martes, 30 de marzo de 2010

Ni un minuto de silencio, toda una vida de combate revolucionario:

Ni un minuto de silencio, toda una vida de combate revolucionario:
En memoria del camarada Carlos Martínez

Por: Omar Vázquez
En el sector “El Retiro” de la parroquia Altagracia, el sábado 27 de marzo del año en curso, se reunieron un conjunto de militantes del Partido Comunista de Venezuela y de su juventud, acompañados por miembros del Partido Socialista Unido de Venezuela, para recordar al camarada Carlos Martínez; joven revolucionario asesinado por las fuerzas represivas del gobierno de Rómulo Betancourt.
Carlos Martínez como muchos jóvenes venezolanos asumieron (y siguen asumiendo) con fervor las banderas del Partido Comunista de Venezuela, para avanzar en la lucha por la construcción del Socialismo.
En este sentido, esos jóvenes se encontraron con un gran obstáculo: la represión sanguinaria y anti-democrática de los presidentes puntofijistas Rómulo Betancourt, Raúl Leoni, Rafael Caldera, Carlos Andrés Pérez, Luís Herrera Campins y Jaime Lusinchi, que vociferaban cánticos a la democracia mientras asesinaban al pueblo y a los trabajadores, que protestaban y proponían un modelo de sociedad socialista. Represión que condeno a muerte a muchos trabajadores, campesinos, intelectuales, estudiantes y militares patriotas; por la simple razón de soñar y luchar por una patria soberana y socialista.
El asesinato del camarada Carlos Martínez, por las fuerzas represivas del puntofijismo, se consumo en la Plaza Sucre de la parroquia caraqueña del mismo nombre; en el marco de una manifestación en protesta por la expulsión de la Cuba socialista y revolucionaria, de la siempre pro-imperialista Organización de Estados Americanos (OEA).
De esta manera, nunca debemos olvidar a los revolucionarios que cayeron en combate; porque no podemos permitir que la historia construida por la burguesía y la derecha, cercenen la memoria histórica del país y esconda todas las luchas populares. En el mismo ánimo, continuamos luchando para imponerles una condena moral y política a los asesinos del pueblo y los trabajadores.
Una condena que debe materializarse construyendo el socialismo, arrebatándole a la burguesía el poder económico que todavía mantienen en el sector financiero y de alimentos; así como derrotándolos en la arena electoral en las repetidas oportunidades que debamos enfrentarnos en elecciones.
Así, levantáremos con orgullo las reivindicaciones y banderas populares, por las cuales lucho hasta su muerte nuestro camarada Carlos Martínez. “Ni un minuto de silencio, toda una vida de combate revolucionario”.

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