LA MEDICINA, LA ALIMENTACION Y LA SUPERVIVENCIA HUMANA...
Luis Alberto Toro Ojeda.
Un médico se forma para salvar la vida de personas, loable y altruista acción, profunda vocación, dedicación y espíritu humanista, el capitalismo toca a su puerta y lo convierte en avaro, no le importa el prójimo, "si no tiene real para pagar que se muera", juega con la vida porque ve a cada paciente que entra a su clínica como un cliente, no como un paciente. Antes de decirle al paciente lo que necesita para curar sus males le enseña la factura y si no tiene dinero ni siquiera lo ausculta. Incluso hasta las categorías usadas por los médicos, enfermos de capitalismo, se mercantiliza, no se habla del paciente tal o cual, se habla del cliente tal o cual, las preguntas más comunes cuando tu te acercas a una clínica privada son: " ¿Tiene seguro, deme su clave, va a pagar con tarjeta o efectivo? Un enfermo que vaya a una clínica privada se convierte en una simple mercancía, no obstante, la ideología capitalista te enajena de tal forma que te consideras superior a los demás y perteneciente a una clase exclusiva que acude a la medicina privada cuando en el fondo simplemente eres una mercancía. El médico que te atiende en una clínica privada es un enfermo de capitalismo, el dueño de la clínica, la enfermera, el camillero y todo aquel que trabaje en el negocio de la vida, el negocio del dolor ajeno y la depravación del carácter humano de todo ser.
La comida, al igual que la medicina es imprescindible para la existencia de la especie humana. Un señor que instale un restaurant para vender comida, ya de por sí se cataloga de venta, "venta de comida", es decir, a buen entendedor pocas palabras, sitios donde se vende vida, si no comemos seremos cadáveres, sin embargo, algo vital, imprescindible y necesario, por obra y gracia del capitalismo se convierte en una mercancía y quienes comen en meros clientes; quienes preparan la comida y fundamentalmente los dueños del restaurant asumen que todo aquello sirve para enriquecerse y actúan en consecuencia. Asimismo ocurre con el dueño del supermercado, la bodega, al abasto etcétera, todo está enfermo de capitalismo. Con estos dos ejemplos de actividades vitales para la existencia humana deducimos que es imposible que la especie humana sobreviva en el capitalismo, con su visión de "generar riqueza", incluso en ámbitos o actividades que son vitales, no obstante, tanto el médico capitalista de la clínica, como el dueño del restaurant, el supermercado, el abasto y la bodega, su objetivo se central es hacerse rico. Poco importa por encima de quien se pase, poco importa si alguien requiere para poder vivir de alguna de estas necesidades, lo que importa es si tiene dinero para poder pagar el servicio o no. ¿Donde está lo humano del sistema capitalista? Por ningún lado obviamente, éste obliga al ser humano a buscar la forma no de vivir sino de sobrevivir y en esa condición se enfrenta con lo más inhóspito e inhumano con lo cual se puede enfrentar un ser, sobrevivir ante los integrantes de su propia especie convertidos en sus lobos.
Estas reflexiones sencillas nos permiten concluir de Perogrullo en algo, no es posible con el sistema capitalista intentar salvar a la humanidad. La revolución bolivariana intenta construir una alternativa para su pueblo en donde el centro de dicha empresa tiene que ver con lo humano, no obstante, la oposición burguesa intenta con una potente campaña mediática, de mentiras, menospreciar, y que el pueblo menosprecie las iniciativas de esta revolución en el aspecto socialista, se oponen a la propiedad social y dicen que la propiedad privada es la única solución, la propiedad privada para las inmensas mayorías claro. De esta manera se burlan del comandante cuando éste propone cosas como cuidarse de la obesidad, o se burlan también de las ideas en torno a combatir el problema eléctrico con la participación de todos, o el problema de la escasez de agua; banalizan los temas y no es por otra cosa que porque dichos temas están enmarcados dentro de la monumental tarea de salvar a la humanidad del colapso.
Procurar que nuestro pueblo este sano y que la naturaleza también, imprescindible para la existencia de la especie es el socialismo y es salvar a la humanidad, hacer todo lo contrario significa seguir en el capitalismo y llevar con ello a la humanidad a su extinción. Cuando los moderadores de los principales canales de televisión privada se burlan de las ideas del comandante, lo que procuran es banalizar el tema; a ellos no les importa que todos los venezolanos seamos obesos, seguramente ya estarán haciendo estudios de mercado para lanzar "productos light" y ganarse unos buenos reales. Para ellos poco les importa si los problemas de los triglicéridos y el colesterol nos diezma, para ellos lo importante es que las clínicas ganen bastante real producto de "ese nuevo mercado", los gordos, y que conste, soy de los que engrosan las estadísticas de gordos en el país, pasan por obra y gracia del capitalismo a convertirse "en un nuevo mercado" para el capitalismo, para el socialismo pasamos a convertirnos en un problema de salud pública que debemos atender conscientemente y que las propuestas del comandante es un llamado a tener conciencia precisamente sobre el tema.
