Discurso del Embajador Jorge Rondón Uzcátegui en el acto conmemorativo del asesinato del héroe vietnamita, efectuado en Ciudad Ho Chi Minh el 16-10-20
¡Presente, camarada Nguyen Van Troi!
¡Te traigo un caluroso saludo del pueblo y el gobierno de la Venezuela Bolivariana y un fuerte abrazo que se confunde con las estrellas amarillas del trabajo, con el azul de los mares que nos separan y el rojo- sangre de nuestros libertadores. Nos reúnes en el recuerdo de tu sacrificio por el Vietnam amado, por el Vietnam indomable, por el Vietnam independiente y en camino al desarrollo. Nos convocas en nombre de la solidaridad internacionalista, al igual que hace 45 años, cuando en un gesto fraterno los guerrilleros comunistas venezolanos hicieron lo imposible para tratar de salvar tu joven vida de luchador patriota².
Octubre fue un mes particularmente difícil para las fuerzas revolucionarias y patrióticas en medio de la llamada Guerra Fría. En efecto, el 15 de octubre de 1964 fue fusilado el campesino electricista Nguyen Van Troi y el 9 de octubre de 1967, fue asesinado en Bolivia, el Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara. Ambos asesinatos ejecutados por las mismas manos que sembraban terror en todos los confines de la tierra: las fuerzas imperialistas estadounidenses. El Che sigue abriendo caminos a los pueblos del mundo que luchan por su libertad y Van Troi continúa construyendo el Vietnam socialista.
Como se recordará, Van Troi fue hecho prisionero el 9 de mayo de 1964, cuando en una acción de guerra intentó minar el puente Cong Ly, Justicia, por donde deberían transitar el entonces Secretario de Defensa de los Estados Unidos Robert MacNamara y el Embajador estadounidense Henry Cabot.
Luego de cinco meses de tortura, intentos de fuga y violentos castigos corporales, el joven Van Troi fue condenado a muerte. Su ejecución debería hacerse el 10 de agosto de 1964.
Pero ocurrió algo insólito. El 9 de octubre, un comando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, el ala armada del Partido Comunista Venezolano, secuestró al Teniente coronel Michael Smolen, Segundo Jefe de la Misión Aérea de Estados Unidos en Venezuela. La Unidad Táctica de Combate ³Iván Barreto Miliani² del Destacamento Livia Gouverner, de la Brigada ³Capitán Wilfrido Omaña² anunció al mundo que la vida del militar estadounidense dependía de la libertad de Van Troi. Como respuesta, las fuerzas estadounidenses en Vietnam del Sur aplazaron la ejecución del luchador vietnamita.
Los guerrilleros venezolanos creyeron ingenuamente en la palabra de los estadounidenses y, el 13 de octubre, liberaron a Smolen. Dos días más tarde, ataron a Van Troi a una estaca en la prisión de Hoa Del Chi y, a las 9.50 a.m. lo asesinaron vilmente.
Van Troi enfrentó su destino con gallardía, con valor, contemplando para siempre el cielo azul de su patria y gritando a todo voz: ³¡Larga vida a Ho Chi Minh¡².
Los combatientes venezolanos, Carlos Rey, Noel Quintero, Argenis Martínez y Raúl Rodríguez, entre otros, realizaron esta acción como un acto de solidaridad con las luchas del pueblo de Vietnam y como protesta por la condena a muerte del camarada vietnamita. Sin duda, esta acción unió para siempre a los pueblos de Bolívar y Ho Chi Minh, acortando la distancia que les separan geográficamente, pero que los hermana en la lucha por un mundo más justo.
¡Te traigo un caluroso saludo del pueblo y el gobierno de la Venezuela Bolivariana y un fuerte abrazo que se confunde con las estrellas amarillas del trabajo, con el azul de los mares que nos separan y el rojo- sangre de nuestros libertadores. Nos reúnes en el recuerdo de tu sacrificio por el Vietnam amado, por el Vietnam indomable, por el Vietnam independiente y en camino al desarrollo. Nos convocas en nombre de la solidaridad internacionalista, al igual que hace 45 años, cuando en un gesto fraterno los guerrilleros comunistas venezolanos hicieron lo imposible para tratar de salvar tu joven vida de luchador patriota².
Octubre fue un mes particularmente difícil para las fuerzas revolucionarias y patrióticas en medio de la llamada Guerra Fría. En efecto, el 15 de octubre de 1964 fue fusilado el campesino electricista Nguyen Van Troi y el 9 de octubre de 1967, fue asesinado en Bolivia, el Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara. Ambos asesinatos ejecutados por las mismas manos que sembraban terror en todos los confines de la tierra: las fuerzas imperialistas estadounidenses. El Che sigue abriendo caminos a los pueblos del mundo que luchan por su libertad y Van Troi continúa construyendo el Vietnam socialista.
Como se recordará, Van Troi fue hecho prisionero el 9 de mayo de 1964, cuando en una acción de guerra intentó minar el puente Cong Ly, Justicia, por donde deberían transitar el entonces Secretario de Defensa de los Estados Unidos Robert MacNamara y el Embajador estadounidense Henry Cabot.
Luego de cinco meses de tortura, intentos de fuga y violentos castigos corporales, el joven Van Troi fue condenado a muerte. Su ejecución debería hacerse el 10 de agosto de 1964.
