EN ESTE CICLO BICENTENARIO VIETNAM EN EL CORAZON NUESTRAMERICANO
Un 29 de marzo en Vietnam hace 27 años, salía huyendo derrotado el Último soldado yanqui. La victoria heroica del pueblo de Vietnam sobre los agresores y la oligarquía cipaya se sellaba con la fuga precipitada ante la ofensiva indetenible de las fuerzas armadas de Vietnam..
La reunificación de la patria sagrada y la total independencia fueron los logros principales de los combatientes vietnamitas después de combatir contra los imperialismos japonés, francés y yanqui, por decenas de años.
Con el ideal de una sociedad de trabajadores y trabajadoras, con el ideario socialista en sus mentes y corazones y con un patriotismo revolucionario enraizado en sus más profundas convicciones, los y las combatientes vietnamitas derrotaron a los imperios más agresivos y criminales.
Más de cuatro millones de vietnamitas ofrendaron sus vidas en esas guerras de liberación.
Quedaron en la memoria de los pueblos grandes hombres y mujeres, grandes acontecimientos bélicos, la gran gesta libertaria de menudos y sencillos combatientes. Símbolos eternos son el presidente Ho Chi Minh y el general Vo Nguyen Giap.
La bandera roja con la estrella amarilla fue por muchos años el más digno de los símbolos de los pueblos en la lucha por su libertad.
Vietnam mostró con su heroísmo y abnegación, que no hay imperio superior a la decisión de independencia y soberanía de los pueblos combatientes. La solidaridad internacionalista, material y combativa, fue un ingrediente importante en la larga y dura confrontación.
Tenemos el imperialismo yanqui en nuestras tierras sagradas, y Nuestramerica tomo la decisión inquebrantable de estar unida, independiente y soberana. La misma decisión que en Vietnam los llevó a la victoria marcada cuando el 29 de marzo de 1973, el último yanqui agresor huía derrotado de la Patria sagrada de Ho Chi Minh.
El imperio español fue derrotado por los patriotas nuestraméricanos encabezados por la genialidad de Simón Bolívar. Las mismas fuerzas telúricas que movieron a los vietnamitas, a los angolanos, a los argelinos potenciaron a nuestros combatientes patriotas.
El espíritu bicentenario se conjuga en la lucha y la decisión de ser libres o morir. De tener Patria para todos o para ninguno y en nuestra consigna de Ni Un Paso Atrás Liberación O Muerte.
En este ciclo bicentenario, cuando la lucha continua, Vietnam está en el corazón y en la memoria de los pueblos que seguimos siendo agredidos por el imperialismo yanqui.
!De la Resistencia al Poder Popular!
Un 29 de marzo en Vietnam hace 27 años, salía huyendo derrotado el Último soldado yanqui. La victoria heroica del pueblo de Vietnam sobre los agresores y la oligarquía cipaya se sellaba con la fuga precipitada ante la ofensiva indetenible de las fuerzas armadas de Vietnam..
La reunificación de la patria sagrada y la total independencia fueron los logros principales de los combatientes vietnamitas después de combatir contra los imperialismos japonés, francés y yanqui, por decenas de años.
Con el ideal de una sociedad de trabajadores y trabajadoras, con el ideario socialista en sus mentes y corazones y con un patriotismo revolucionario enraizado en sus más profundas convicciones, los y las combatientes vietnamitas derrotaron a los imperios más agresivos y criminales.
Más de cuatro millones de vietnamitas ofrendaron sus vidas en esas guerras de liberación.
Quedaron en la memoria de los pueblos grandes hombres y mujeres, grandes acontecimientos bélicos, la gran gesta libertaria de menudos y sencillos combatientes. Símbolos eternos son el presidente Ho Chi Minh y el general Vo Nguyen Giap.
La bandera roja con la estrella amarilla fue por muchos años el más digno de los símbolos de los pueblos en la lucha por su libertad.
Vietnam mostró con su heroísmo y abnegación, que no hay imperio superior a la decisión de independencia y soberanía de los pueblos combatientes. La solidaridad internacionalista, material y combativa, fue un ingrediente importante en la larga y dura confrontación.
Tenemos el imperialismo yanqui en nuestras tierras sagradas, y Nuestramerica tomo la decisión inquebrantable de estar unida, independiente y soberana. La misma decisión que en Vietnam los llevó a la victoria marcada cuando el 29 de marzo de 1973, el último yanqui agresor huía derrotado de la Patria sagrada de Ho Chi Minh.
El imperio español fue derrotado por los patriotas nuestraméricanos encabezados por la genialidad de Simón Bolívar. Las mismas fuerzas telúricas que movieron a los vietnamitas, a los angolanos, a los argelinos potenciaron a nuestros combatientes patriotas.
El espíritu bicentenario se conjuga en la lucha y la decisión de ser libres o morir. De tener Patria para todos o para ninguno y en nuestra consigna de Ni Un Paso Atrás Liberación O Muerte.
En este ciclo bicentenario, cuando la lucha continua, Vietnam está en el corazón y en la memoria de los pueblos que seguimos siendo agredidos por el imperialismo yanqui.
!De la Resistencia al Poder Popular!
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