La ruindad mediática
José Gregorio González Márquez
La prensa española es partícipe de la campaña de descrédito. Todos sabemos que desde sus redacciones se promueve un sentimiento de antichavismo
Está claro que las acusaciones del juez español Eloy Velazco forman parte de una campaña mediática para desprestigiar al gobierno venezolano. Desde la llegada del presidente Hugo Chávez Frías al poder, Venezuela se ha enfrentado a una cantidad de acusaciones sin fundamentos que pretenden etiquetar al Estado como un protector del terrorismo mundial. La derecha asentada en el país y sus congéneres de todo el mundo dejan filtrar informaciones falsas cuyo objetivo es crear una matriz de opinión para responsabilizar a los venezolanos de ser cómplices de movimientos internacionales a los que se acusa de promover el terrorismo. Estados Unidos, Colombia y España son parte de la conspiración que busca enlodar los avances logrados por la Revolución Bolivariana. Los intereses capitalistas ven en ella un enemigo a vencer pues vulnera muchos de los espacios que tradicionalmente manejaron imponiendo su imperialismo y su ideología fascista. Desde la Casa Blanca, laboratorio de guerra sucia, hasta los tribunales de justicia españoles se imbrica una red de acusaciones falsas cuyo único objetivo es aliarse al filofascismo venezolano para dar un golpe de estado y sacar de Miraflores al Comandante Chávez. El imperio no se queda tranquilo; usa la estadía de algunos miembros de ETA en nuestro territorio desde hace más de veinte años, resultado de un acuerdo entre Felipe González y Carlos Andrés Pérez, para dejar entrever una supuesta cooperación terrorista no tiene asidero político ni legal.
La prensa española es partícipe de la campaña de descrédito. Todos sabemos que desde sus redacciones se promueve un sentimiento de antichavismo. En sus páginas se vierten un río de imputaciones falsas. Su fin básico está sustentado en la idea de salir de Chávez usando cualquier argumento por inmoral que parezca. Las plumas pagadas por la ultraderecha española se dedican a escribir y difundir apócrifas informaciones haciéndolas pasar por verdaderas para socavar la credibilidad de la Revolución Bolivariana. El pueblo venezolano está consciente del papel protagónico que le dio la Constitución Nacional en 1999 y por lo tanto, está dispuesto a defender su soberanía. Como colectivo conoce sus derechos y deberes. Hace ya una década se afianzó el sentimiento de pertenencia que hoy le permite disfrutar de un sistema democrático que le garantiza ser protagonista de las decisiones que afectan su vida. La ruindad mediática está condenada al fracaso; sus tergiversaciones de la verdad no lograrán apagar el fuego revolucionario que hoy recorre no sólo a Venezuela sino a muchos países de América. La libertad jamás será vulnerada por los grupos ultraderechistas que desde ultramar apuestan a la derrota de nuestra revolución.
Este planteamiento fue aprobado por mayoría calificada de los presentes en la sesión, por lo que la presidenta del cuerpo legislativo, diputada Cilia Flores informó que los designados deben acudir el martes próximo (16 de marzo) al Hemiciclo de sesiones para su juramentación.
Resaltó la importancia de este acto de escogencia, pues fundamentalmente es una labor social y humanista de defensa de presos, especialmente de aquellos con escasos recursos, “son pobres que tienen la necesidad de tener abogados defensores profesionales, garantizando su acceso a la justicia”.
José Gregorio González Márquez
La prensa española es partícipe de la campaña de descrédito. Todos sabemos que desde sus redacciones se promueve un sentimiento de antichavismo
Está claro que las acusaciones del juez español Eloy Velazco forman parte de una campaña mediática para desprestigiar al gobierno venezolano. Desde la llegada del presidente Hugo Chávez Frías al poder, Venezuela se ha enfrentado a una cantidad de acusaciones sin fundamentos que pretenden etiquetar al Estado como un protector del terrorismo mundial. La derecha asentada en el país y sus congéneres de todo el mundo dejan filtrar informaciones falsas cuyo objetivo es crear una matriz de opinión para responsabilizar a los venezolanos de ser cómplices de movimientos internacionales a los que se acusa de promover el terrorismo. Estados Unidos, Colombia y España son parte de la conspiración que busca enlodar los avances logrados por la Revolución Bolivariana. Los intereses capitalistas ven en ella un enemigo a vencer pues vulnera muchos de los espacios que tradicionalmente manejaron imponiendo su imperialismo y su ideología fascista. Desde la Casa Blanca, laboratorio de guerra sucia, hasta los tribunales de justicia españoles se imbrica una red de acusaciones falsas cuyo único objetivo es aliarse al filofascismo venezolano para dar un golpe de estado y sacar de Miraflores al Comandante Chávez. El imperio no se queda tranquilo; usa la estadía de algunos miembros de ETA en nuestro territorio desde hace más de veinte años, resultado de un acuerdo entre Felipe González y Carlos Andrés Pérez, para dejar entrever una supuesta cooperación terrorista no tiene asidero político ni legal.
La prensa española es partícipe de la campaña de descrédito. Todos sabemos que desde sus redacciones se promueve un sentimiento de antichavismo. En sus páginas se vierten un río de imputaciones falsas. Su fin básico está sustentado en la idea de salir de Chávez usando cualquier argumento por inmoral que parezca. Las plumas pagadas por la ultraderecha española se dedican a escribir y difundir apócrifas informaciones haciéndolas pasar por verdaderas para socavar la credibilidad de la Revolución Bolivariana. El pueblo venezolano está consciente del papel protagónico que le dio la Constitución Nacional en 1999 y por lo tanto, está dispuesto a defender su soberanía. Como colectivo conoce sus derechos y deberes. Hace ya una década se afianzó el sentimiento de pertenencia que hoy le permite disfrutar de un sistema democrático que le garantiza ser protagonista de las decisiones que afectan su vida. La ruindad mediática está condenada al fracaso; sus tergiversaciones de la verdad no lograrán apagar el fuego revolucionario que hoy recorre no sólo a Venezuela sino a muchos países de América. La libertad jamás será vulnerada por los grupos ultraderechistas que desde ultramar apuestan a la derrota de nuestra revolución.
Este planteamiento fue aprobado por mayoría calificada de los presentes en la sesión, por lo que la presidenta del cuerpo legislativo, diputada Cilia Flores informó que los designados deben acudir el martes próximo (16 de marzo) al Hemiciclo de sesiones para su juramentación.
Resaltó la importancia de este acto de escogencia, pues fundamentalmente es una labor social y humanista de defensa de presos, especialmente de aquellos con escasos recursos, “son pobres que tienen la necesidad de tener abogados defensores profesionales, garantizando su acceso a la justicia”.
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