Pero ocurrió algo insólito. El 9 de octubre, un comando de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional, el ala armada del Partido Comunista Venezolano, secuestró al Teniente coronel Michael Smolen, Segundo Jefe de la Misión Aérea de Estados Unidos en Venezuela. La Unidad Táctica de Combate ³Iván Barreto Miliani² del Destacamento Livia Gouverner, de la Brigada ³Capitán Wilfrido Omaña² anunció al mundo que la vida del militar estadounidense dependía de la libertad de Van Troi. Como respuesta, las fuerzas estadounidenses en Vietnam del Sur aplazaron la ejecución del luchador vietnamita.
Los guerrilleros venezolanos creyeron ingenuamente en la palabra de los estadounidenses y, el 13 de octubre, liberaron a Smolen. Dos días más tarde, ataron a Van Troi a una estaca en la prisión de Hoa Del Chi y, a las 9.50 a.m. lo asesinaron vilmente.
Van Troi enfrentó su destino con gallardía, con valor, contemplando para siempre el cielo azul de su patria y gritando a todo voz: ³¡Larga vida a Ho Chi Minh¡².
Los combatientes venezolanos, Carlos Rey, Noel Quintero, Argenis Martínez y Raúl Rodríguez, entre otros, realizaron esta acción como un acto de solidaridad con las luchas del pueblo de Vietnam y como protesta por la condena a muerte del camarada vietnamita. Sin duda, esta acción unió para siempre a los pueblos de Bolívar y Ho Chi Minh, acortando la distancia que les separan geográficamente, pero que los hermana en la lucha por un mundo más justo.
En noviembre del 2005, la República Socialista de Vietnam abrió su Embajada en Caracas, donde fue recibida con gran beneplácito y cariño por el pueblo y Gobierno de Venezuela. Desde enero del 2006, la República Bolivariana de Venezuela está en Vietnam por medio de la Embajada. Desde entonces, ambos países han realizado sus mejores esfuerzos para consolidar sus relaciones políticas, energéticas, económicas, comerciales, culturales tecnológicas y sociales, a fin de construir una sólida cooperación, la cual beneficiará altamente a sus dos pueblos.
En menos de cuatro años, los principales dirigentes de Vietnam han efectuado importantes visitas oficiales; el Presidente de la Asamblea Nacional, Nguyen Van An, el Secretario General del Partido Comunista, Camarada Nong Duc Manh y el Presidente de la República, S. E. Nguyen Minh Triet. Por su parte, el Comandante Presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez Frías, visitó Hanoi en el 2006. Actualmente, tiene planeada otra visita a Vietnam, la cual incluirá Ciudad Ho Chi Minh.
Estos encuentros han sido, además de fraternos, muy positivos en la construcción de una cooperación bilateral sólida y permanente, todo lo cual se refleja en la firma de más de 50 acuerdos, que comprenden todos los campos: política, energía, agricultura, educación, ideología, comercio, inversiones, tecnología, informática, turismo, industria y cultura.
En el logro de estos singulares pasos, ha estado presente la heroica presencia de Nguyen Van Troi, quien, con su ejemplo, su valor y entrega, sigue haciendo caminos en la solidaridad internacionalista y en la comprensión y buena voluntad entre los dos pueblos.
Sin duda, Van Troi y los guerrilleros venezolanos unieron por siempre a Venezuela y Vietnam. Ya no necesitamos escudriñar los mapas para ubicar respectivamente a nuestros ignotos países; nos encontramos en la sonrisa de los niños, en la alegría de la música, en el duro batallar de la existencia, en la mirada sabia de los ancianos, en la belleza de nuestras mujeres y en la regia decisión de cada uno de nosotros de defender nuestras patrias.
Por estas y otras muchas razones, hemos querido dejar una placa en esta plaza, como testimonio de admiración y respeto al héroe vietnamita Nguyen Van Troi y a la amistad eterna entre Vietnam y Venezuela.
¡Muchas gracias!
En menos de cuatro años, los principales dirigentes de Vietnam han efectuado importantes visitas oficiales; el Presidente de la Asamblea Nacional, Nguyen Van An, el Secretario General del Partido Comunista, Camarada Nong Duc Manh y el Presidente de la República, S. E. Nguyen Minh Triet. Por su parte, el Comandante Presidente de la República de Venezuela, Hugo Chávez Frías, visitó Hanoi en el 2006. Actualmente, tiene planeada otra visita a Vietnam, la cual incluirá Ciudad Ho Chi Minh.
Estos encuentros han sido, además de fraternos, muy positivos en la construcción de una cooperación bilateral sólida y permanente, todo lo cual se refleja en la firma de más de 50 acuerdos, que comprenden todos los campos: política, energía, agricultura, educación, ideología, comercio, inversiones, tecnología, informática, turismo, industria y cultura.
En el logro de estos singulares pasos, ha estado presente la heroica presencia de Nguyen Van Troi, quien, con su ejemplo, su valor y entrega, sigue haciendo caminos en la solidaridad internacionalista y en la comprensión y buena voluntad entre los dos pueblos.
Sin duda, Van Troi y los guerrilleros venezolanos unieron por siempre a Venezuela y Vietnam. Ya no necesitamos escudriñar los mapas para ubicar respectivamente a nuestros ignotos países; nos encontramos en la sonrisa de los niños, en la alegría de la música, en el duro batallar de la existencia, en la mirada sabia de los ancianos, en la belleza de nuestras mujeres y en la regia decisión de cada uno de nosotros de defender nuestras patrias.
Por estas y otras muchas razones, hemos querido dejar una placa en esta plaza, como testimonio de admiración y respeto al héroe vietnamita Nguyen Van Troi y a la amistad eterna entre Vietnam y Venezuela.
¡Muchas gracias!
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