¿A quién le gusta pescuezo ‘e pollo?

¿A quién le gusta pescuezo ‘e pollo?
NÉLIDA ARRECHEDERA
De verdad que escuchar a María León desde hace años cuando la conocí siempre me ha dejado la alegría de compartir criterios o de repasar las cosas que vivimos y la reflexión acerca de lo más sencillo y sinceramente real.
La última fue hace unos días cuando estuvo de visita en Maracay, por el primer año de la Escuela de Formación Feminista Ana María Campos, me contó Mercedes que en una entrevista que le hicieran, María había hecho la reflexión acerca de la humildad de las mujeres, especialmente las amas de casa, que a la hora servir la comida dan las mejores presas a sus comensales, sean éstos o no sus maridos, hermanos o hijos, pero hombres al fin y en algunos casos también a las mujeres.
Una vez que está servida la comida y ellas se sientan o no a la mesa, hay quienes preguntan ¿eso es lo qué tu vas a comer? A lo que responden de inmediato, ¡sí, es que ésta es mi presa favorita!, no falta uno que otro asoma‘o de la casa o amigo que diga, ¡…eso es lo que ella siempre come!
Pero cómo es eso ¡¡¡pescuezo de pollo!!! a quién le puede gustar una presa que no tiene nada de carne… solamente a la mujer, dijo María respondiéndose ella misma, que lo acepta por su humildad, además porque siente que, como ama de casa, no le queda de otra, sino hay más pollo, no tiene otra salida, que aceptar con resignación y una mentirita ¡esa es la presa que me gusta!
Me reí por un ratico, pero me puso a pensar, ciertamente muy luchadoras, defensoras del derecho de las mujeres a la equidad e igualdad de género y hablando de empoderamiento, cuando nos llega el turno o la ocasión de ratificar nuestros intereses y derechos, nos quedamos con el pescuezo de pollo.