Muchas veces, cuando leo algún discurso de Barack Obama o de Hillary Clinton, no puedo evitar de recordar a un par de libros que muchas veces, en mis conversaciones, declaro de lectura obligatoria. Que son El crepúsculo de la cultura americana de Morris Berman y Pragmática de la comunicación humana de Paul Watzlawick y otros.
El primero, por la afirmación que hace Berman en la pag. 58: “puede ser el caso que el número de adultos genuinamente alfabetos… sea menos de 3% de la población total.” Es decir, Berman opina que es posible que 97% de los norteamericanos sean analfabetas funcionales. Cuesta creer que Barack Obama, autor de libros muy bellos, caiga en ese porcentaje, mientras que no cuesta nada pensarlo para Hillary.
Cuando Obama, en su discurso avergonzado por recibir el Nobel de la Paz, habla de la necesidad de luchar contra el terrorismo, demuestra que no leyó el libro de Watzlawick, que en la sección 2.4, expone un importantísimo concepto: la puntuación de la secuencia de eventos. El ejemplo más típico es la discusión en una pareja: “porqué tú …”, “Es verdad, pero yo lo hice porque tú …”. ¿Dónde está el punto y aparte? ¿Dónde empieza la pelea? “¿No te acuerdas ese día, cuando éramos novios…?” (Ahorita tienen nietos …).
Este concepto, la puntuación de la secuencia de eventos, es tan importante que debería enseñarse en primaria.
Lo obvio es que el terrorismo es la respuesta a la forma con la cual los gringos quieren gobernar el mundo. Y, aún más tristemente obvio (para una persona que no sea analfabeta funcional) es que cada bomba que cae en Afganistán crea varios otros candidatos a terroristas.
¿Es posible que Obama no imagine cuántos latinoamericanos se lanzarán a la guerra de guerrillas el día en que ellos se lancen en su última guerra, la guerra de Norteamérica con Suramérica? Después de la cual, gracias a Dios, el imperio gringo será solamente un triste recuerdo en los libros de historia, porque lo haremos trizas
El primero, por la afirmación que hace Berman en la pag. 58: “puede ser el caso que el número de adultos genuinamente alfabetos… sea menos de 3% de la población total.” Es decir, Berman opina que es posible que 97% de los norteamericanos sean analfabetas funcionales. Cuesta creer que Barack Obama, autor de libros muy bellos, caiga en ese porcentaje, mientras que no cuesta nada pensarlo para Hillary.
Cuando Obama, en su discurso avergonzado por recibir el Nobel de la Paz, habla de la necesidad de luchar contra el terrorismo, demuestra que no leyó el libro de Watzlawick, que en la sección 2.4, expone un importantísimo concepto: la puntuación de la secuencia de eventos. El ejemplo más típico es la discusión en una pareja: “porqué tú …”, “Es verdad, pero yo lo hice porque tú …”. ¿Dónde está el punto y aparte? ¿Dónde empieza la pelea? “¿No te acuerdas ese día, cuando éramos novios…?” (Ahorita tienen nietos …).
Este concepto, la puntuación de la secuencia de eventos, es tan importante que debería enseñarse en primaria.
Lo obvio es que el terrorismo es la respuesta a la forma con la cual los gringos quieren gobernar el mundo. Y, aún más tristemente obvio (para una persona que no sea analfabeta funcional) es que cada bomba que cae en Afganistán crea varios otros candidatos a terroristas.
¿Es posible que Obama no imagine cuántos latinoamericanos se lanzarán a la guerra de guerrillas el día en que ellos se lancen en su última guerra, la guerra de Norteamérica con Suramérica? Después de la cual, gracias a Dios, el imperio gringo será solamente un triste recuerdo en los libros de historia, porque lo haremos trizas
GIULIO SANTOSUOSSO
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