La oposición pide a Dios no suspender la ignorancia
Por: Miguel A. Jaimes N.
La desconcertada oposición venezolana anda muy intranquila, esto, después que el más inteligente y genuino de sus candidatos a la presidencia, Antonio Ledezma, empezó a gritar despavorid@ cuando a un chavista se le ocurrió obsequiarle un diccionario de tapa roja, conocido como Larousse, el infortunado decía, atentado, atentado.
Esto trajo pelea en la Mesa de la Unidad, conllevando que los menos groseros se sienten adelante, y atrás, los completamente brutos, así, por culpa de los gritos del Alcalde ha quedado dividida la “opinión política” más clara del país, entre lo que más meten la pata, contra los que llegan a menos.
Esto trajo como consecuencia que el precandidato presidencial se confesara con el cura mas jefe del país, pero este que no deja la lengua quieta y no aprende a utilizar su correo electrónico, mando todos los intríngulis en la lista completa de usuarios.
El caso de la confidencia en cuestión es el siguiente: varios altos dirigentes de la oposición venezolana han confiado al Alcalde Metropolitano, y este a su vez al alto prelado, su vasta preocupación “por tanto ignorante que hay en la dirigencia opositora”.
El dignatario eclesiástico no dudo en mandarlos a sancionar con una feroz penitencia, puesto que Dios no perdona tanto analfabetismo junto, pero ellos, interpretaron que el máximo creador estaba a punto de suspender esta garantía.
Esto hizo que corrieran despavoridos hasta la ciudad de Mérida, donde se consultaron con el rival del máximo jerarca de la iglesia venezolana, entregándole una improvisada carta escrita a lápiz mongol con tachones incluidos, donde relataban la sanción impuesta desde Caracas: todos, todos debían ir al Warairarepano en procesión y descalzos en esta época de incendios, esto, para tratar de vencer la plaga de la ignorancia que los había tomado de sorpresa, lo cual, sorprendió al dueño de la Basílica merideña
Pero como los chismes corren más que “los manitas blancas”, el brollo llego hasta la sede de la Nunciatura, quienes no dudaron en responder: “lamentan que ahora Dios está de parte de la “Barbarie Roja” y que muy injustamente los había abandonado, pues antes, siempre gobernaron los brutos y el Máximo Creador no se molestaba, igual aprovecharon para expresarle a su jefe, aquí en el país, que no tolerarían nuevamente que siguiera cometiendo los “errorcitos” con su computador y que los chavistas nuevamente se enteraran.
Por esto, también culparon a un ex gobernador con apellido de florero, pues fue quien por más tiempo abuso de la bendita generosidad de ser iletrado, pues para ellos, siempre fue imposible detenerle su lengua de disparates, cada vez que se echaba los Scott, en vez de hundir a Chávez, más bien lo ayudaba, por esta razón huyo hacia otras tierras, definidas por él mismo, como el paraíso.
El alto jerarca eclesiástico se molesto cuando vio que la banda se completaba en tierras andinas, y él, que es el ser supremo corría el riesgo de desaparecer. Inmediatamente cogió su laptop para oficializar su reclamo, haciéndose efectivo el temor de La Nunciatura, de nuevo, mando la nota a todos sus contactos.
Gritaba al igual que su vecino –Ledezma- que la oposición del país tenía que venir hasta la Catedral para hincarse y pagar su penitencia, la cual ahora seria doble por desobedecerle y aliarse con su enemigo de Mérida, o correrían el peligro de abrir las puertas de la inteligencia, si esto sucedía, que se olvidaran del coroto de La Esquina de Bolero con avenida Urdaneta.
Inmediatamente al navegar la nota por el sistema electrónico y al enterarse igualmente sus otros enemigos, esta vez los de la Conferencia Episcopal Venezolana, se armo la grande por partida doble, airados reaccionaron, exigiéndole al Alto Prelado que no sea “Tal Cual Cardenal” puesto que había iniciado lo mismo que la vez pasada, alerto a todo el alto gobierno con su email, y que ahora sí, sería expulsado de las fastuosas reuniones de la oposición venezolana.
