jueves, 22 de abril de 2010

DISCURSO DEL CONSUL GENERAL DAVID NIEVES MOTIVO 200 AÑOS DE LUCHA 19 DE ABRIL 1810

19 DE ABRIL DE 1810 PROCLAMACIÓN DE LA INDEPENDENCIA
DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA
CELEBRACIÓN DE 200 AÑOS DE LUCHA
ACTO CONMEMORATIVO DEL 19 DE ABRIL DE 1810 COMO EL INICIO
DEL PROCESO DE INDEPENDENCIA DE VENEZUELA
David Nieves Banchs
Cónsul General de la República Bolivariana de Venezuela
CONSULADO GENERAL DE LA REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
EN SANTA CRUZ DE TENERIFE


"Y miren lo que son las cosas porque, para que nos vieran, nos tapamos el rostro; para que nos nombraran, nos negamos el nombre; apostamos el presente para tener futuro; y para vivir... morimos." Subcomandante Marcos.

Hoy 19 de abril el tiempo ha dejado atrás 200 años. Fue el primer paso por la independencia en Iberoamérica, uno de los hechos históricos de nuestra gesta emancipadora y libertaria en una tierra situada frente a un inmenso mar, el mar Caribe, generoso como el corazón. Habitado por ese mismo pueblo que en 1810 valientemente alzó su voz para abrir paso a un tiempo de libertad.

Aquel 19 de abril de 1810, día del grito libertario, se repitió numerosas veces en la historia nacional sin lograr consumar nuestro anhelo de igualdad. Desde los hombres y mujeres que se enfrentaron al soberbio colonizador durante 300 años, hasta los que durante dos siglos han dado la batalla en el campo de las armas y las ideas para declarar nuestro derecho a la libertad, Venezuela y América han sido sinónimo de resistencia al sometimiento extranjero.

Y hoy esta gesta emancipadora continúa viva y en plena efervescencia, esta vez por la construcción de una patria libre de ataduras económicas y culturales que intenta reivindicar su derecho a pensar y a decidir su propio destino.

Recordar éso aquí, entre amigos, es -en lo personal- una experiencia de alta significación, y una oportunidad para reflexionar sobre hechos históricos que han dado paso a la relación entre Venezuela y Canarias.

Y es que la historia se construye tras la consecuencia de hechos y procesos y no de un golpe, aunque muchos quieran borrar de la memoria del pueblo sus acciones, ellas están ahí, permanecen intactos los años de opresión, esclavitud y genocidio vividos en nuestra América.

Es precisamente Canarias, la tierra originaria de los ancestros de nuestro Libertador, el más grande entre los grandes como lo describe el poeta José Enrique Rodó: "grande en el pensamiento, grande en la acción, grande para llevar en el alma la parte impura que cabe sólo en el alma de los grandes...", y así también Miranda, el gran pensador, cuyos aportes cambiaron el rumbo de los pueblos americanos. Por ello decimos, que América tiene una gran vinculación con Canarias; no es un secreto para nadie las tantas cosas que nos unen, a pesar de que estamos al otro lado del mar, pero una parte del corazón, del amor, está sembrada aquí y allá.

Quiero agradecer al pueblo canario su receptividad al recibirnos, y a nuestros compatriotas venezolanos que siendo éste el segundo consulado venezolano más grande
en el mundo, pretendemos mantener una relación de fraternidad y que debemos seguir generando espacios para propiciar estos acercamientos.

Nuestro gobierno revolucionario, bolivariano y socialista que preside Hugo Chávez, tiene la voluntad de acercarse a todos los venezolanos, es la voluntad del amigo, la voluntad del amor, pero así como hablamos hoy, diáfanos, claros, con esa misma claridad le decimos que no estamos dispuestos a permitir que desde otros escenarios se continúe conspirando contra los intereses del pueblo venezolano. En nuestro país se abre paso un camino nuevo de encuentro con nuestra historia, de reconstrucción de una nación. Lo hemos hecho por la vía pacífica, a través de procesos electorales que dan muestra clara de verdadera democracia como la que celebraremos el 26 de septiembre, donde los canarios-venezolanos podrán votar por el Parlamento Iberoamericano. Hoy una vez más el venezolano es protagonista de su propio destino.

Venezuela es ejemplo ante el mundo de cómo un pueblo valiente decidió cambiar, y rompimos con las cadenas que nos oprimían y que de manera indetenible hoy se extiende por toda nuestra América, este proceso revolucionario ha respetado y respetará la voluntad de todas las naciones.

