduardo Lapy, Manuel Rosales y Dixon Moreno, entre otros.
El gobierno adeco de El Perú, solícito le otorga esta figura jurídica a personas que andan huyendo de la justicia venezolana por delitos comunes. La figura del exilio es otorgada tradicionalmente a perseguidos por sus ideas, sus luchas en pro de los más sublimes derechos de la humanidad, en el caso de estos “exiliados” es totalmente distinto, los motivos de “la persecución” es la corrupción, la felonía y actos criminales como el intento de violación a una funcionaria policial. Decimos que en todo esto funciona un plan imperialista, sobretodo tomando en cuenta que los famosos adalides de la libertad criollos que andan por Perú siguen activados en los planes de conspiración contra el gobierno venezolano. El descaro llega a tal punto que personajes como Manuel Rosales, solicitado por hechos de corrupción en la gobernación del Zulia, enriquecimiento ilícito y una serie de desvíos administrativos en contra de la cosa pública, es recibido en EEUU con la máscara de “compromisos académicos”, frase rimbombante que solo sirve de máscara para justificar la conspiración que desde EEUU se está haciendo contra la revolución bolivariana, en realidad Rosales va a EEUU a recibir línea y por otra parte esto forma parte de la política de provocación que los gringos están ejecutando contra el gobierno revolucionario de Venezuela.
El colmo del ridículo lo hace Oscar Pérez, personaje oscuro de la oposición venezolana que se presenta como adalid de la libertad, no obstante ser partidario del fascismo y la salida de Chávez a como de lugar. Pérez, reconocido como cabecilla de bandas dedicadas a la “democrática” práctica de desvalijar autos y otras menudencias, aunque no es por eso que lo juzgan actualmente, además de los actos vandálicos promovidos por la oposición para desestabilizar en lo que ellos llaman “marchas pacíficas”. Este personaje puso pies en polvorosa y salió corriendo a Perú en donde pareciera haberlo estado esperando, así como a cualquier tránsfuga criollo, para darle “asilo político” ¡Que manera de prostituir esta figura del derecho internacional!.
El personaje en cuestión hoy aparece en la prensa opositora venezolana, caja de resonancia de cualquier acto opositor, experta en victimizar a cualquier dirigente escuálido aún cuando su culpabilidad sea evidente y la gravedad del delito sea común o lo que sea. Es así como para los medios opositores es lo mismo defender actos de estafa como intentos de violación o actos de lesa humanidad, tal es el caso de los ex comisarios hoy juzgados en los tribunales de la república por sus respectivos delitos.
Ahora este gris personaje acusa de cínicas las soberanas declaraciones del gobierno venezolano, llamando por su nombre la actitud del gobierno peruano...el gobierno venezolano ha planteado las cosas como deben ser, es prostituir la figura de asilo lo que están haciendo dándoselo a personas juzgadas por delitos comunes, como es el caso específico del declarante Oscar Pérez, pero ¿Que otra cosa se puede esperar de un gobierno entreguista al imperialismo norteamericano como es el gobierno de El Perú? No obstante, es menester denunciar esta práctica deleznable por parte de un gobierno que se alinea en la estrategia imperialista de agredir y violentar los más elementales principios del asilo; esa manera de convertir al territorio soberano del Perú en refugio de delincuentes comunes, haciendo abuso evidente de la figura del exilio, no es otra cosa sino una provocación contra un gobierno soberano como el nuestro.
En Venezuela no se le violan los derechos humanos a ninguno de estos políticos, durante los diez años de revolución no se han producido violaciones a los derechos humanos salvo los que promovieron estos mismos personajes con el golpe de estado de abril de 2002 y el paro petrolero de ese mismo año, en donde de una forma criminal se atentó contra la vida de la república y de miles de venezolanos que tuvieron que resistir la falta de distribución de gasolina, gas y prácticamente mantuvieron al país en vilo durante casi 60 días, poniendo en riesgo el funcionamiento de hospitales, lo cual es un atentado contra la vida. Esos mismos personajes que apoyaron estas prácticas fascistas son los que hoy hablan de agresión por parte de las instituciones del estado venezolano, nada más absurdo y falso.