La inmensa capacidad comunicativa del presidente contribuye cada vez con mayor fuerza a sembrar en la conciencia del pueblo valores intrínsecamente unidos a lo humano y en contraposición al sistema capitalista que hace prevalecer lo mercantil por sobre todas las cosas y termina convirtiendo toda actividad, incluso las relativas a la propia existencia humana, en una simple y vulgar mercancía.
En este orden de ideas creemos en el necesario análisis del tema de la salud en el país y la distribución, producción y consumo de alimentos, dos áreas donde el capitalismo introdujo sus tentáculos y se niega por todos los medios a soltar. El pueblo en su totalidad, incluyendo a muchos escuálidos, reconoce el éxito de Barrio Adentro, los camaradas cubanos desempeñan una extraordinaria labor que le ha dado credibilidad al plan, eficacia y eficiencia, a pesar de todos los problemas confrontados; no obstante, prosigue el tema de la medicina privada vigente aún, y sobretodo financiada por el estado; recientemente escuche declaraciones del Diputado Rafael Ríos, si no me equivoco, dando cifras que sobrepasan los 15 mil millones de bolívares fuertes que paga el estado en materia de seguros, de ellos el sector salud se lleva una tajada inmensa y vale preguntarnos ¿Quienes se benefician de todo esto? Las clínicas privadas, esas mismas que convierten al enfermo no en un paciente sino en un cliente que si no tiene dinero o cobertura del seguro no importa que se muera de mengua. ¿Será imposible aprobar una ley que prohíba, en áreas vitales como la salud y la alimentación, el ejercicio de la actividad privada capitalista y con ello fortalecer un sistema que tiene la aceptación de casi la totalidad de los venezolanos como Barrio Adentro? ¿Será posible legislar en el sentido de darle a la alimentación un sentido que vaya mucho más allá de convertirla en mera mercancía, obediente a las perversas leyes del mercado de la oferta y la demanda?
Luis Alberto Toro Ojeda.
Un médico se forma para salvar la vida de personas, loable y altruista acción, profunda vocación, dedicación y espíritu humanista, el capitalismo toca a su puerta y lo convierte en avaro, no le importa el prójimo, "si no tiene real para pagar que se muera", juega con la vida porque ve a cada paciente que entra a su clínica como un cliente, no como un paciente. Antes de decirle al paciente lo que necesita para curar sus males le enseña la factura y si no tiene dinero ni siquiera lo ausculta. Incluso hasta las categorías usadas por los médicos, enfermos de capitalismo, se mercantiliza, no se habla del paciente tal o cual, se habla del cliente tal o cual, las preguntas más comunes cuando tu te acercas a una clínica privada son: " ¿Tiene seguro, deme su clave, va a pagar con tarjeta o efectivo? Un enfermo que vaya a una clínica privada se convierte en una simple mercancía, no obstante, la ideología capitalista te enajena de tal forma que te consideras superior a los demás y perteneciente a una clase exclusiva que acude a la medicina privada cuando en el fondo simplemente eres una mercancía. El médico que te atiende en una clínica privada es un enfermo de capitalismo, el dueño de la clínica, la enfermera, el camillero y todo aquel que trabaje en el negocio de la vida, el negocio del dolor ajeno y la depravación del carácter humano de todo ser.
La comida, al igual que la medicina es imprescindible para la existencia de la especie humana. Un señor que instale un restaurant para vender comida, ya de por sí se cataloga de venta, "venta de comida", es decir, a buen entendedor pocas palabras, sitios donde se vende vida, si no comemos seremos cadáveres, sin embargo, algo vital, imprescindible y necesario, por obra y gracia del capitalismo se convierte en una mercancía y quienes comen en meros clientes; quienes preparan la comida y fundamentalmente los dueños del restaurant asumen que todo aquello sirve para enriquecerse y actúan en consecuencia. Asimismo ocurre con el dueño del supermercado, la bodega, al abasto etcétera, todo está enfermo de capitalismo. Con estos dos ejemplos de actividades vitales para la existencia humana deducimos que es imposible que la especie humana sobreviva en el capitalismo, con su visión de "generar riqueza", incluso en ámbitos o actividades que son vitales, no obstante, tanto el médico capitalista de la clínica, como el dueño del restaurant, el supermercado, el abasto y la bodega, su objetivo se central es hacerse rico. Poco importa por encima de quien se pase, poco importa si alguien requiere para poder vivir de alguna de estas necesidades, lo que importa es si tiene dinero para poder pagar el servicio o no. ¿Donde está lo humano del sistema capitalista? Por ningún lado obviamente, éste obliga al ser humano a buscar la forma no de vivir sino de sobrevivir y en esa condición se enfrenta con lo más inhóspito e inhumano con lo cual se puede enfrentar un ser, sobrevivir ante los integrantes de su propia especie convertidos en sus lobos.