Es difícil estar lejos de casa, pero ustedes nos hacen sentir que estamos cerca, porque en cada rostro vemos reflejado parte de nuestro pasado, y podemos decir que nos unen profundos lazos de afecto. Hay muchas similitudes y sentimos, sin duda alguna, que un pedazo de Venezuela está sembrado en el corazón y el alma canaria.

Transcurridos 200 años del inicio del grito libertario de Venezuela, la revolución bolivariana cabalga impetuosa y sabia por las planicies y montañas de la Patria Grande que es Latinoamérica.

Otros hombres y mujeres han moldeado, no sin dificultades, las estrategias hacia el destino humanista que soñó el Libertador. En el camino hacia la justicia social, mucha agua ha corrido bajo los puentes. Venezuela ha vivido después de su independencia, la nefasta vida de guerras internas. La paz que ha habido la han teñido de sangre, de torturas, de desaparecidos. Pasando por dictaduras y por la mal llamada democracia representativa.

Desde 1999 Venezuela retoma la bandera bolivariana con el hombre más idóneo, más capaz y humano de los últimos tiempos: Hugo Chávez, quien a partir del 2 de febrero de ese año inicia un proceso de transformaciones orientadas hacia la construcción del Proyecto Nacional Simón Bolívar, así se llama el Plan de Desarrollo Económico y Social de Venezuela. Esta iniciativa contempla planes integrales que abarcan todos los ámbitos (social, económico, cultural, tecnológico) para edificar un país de libertad y justicia social y es en ella donde se siembran las bases del gobierno bolivariano y socialista.

No vamos a hacer una semblanza de nuestro Presidente, ni tampoco un largo recorrido de sus logros y virtudes, queremos simplemente resaltar aunque sea una mínima parte de los triunfos que ha tenido el Gobierno del presidente Chávez. Y no me cansaré siempre de resaltarlos en cada conversación, en cada encuentro, en cada momento y mucho más en el día de hoy que estamos celebrando con orgullo los 200 años de la proclamación de la Independencia, que además forma parte de la gran fiesta latinoamericana que se lleva a cabo este año en la patria de Bolívar:

1) Junto al éxito obtenido por Telesur, se comienza a irradiar "la radio sur" que cuenta con más de 100 estaciones aliadas en distintos países de América, África, Asia y el Caribe. En África cuenta con Radio Gambia, Radio Benin, Radio Internacional de Argelia y Radio Nacional de Libia; en el continente asiático, con La Voz de Irán, La Voz de Vietnam y la Radio Nacional de China. Y junto a todo lo anterior múltiples emisoras de Venezuela.

2) El presidente Chávez ratificó su apoyo a Argentina y su respaldo para el regreso justo de las Malvinas a ese país, al tiempo que condenó la presencia de un submarino en las Islas Malvinas.

3) Mientras en el mundo se derrumbaba el empleo, en Venezuela la tasa de ocupación se mantuvo en 7.5%

4) Siguiendo con la protección de los derechos de los trabajadores, se incrementó el salario mínimo en un 20%, lo que convierte a Venezuela en la nación con el mayor salario mínimo de América Latina, (450 $).

5) Se aprobó la Ley Orgánica de Educación. Se construyeron 44 nuevos planteles y se rehabilitación 364
edificaciones escolares; así mismo se dotó a 2.729 planteles educativos con más de 91 mil computadoras portátiles para beneficiar a 8.500 maestros y más de 305 mil alumnos de educación primaria. Se construyeron 4 nuevas universidades, 6 complejos universitarios socialistas y 27 edificios para diferentes institutos universitarios. Debemos anexar el que 3.100.000 venezolanos han sido dotados de su carnet de identidad en corto tiempo.
6) Las misiones sociales han sido las obras más destacadas del Gobierno, al mejorar la calidad de vida del venezolano.
7) El desarrollo de la red ferroviaria que se extiende de norte a sur y de este a oeste.

Todas estas actividades se han materializado entre el año 2.009 y lo que va del 2010. E insisto, sólo estamos señalando una parte de estos logros.

A nosotros durante estos 200 años de la declaración de la Independencia, nadie nos había llamado terroristas.

