Editorial de Vea
(Foto: Reconocelo Pueblo)
(Foto: Reconocelo Pueblo)
Después de haber estado a sueldo del despacho del Presidente de Estados Unidos, el veterano apátrida Luis Giusti sirve ahora a las órdenes del presidente Uribe de Colombia.
Desde que fracasó su intento de entregar PDVSA a los intereses estadounidenses, Luis Giusti se dedicó a vender información confidencial sobre la industria petrolera venezolana a los gobiernos y las empresas extranjeras que mejor compraran y pagaran sus servicios, hasta que pudo ingresar en la nómina de la Casa Blanca con sueldo fijo.
¿Qué infamias no tramaría Luis Giusti con George W. Bush a fin de causar el mayor daño a los intereses venezolanos en el mercado petrolero?
¿En cuántos planes macabros de la estrategia estadounidense no participaría con el objeto de perjudicar los precios y las posiciones del petróleo venezolano y favorecer los intereses extranjeros?
Giusti fue presidente de PDVSA durante años, en el marco de la política neoliberal y antinacional de los gobiernos de AD y COPEI. Sin duda, tuvo acceso a la información confidencial de la industria petrolera. Además, fue uno de los más diligentes conspiradores contra la Revolución Bolivariana. ¿Cuántos secretos no entregó al espionaje industrial y comercial de los servicios extranjeros?
Este contumaz mercenario fue a recalar ahora al servicio de Uribe y de los proyectos de la oligarquía colombiana.
¿De dónde procede Luis Guisti?
Luis Guisti pertenece a ese sector social que la vieja política adeco-copeyana colocó en funciones claves de la industria petrolera para servir a los intereses extranjeros. Pertenece a la corriente ideológica que no tiene patria sino responde a las órdenes del gran capital internacional. No es una ficha extraña, un infiltrado inconsciente, sino uno de los muchos que se declaran a sí mismo “técnicos, no políticos”, pero están dispuestos a venderse al mejor postor. Luis Giusti es la burguesía y pequeña burguesía de espaldas a su Patria
Desde que fracasó su intento de entregar PDVSA a los intereses estadounidenses, Luis Giusti se dedicó a vender información confidencial sobre la industria petrolera venezolana a los gobiernos y las empresas extranjeras que mejor compraran y pagaran sus servicios, hasta que pudo ingresar en la nómina de la Casa Blanca con sueldo fijo.
¿Qué infamias no tramaría Luis Giusti con George W. Bush a fin de causar el mayor daño a los intereses venezolanos en el mercado petrolero?
¿En cuántos planes macabros de la estrategia estadounidense no participaría con el objeto de perjudicar los precios y las posiciones del petróleo venezolano y favorecer los intereses extranjeros?
Giusti fue presidente de PDVSA durante años, en el marco de la política neoliberal y antinacional de los gobiernos de AD y COPEI. Sin duda, tuvo acceso a la información confidencial de la industria petrolera. Además, fue uno de los más diligentes conspiradores contra la Revolución Bolivariana. ¿Cuántos secretos no entregó al espionaje industrial y comercial de los servicios extranjeros?
Este contumaz mercenario fue a recalar ahora al servicio de Uribe y de los proyectos de la oligarquía colombiana.
¿De dónde procede Luis Guisti?
Luis Guisti pertenece a ese sector social que la vieja política adeco-copeyana colocó en funciones claves de la industria petrolera para servir a los intereses extranjeros. Pertenece a la corriente ideológica que no tiene patria sino responde a las órdenes del gran capital internacional. No es una ficha extraña, un infiltrado inconsciente, sino uno de los muchos que se declaran a sí mismo “técnicos, no políticos”, pero están dispuestos a venderse al mejor postor. Luis Giusti es la burguesía y pequeña burguesía de espaldas a su Patria
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