viernes, 11 de diciembre de 2009

Lo que Henry López Sisco no pudo asesinar

A propósito de una exhumación
Lo que Henry López Sisco no pudo asesinar
Por: Luis Ramírez Rojas(*)
Este miércoles 10 de diciembre se realizó la exhumación de los restos del combatiente por la vida, Ildemar Lorenzo Morillo; estuvimos presentes en el acto, de un lado los funcionarios de la Fiscalía, CICPC y otras instancias legales, todos ellos muy fríos, formales, distanciados, rigurosos además de diligentes en esos menesteres, y del otro lado un pequeño grupo de familiares, amigos y camaradas de lucha. ¿De qué discutían los funcionarios? ¡Eso se sabrá en las actas y otros documentos legales! mientras tanto nosotros discutíamos de esas cosas que sabemos y tenemos bien claritas, ¿Qué si habrá justicia? Ahí mismo nos respondíamos, ¡Mientras persista el estado liberal burgués jamás habrá justicia¡ mientras hayan explotados jamás habrá justicia social. Casi que se escuchaba entre el susurro del viento, el rechinar del sol y los camiones al pasar en su recorrido hacia el puerto, la vieja consigna ¿Qué hacer? ¡Desechar las ilusiones y prepararse para la lucha!, prepararse para enfrentar todas las amenazas que se vislumbran en nuestro futuro como pueblo que lucha por emanciparse de todas las formas de opresión, a las que nos sometieron por siglos los diferentes imperios. Ese pensamiento colectivo, Henry López cisco, no lo pudiste asesinar y mira que lo intentaste utilizando todos los recursos con los que te proveyó el más feroz de esos imperios.
Deberías habernos escuchado Henry López, hicimos un recuento de todos tus crímenes, incluso de aquellos de los cuales ya te hayas olvidado, recorrimos tu pasantía por la vieja PTJ antes de ser un asesino de la DIGEPOL, Cuántos desconocidos asesinatos López cisco, antes de ser reconocido por los lisonjeros y alabadores de oficio rendidos ante tus maravillosas cualidades policiacas aprendidas en Fort Brag, con la asesoría de agentes del MOSSAD y sobredimensionadas en el Nacional y otros medios de comunicación, ¿Cómo era que te llamaban henry?, ¿el James Bond de Venezuela? ¿El Rambo? ¿Lo recuerdas? ¡Miserables igual que tu es lo que son esos palangristas de antes y de ahora! ¿Dónde estabas el año 1972?, ¿participando tal vez, en el asesinato de la gente de Punto Cero en El Paraíso en Caracas y en la posterior masacre de la Victoria en el estado Aragua? comandado por tu jefe el comisario Basilio. Aparte de la masacre de Cantaura, donde entre otros, asesinaste a Ildemar Lorenzo Morillo, recordamos también aquella farsa montada con el secuestro del avión de Aeropostal siglas: YV-21C, en la que junto a uno de tus secuaces de la vieja PTJ, en el año 84 asesinaron al patriota haitiano Dominique Hilertant y al dominicano Félix Segundo Castillo, paso previo para la preparación del otro asesino zarpazo cometido en Yumare.
No te bastaron tantos muertos necesitabas más, tus bestiales instintos de asesino depredador, disfrazados bajo el eufemismo de “garimpeiro”, según tu libro, necesitaba alimentarse de cadáveres y entonces creas junto al Coronel(Ej.) Enrique Vivas Quintero, y la petejota aquel famoso Comando Específico “José Antonio Páez” (CEJAP), para asesinar indiscriminadamente venezolanos y colombianos facilitándole el trabajo al gobierno de Colombia donde servirían además de apoyo a los paramilitares del hermano país, aparte de controlar para ustedes el tráfico de drogas, ponerse en unas tierras por allá por la frontera. ¿Fue entonces cuando planeaste la masacre de El Amparo o del caño La Colorada? Te pregunto henry ¿fueron esas las únicas personas asesinadas por ti durante tu pasantía por ese “Comando de Asesinos”, o hay otros desaparecidos, no nos lo dirás ¿cierto?, ¿Cuántos más fueron asesinados bajo tus órdenes en la policía del estado Zulia? aunque estoy seguro que te gusta más hacerlo directamente tú, no se sacia la sed de sangre cuando es otro el que asesina.
Mientras reflexionábamos sobre todos tus crímenes henry, cerca de nosotros un hombre casi ciego de su único ojo y postrado en una silla a causa de los años y las penas, decía orgulloso, él era un deportista, era un muchacho fuerte, un poco más allá la madre de Ildemar reafirmaba con un hermoso brillo en los ojos a pesar de lo triste del acto, ¡Si, corría maratón!, en ellos dos se reconocía la dignidad de la gente de nuestro pueblo, humildes pero jamás doblegados. Esa dignidad de nuestro pueblo humilde, lópez cisco, tampoco la pudiste asesinar. Llegada la hora del reconocimiento luego de extraer los restos del camarada combatiente, de la caja carcomida por el oxido, en la cual le entregaron los restos a los familiares, el hombre viejo se levantó de su silla, ayudado por uno de esos aparatos que sirven para mantenerse de pie y avanzando lentamente arrastrando la andadera se dirigió decididamente hacia el lugar donde el equipo especializado de las diferentes instituciones, había dispuesto los restos del camarada Ildemar Morillo, allí se plantó, inquirió, reclamó, solicitó información sobre varios aspectos que no le quedaban claros. Ese digno coraje y el orgullo del padre de un guerrillero, López cisco, tampoco lo pudiste asesinar.
Finalizada la jornada, nos despedimos todos con el sentido del deber cumplido en una jornada que debe servir para que se aplique la ley a todos los culpables de esta y de todas las masacres realizadas por ese equipo de asesinos comandados por Henry López cisco, el más avanzado alumno del comisario Basilio, alias Luis Posada Carriles, así, simplemente que se aplique la ley, porque la justicia es otro asunto, ya lo dijimos antes y te puedo asegurar Henry que entre la justicia divina y la justicia popular, muchos de los que estábamos allí presentes nos inclinamos por la última.
Como un homenaje a todos los asesinados y a todos lo que estamos vivos en contra de los deseos de quienes pretendieron asesinar la historia; hoy, en el día Mundial de los Derechos Humanos, tomo prestado de Rafael Alberti su poema:
A Pablo Neruda, en el corazón
No dormiréis, malditos de la espada,
cuervos nocturnos de sangrientas uñas,
tristes cobardes de las sombras tristes,
violadores de muertos.
No dormiréis.
Su noble canto, su pasión abierta,
su estatura más alta que las cumbres,
con el cántico libre de su pueblo
os ahogarán un día.
No dormiréis.
Venid a ver su casa asesinada,
la miseria fecal de vuestro odio,
su inmenso corazón pisoteado,
su pura mano herida.
No dormiréis.
No dormiréis porque ninguno duerme.
No dormiréis porque su luz os ciega.
No dormiréis porque la muerte es solo
vuestra victoria.
No dormiréis jamás porque estáis muertos.
Como podrás apreciar, López cisco, la poesía construida con sueños de libertad, con utopías tampoco la pudiste asesinar.
Movimiento Cultural Revolucionario de Aragua
Activador de Misión Cultura

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