Actualmente, este epíteto es impuesto por el imperio norteamericano y repetido por sus acólitos para referirse a los venezolanos y los pueblos hermanos. Si Simón Bolívar estuviese vivo, el imperio y la gran prensa no lo llamarían Libertador. ¡No! lo llamarían “terrorista”.

Y es que el imperio no perdona que desde principios del siglo XXI, buena parte de las naciones hermanas del Sur y del Caribe de América, hayan logrado que sus gobiernos giren sus timones hacia la izquierda para colocar a los ciudadanos como principales protagonistas del cambio.

Sin embargo, las amenazas siguen estando más latentes que nunca: basta con nombrar hechos puntuales como el golpe de estado al gobierno legítimo de Honduras, la instalación de siete bases militares de Estados Unidos en Colombia, o el retorno de la extrema derecha a Chile que rememora al Pinochetismo que creíamos superado.

Pero como ocurrió en 1819 en Angostura, una nueva estrategia se ha impuesto en el hemisferio sur para blindar y fortalecer los avances alcanzados en los últimos 10 años: la luz del ALBA, con énfasis en lo humanístico y la UNASUR, con acento en la unidad; ambas construyen la integración de los pueblos caribeños y suramericanos en el cambio económico, educativo, la seguridad, la ciencia y la tecnología.

Y podemos decir a ciencia cierta que la espada de Bolívar sigue caminando por América Latina y está inspirando también a muchos países de todos los continentes porque como dijo el poeta Pablo Neruda: “Bolívar despierta cuando despiertan los pueblos”. Y eso no nos lo perdona el imperio y sus aliados porque es más fácil llamarnos terroristas para satanizar el proceso indetenible de emancipación latinoamericana.

Lo mismo ocurrió por mucho tiempo en Venezuela en esa democracia representativa que gobernó durante la IV República, cuando se intentó enterrar en la historia la voz y acción de miles de guerrilleros que se alzaron en armas para defender a su país, luchar por una patria nueva, por la liberación nacional o por cualquier causa noble independentista.

A mi, a este cónsul venezolano, también me llamarían terrorista porque luché con las armas en la mano, rodilla en tierra contra gobiernos oprobiosos y criminales que asesinaron a mi pueblo. Pero los tiempos han cambiado, la vida es otra y lo que hice, lo realicé en defensa de mi país me siento orgulloso por lo que hice, no por lo que dejé de hacer.

Y con esa misma fuerza, la que utilicé ayer, debo decirles que desde el Consulado que dirijo con las mujeres y hombres que me acompañan, levanto mi mano por España como nación democrática, respetando a su presidente Rodríguez Zapatero y respetando también el esfuerzo y las batallas políticas que la izquierda española practica.

Acompaño el pensamiento del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Chávez, cuando en múltiples oportunidades ha dejado claro que una cosa es España y su pueblo y otra un sector de la prensa española, que es idéntica a la venezolana: maula, mentirosa y no la necesitamos. Que el Gobierno español y otros gobiernos del mundo entero y los honorables consulados nos juzguen.

Nuestra riqueza petrolera la hemos compartido con España a través de Repsol a quien le hemos cedido un amplio pedazo de la Faja Petrolera del Orinoco; compartiendo una gran riqueza gasífera en donde hemos perforado el yacimiento de gas más grande de Venezuela y el quinto en todo el globo terráqueo.

A su vez, a España le debemos la construcción de 8 buques de vigilancia costera, en momentos en que el imperio se negó y nos fue boicoteando por el mundo para que no los fabricaran; hoy no nos queda más que decir gracias España, muchas gracias.

Y pronto en esas playas de Cádiz, construiremos también lanchas que, junto a los barcos, además de cumplir con tareas sociales y humanitarias, también servirán para combatir el tráfico de estupefacientes.

Estoy muy agradecido en nombre del Gobierno Revolucionario Bolivariano, en nombre de su Presidente, del glorioso pueblo que lo acompaña en esta lucha sin descanso. En nombre de todo el personal del Consulado mi agradecimiento a la gente que está aquí. Porque es bonito vivir al lado de gente muy humana. Que sabe reír. Que sabe reconocer sus errores. Que no se envanece con sus triunfos. Que no huya de sus responsabilidades. Que sepa decir por ahora y que siga adelante, que practique la verdad y la honradez. Nuestra meta es llegar satisfechos y en paz a ustedes, a sus seres queridos y a su conciencia. Que viva el Bicentenario de Venezuela.

Patria socialista o muerte.

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