Estos delincuentes de la calaña de Oscar Pérez, Manuel Rosales y otros, que además de cobardes se atreven a catalogar a hombres de la estatura moral y política de Chávez, en el fondo no son sino los mandaderos del imperio, y el gobierno de El Perú, entregado al imperialismo y con el mayor descaro, viene desde hace años otorgando, insistimos, “asilo” a personajes de esta calaña. No hay corrupto en Venezuela que no vaya a parar a Perú, país de un pueblo noble y combativo, lamentablemente con un gobierno entregado a las oligarquías más rancias y retrógradas; esa misma oligarquía que como la colombiana se afanan por desprestigiar al comandante Chávez. Sin duda el pueblo peruano está siendo deshonrado por su gobierno y esa oligarquía apátrida que lo dirige, se presta para los más bajos intereses; como dice el adagio popular “dios los cría y ellos se juntan”, Alan García también fue juzgado en su país por hechos de corrupción, se fue a Colombia en donde le otorgaron un exilio dorado por el gobierno oligárquico de ese país. Es toda una red de bandidos que se protegen entre ellos y prostituyen una figura que en el derecho internacional es catalogada como la forma más sublime de defensa y garantía de los derechos políticos como es el asilo, estas cosas deben ser profundamente repudiadas por los pueblos del continente y del mundo.
Luis Alberto Toro Ojeda
Sin ser experto en derecho internacional público o privado, no obstante es de interés general emitir opinión sobre un tema que los opositores venezolanos se han encargado de prostituir al máximo, la figura del exiliado, o la figura del exilio. Solo basta observar y revisar las razones por las cuales se encuentran “exiliados” un grupo de venezolanos en Perú para corroborar tal aseveración. Estos personajes, para entender perfectamente la manipulación al respecto, solo basta conocer los expedientes por los cuales se les juzga: corrupción, actos vandálicos, intentos de violación, etcétera, nos reitera que esta figura, la cual ha servido para salvaguardar a luchadores por la libertad y la democracia, amenazados en su integridad, hoy devenida en una pantomima a causa de personajes como Oscar Pérez, Eduardo Lapy, Manuel Rosales y Dixon Moreno, entre otros.
El gobierno adeco de El Perú, solícito le otorga esta figura jurídica a personas que andan huyendo de la justicia venezolana por delitos comunes. La figura del exilio es otorgada tradicionalmente a perseguidos por sus ideas, sus luchas en pro de los más sublimes derechos de la humanidad, en el caso de estos “exiliados” es totalmente distinto, los motivos de “la persecución” es la corrupción, la felonía y actos criminales como el intento de violación a una funcionaria policial. Decimos que en todo esto funciona un plan imperialista, sobretodo tomando en cuenta que los famosos adalides de la libertad criollos que andan por Perú siguen activados en los planes de conspiración contra el gobierno venezolano. El descaro llega a tal punto que personajes como Manuel Rosales, solicitado por hechos de corrupción en la gobernación del Zulia, enriquecimiento ilícito y una serie de desvíos administrativos en contra de la cosa pública, es recibido en EEUU con la máscara de “compromisos académicos”, frase rimbombante que solo sirve de máscara para justificar la conspiración que desde EEUU se está haciendo contra la revolución bolivariana, en realidad Rosales va a EEUU a recibir línea y por otra parte esto forma parte de la política de provocación que los gringos están ejecutando contra el gobierno revolucionario de Venezuela.
