Cecilia García Arocha, rectora de ¿de qué?
Por: Miguel A. Jaimes (*)
Era un joven estudiante universitario y tuve la oportunidad en los años noventa de estar de visita en el Edificio del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, La Casa que Vence las Sombras, allí pude ver un antiguo mueble, sellado por un vidrio, al fondo, estaba la envejecida acta donde nuestro Libertador Simón Bolívar, creaba por decreto la universidad más importante del país.
Luego las letras de Alí Primera, “Alma Mater te quieren matar los enemigos de adentro los enemigos de la oscuridad”. Rectores pasaban y posaban en aquella inmensidad de universidad, hasta que llego una señora nombrada Cecilia Arocha, opositora, integrante de todas las planchas profesorales que internaron la política oscura, quien coleándose no perdió oportunidad de ser financiada por los gremios de la viveza, quienes le pidieron un único requisito: ser opositora al gobierno nacional y financiarle jugosos contratos para negociar todo desde aquel recinto.
Inmediatamente hizo equipo con el presidente de la Asociación de Profesores (APUCV) Víctor Márquez y Amalio Belmonte, sin dejar de lado al entonces mal llamado presidente de la Federación de Centros Universitarios, Ricardo Sánchez, mas los fósiles de una cosa rara llamada Bandera Roja, grupo que años atrás actuaban como fantásticos izquierdosos, antiimperialistas y por la liberación de los pueblos oprimidos del mundo, y hoy, marchan con Acción Democrática y Copei, todos juntos, cosas inentendibles en eso que llaman la política venezolana.
Cecilia Arocha no pierde tiempo, corre, declara, se trastabilla en las aceras de Caracas, marcha, asiste a vigilias, agita, corea las consignas que ayer la ofuscaban, es toda una revolucionaria contra este régimen rojo, chusmero, grita sin contenido universitario, académico y social. Le molesta marcadamente el Primer Mandatario Hugo Chávez, pero le ha sobrado el tiempo para aperturar mas de ciento cincuenta cuentas bancarias del presupuesto universitario, con dinero otorgado por el régimen castro comunista.
Señora Arocha, a quién le rinde cuentas de la cantidad de millones gastados en propaganda, marchas, publicidad, reuniones en auditóriums de hoteles famosos, brindis, cocteles, champaña, whiskies, viajes al exterior, y otro poco de andanadas más que personalmente organiza contra el gobierno nacional.
Más los millones de cuanta idea le asesoran sus más cercanos colaboradores, enemigos de la universidad venezolana.
Pobre papel das Cecilia Arocha, cuando ni los discursos opositores que te escriben no sabes ni hilvanarlos en ideas claras, menos coherentes.
Ya oiremos tus gritos cuando la Contraloría General de la República audite tu reinado y descubra como has aumentado tu patrimonio. Cecilia, muchas cosas están saliendo de tu gestión, trata de no preocuparte tanto, para que tus cirugías no se vuelvan a arrugar.
(*) M Sc. Ciencias Políticas
Por: Miguel A. Jaimes (*)
Era un joven estudiante universitario y tuve la oportunidad en los años noventa de estar de visita en el Edificio del Rectorado de la Universidad Central de Venezuela, La Casa que Vence las Sombras, allí pude ver un antiguo mueble, sellado por un vidrio, al fondo, estaba la envejecida acta donde nuestro Libertador Simón Bolívar, creaba por decreto la universidad más importante del país.
Luego las letras de Alí Primera, “Alma Mater te quieren matar los enemigos de adentro los enemigos de la oscuridad”. Rectores pasaban y posaban en aquella inmensidad de universidad, hasta que llego una señora nombrada Cecilia Arocha, opositora, integrante de todas las planchas profesorales que internaron la política oscura, quien coleándose no perdió oportunidad de ser financiada por los gremios de la viveza, quienes le pidieron un único requisito: ser opositora al gobierno nacional y financiarle jugosos contratos para negociar todo desde aquel recinto.
Inmediatamente hizo equipo con el presidente de la Asociación de Profesores (APUCV) Víctor Márquez y Amalio Belmonte, sin dejar de lado al entonces mal llamado presidente de la Federación de Centros Universitarios, Ricardo Sánchez, mas los fósiles de una cosa rara llamada Bandera Roja, grupo que años atrás actuaban como fantásticos izquierdosos, antiimperialistas y por la liberación de los pueblos oprimidos del mundo, y hoy, marchan con Acción Democrática y Copei, todos juntos, cosas inentendibles en eso que llaman la política venezolana.
Cecilia Arocha no pierde tiempo, corre, declara, se trastabilla en las aceras de Caracas, marcha, asiste a vigilias, agita, corea las consignas que ayer la ofuscaban, es toda una revolucionaria contra este régimen rojo, chusmero, grita sin contenido universitario, académico y social. Le molesta marcadamente el Primer Mandatario Hugo Chávez, pero le ha sobrado el tiempo para aperturar mas de ciento cincuenta cuentas bancarias del presupuesto universitario, con dinero otorgado por el régimen castro comunista.
Señora Arocha, a quién le rinde cuentas de la cantidad de millones gastados en propaganda, marchas, publicidad, reuniones en auditóriums de hoteles famosos, brindis, cocteles, champaña, whiskies, viajes al exterior, y otro poco de andanadas más que personalmente organiza contra el gobierno nacional.
Más los millones de cuanta idea le asesoran sus más cercanos colaboradores, enemigos de la universidad venezolana.
Pobre papel das Cecilia Arocha, cuando ni los discursos opositores que te escriben no sabes ni hilvanarlos en ideas claras, menos coherentes.
Ya oiremos tus gritos cuando la Contraloría General de la República audite tu reinado y descubra como has aumentado tu patrimonio. Cecilia, muchas cosas están saliendo de tu gestión, trata de no preocuparte tanto, para que tus cirugías no se vuelvan a arrugar.
(*) M Sc. Ciencias Políticas
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