Estas reflexiones sencillas nos permiten concluir de Perogrullo en algo, no es posible con el sistema capitalista intentar salvar a la humanidad. La revolución bolivariana intenta construir una alternativa para su pueblo en donde el centro de dicha empresa tiene que ver con lo humano, no obstante, la oposición burguesa intenta con una potente campaña mediática, de mentiras, menospreciar, y que el pueblo menosprecie las iniciativas de esta revolución en el aspecto socialista, se oponen a la propiedad social y dicen que la propiedad privada es la única solución, la propiedad privada para las inmensas mayorías claro. De esta manera se burlan del comandante cuando éste propone cosas como cuidarse de la obesidad, o se burlan también de las ideas en torno a combatir el problema eléctrico con la participación de todos, o el problema de la escasez de agua; banalizan los temas y no es por otra cosa que porque dichos temas están enmarcados dentro de la monumental tarea de salvar a la humanidad del colapso.
Procurar que nuestro pueblo este sano y que la naturaleza también, imprescindible para la existencia de la especie es el socialismo y es salvar a la humanidad, hacer todo lo contrario significa seguir en el capitalismo y llevar con ello a la humanidad a su extinción. Cuando los moderadores de los principales canales de televisión privada se burlan de las ideas del comandante, lo que procuran es banalizar el tema; a ellos no les importa que todos los venezolanos seamos obesos, seguramente ya estarán haciendo estudios de mercado para lanzar "productos light" y ganarse unos buenos reales. Para ellos poco les importa si los problemas de los triglicéridos y el colesterol nos diezma, para ellos lo importante es que las clínicas ganen bastante real producto de "ese nuevo mercado", los gordos, y que conste, soy de los que engrosan las estadísticas de gordos en el país, pasan por obra y gracia del capitalismo a convertirse "en un nuevo mercado" para el capitalismo, para el socialismo pasamos a convertirnos en un problema de salud pública que debemos atender conscientemente y que las propuestas del comandante es un llamado a tener conciencia precisamente sobre el tema.
La inmensa capacidad comunicativa del presidente contribuye cada vez con mayor fuerza a sembrar en la conciencia del pueblo valores intrínsecamente unidos a lo humano y en contraposición al sistema capitalista que hace prevalecer lo mercantil por sobre todas las cosas y termina convirtiendo toda actividad, incluso las relativas a la propia existencia humana, en una simple y vulgar mercancía.
En este orden de ideas creemos en el necesario análisis del tema de la salud en el país y la distribución, producción y consumo de alimentos, dos áreas donde el capitalismo introdujo sus tentáculos y se niega por todos los medios a soltar. El pueblo en su totalidad, incluyendo a muchos escuálidos, reconoce el éxito de Barrio Adentro, los camaradas cubanos desempeñan una extraordinaria labor que le ha dado credibilidad al plan, eficacia y eficiencia, a pesar de todos los problemas confrontados; no obstante, prosigue el tema de la medicina privada vigente aún, y sobretodo financiada por el estado; recientemente escuche declaraciones del Diputado Rafael Ríos, si no me equivoco, dando cifras que sobrepasan los 15 mil millones de bolívares fuertes que paga el estado en materia de seguros, de ellos el sector salud se lleva una tajada inmensa y vale preguntarnos ¿Quienes se benefician de todo esto? Las clínicas privadas, esas mismas que convierten al enfermo no en un paciente sino en un cliente que si no tiene dinero o cobertura del seguro no importa que se muera de mengua. ¿Será imposible aprobar una ley que prohíba, en áreas vitales como la salud y la alimentación, el ejercicio de la actividad privada capitalista y con ello fortalecer un sistema que tiene la aceptación de casi la totalidad de los venezolanos como Barrio Adentro? ¿Será posible legislar en el sentido de darle a la alimentación un sentido que vaya mucho más allá de convertirla en mera mercancía, obediente a las perversas leyes del mercado de la oferta y la demanda?
Obviamente que son incógnitas que los revolucionarios estamos obligados a despejar, lo que sería imperdonable es que por desviaciones en lo político y en los principios revolucionarios no se debata el tema y simplemente se adopten meras reformas que a lo sumo alcanzarían a medio aliviar la situación, todo, porque no vamos a la causa del mal que es el capitalismo sino que nos limitamos a sobrellevar el efecto. Ideas para el debate, llamados a la reflexión, toma de conciencia e interpretación científica de los procesos sociales nos dará la respuesta.
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