El colmo del ridículo lo hace Oscar Pérez, personaje oscuro de la oposición venezolana que se presenta como adalid de la libertad, no obstante ser partidario del fascismo y la salida de Chávez a como de lugar. Pérez, reconocido como cabecilla de bandas dedicadas a la “democrática” práctica de desvalijar autos y otras menudencias, aunque no es por eso que lo juzgan actualmente, además de los actos vandálicos promovidos por la oposición para desestabilizar en lo que ellos llaman “marchas pacíficas”. Este personaje puso pies en polvorosa y salió corriendo a Perú en donde pareciera haberlo estado esperando, así como a cualquier tránsfuga criollo, para darle “asilo político” ¡Que manera de prostituir esta figura del derecho internacional!.
El personaje en cuestión hoy aparece en la prensa opositora venezolana, caja de resonancia de cualquier acto opositor, experta en victimizar a cualquier dirigente escuálido aún cuando su culpabilidad sea evidente y la gravedad del delito sea común o lo que sea. Es así como para los medios opositores es lo mismo defender actos de estafa como intentos de violación o actos de lesa humanidad, tal es el caso de los ex comisarios hoy juzgados en los tribunales de la república por sus respectivos delitos.
Ahora este gris personaje acusa de cínicas las soberanas declaraciones del gobierno venezolano, llamando por su nombre la actitud del gobierno peruano...el gobierno venezolano ha planteado las cosas como deben ser, es prostituir la figura de asilo lo que están haciendo dándoselo a personas juzgadas por delitos comunes, como es el caso específico del declarante Oscar Pérez, pero ¿Que otra cosa se puede esperar de un gobierno entreguista al imperialismo norteamericano como es el gobierno de El Perú? No obstante, es menester denunciar esta práctica deleznable por parte de un gobierno que se alinea en la estrategia imperialista de agredir y violentar los más elementales principios del asilo; esa manera de convertir al territorio soberano del Perú en refugio de delincuentes comunes, haciendo abuso evidente de la figura del exilio, no es otra cosa sino una provocación contra un gobierno soberano como el nuestro.
En Venezuela no se le violan los derechos humanos a ninguno de estos políticos, durante los diez años de revolución no se han producido violaciones a los derechos humanos salvo los que promovieron estos mismos personajes con el golpe de estado de abril de 2002 y el paro petrolero de ese mismo año, en donde de una forma criminal se atentó contra la vida de la república y de miles de venezolanos que tuvieron que resistir la falta de distribución de gasolina, gas y prácticamente mantuvieron al país en vilo durante casi 60 días, poniendo en riesgo el funcionamiento de hospitales, lo cual es un atentado contra la vida. Esos mismos personajes que apoyaron estas prácticas fascistas son los que hoy hablan de agresión por parte de las instituciones del estado venezolano, nada más absurdo y falso.
Estos delincuentes de la calaña de Oscar Pérez, Manuel Rosales y otros, que además de cobardes se atreven a catalogar a hombres de la estatura moral y política de Chávez, en el fondo no son sino los mandaderos del imperio, y el gobierno de El Perú, entregado al imperialismo y con el mayor descaro, viene desde hace años otorgando, insistimos, “asilo” a personajes de esta calaña. No hay corrupto en Venezuela que no vaya a parar a Perú, país de un pueblo noble y combativo, lamentablemente con un gobierno entregado a las oligarquías más rancias y retrógradas; esa misma oligarquía que como la colombiana se afanan por desprestigiar al comandante Chávez. Sin duda el pueblo peruano está siendo deshonrado por su gobierno y esa oligarquía apátrida que lo dirige, se presta para los más bajos intereses; como dice el adagio popular “dios los cría y ellos se juntan”, Alan García también fue juzgado en su país por hechos de corrupción, se fue a Colombia en donde le otorgaron un exilio dorado por el gobierno oligárquico de ese país. Es toda una red de bandidos que se protegen entre ellos y prostituyen una figura que en el derecho internacional es catalogada como la forma más sublime de defensa y garantía de los derechos políticos como es el asilo, estas cosas deben ser profundamente repudiadas por los pueblos del continente y del mundo.
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