Relatan que muy molestos a todo cañote le gritaban al prelado que nada había aprendido de la oscura oposición del país, y que su contrincante muy pronto le sustituiría, que él había entrado por contrabando, que en lo inmediato estaba en penitencia y que debía repetir hasta su extenuación, “que con la ignorante oposición tenemos que vivir mejor”.
Por: Miguel A. Jaimes N.
La desconcertada oposición venezolana anda muy intranquila, esto, después que el más inteligente y genuino de sus candidatos a la presidencia, Antonio Ledezma, empezó a gritar despavorid@ cuando a un chavista se le ocurrió obsequiarle un diccionario de tapa roja, conocido como Larousse, el infortunado decía, atentado, atentado.
Esto trajo pelea en la Mesa de la Unidad, conllevando que los menos groseros se sienten adelante, y atrás, los completamente brutos, así, por culpa de los gritos del Alcalde ha quedado dividida la “opinión política” más clara del país, entre lo que más meten la pata, contra los que llegan a menos.
Esto trajo como consecuencia que el precandidato presidencial se confesara con el cura mas jefe del país, pero este que no deja la lengua quieta y no aprende a utilizar su correo electrónico, mando todos los intríngulis en la lista completa de usuarios.
El caso de la confidencia en cuestión es el siguiente: varios altos dirigentes de la oposición venezolana han confiado al Alcalde Metropolitano, y este a su vez al alto prelado, su vasta preocupación “por tanto ignorante que hay en la dirigencia opositora”.
El dignatario eclesiástico no dudo en mandarlos a sancionar con una feroz penitencia, puesto que Dios no perdona tanto analfabetismo junto, pero ellos, interpretaron que el máximo creador estaba a punto de suspender esta garantía.
Esto hizo que corrieran despavoridos hasta la ciudad de Mérida, donde se consultaron con el rival del máximo jerarca de la iglesia venezolana, entregándole una improvisada carta escrita a lápiz mongol con tachones incluidos, donde relataban la sanción impuesta desde Caracas: todos, todos debían ir al Warairarepano en procesión y descalzos en esta época de incendios, esto, para tratar de vencer la plaga de la ignorancia que los había tomado de sorpresa, lo cual, sorprendió al dueño de la Basílica merideña
Pero como los chismes corren más que “los manitas blancas”, el brollo llego hasta la sede de la Nunciatura, quienes no dudaron en responder: “lamentan que ahora Dios está de parte de la “Barbarie Roja” y que muy injustamente los había abandonado, pues antes, siempre gobernaron los brutos y el Máximo Creador no se molestaba, igual aprovecharon para expresarle a su jefe, aquí en el país, que no tolerarían nuevamente que siguiera cometiendo los “errorcitos” con su computador y que los chavistas nuevamente se enteraran.
Por esto, también culparon a un ex gobernador con apellido de florero, pues fue quien por más tiempo abuso de la bendita generosidad de ser iletrado, pues para ellos, siempre fue imposible detenerle su lengua de disparates, cada vez que se echaba los Scott, en vez de hundir a Chávez, más bien lo ayudaba, por esta razón huyo hacia otras tierras, definidas por él mismo, como el paraíso.
El alto jerarca eclesiástico se molesto cuando vio que la banda se completaba en tierras andinas, y él, que es el ser supremo corría el riesgo de desaparecer. Inmediatamente cogió su laptop para oficializar su reclamo, haciéndose efectivo el temor de La Nunciatura, de nuevo, mando la nota a todos sus contactos.
Gritaba al igual que su vecino –Ledezma- que la oposición del país tenía que venir hasta la Catedral para hincarse y pagar su penitencia, la cual ahora seria doble por desobedecerle y aliarse con su enemigo de Mérida, o correrían el peligro de abrir las puertas de la inteligencia, si esto sucedía, que se olvidaran del coroto de La Esquina de Bolero con avenida Urdaneta.
Inmediatamente al navegar la nota por el sistema electrónico y al enterarse igualmente sus otros enemigos, esta vez los de la Conferencia Episcopal Venezolana, se armo la grande por partida doble, airados reaccionaron, exigiéndole al Alto Prelado que no sea “Tal Cual Cardenal” puesto que había iniciado lo mismo que la vez pasada, alerto a todo el alto gobierno con su email, y que ahora sí, sería expulsado de las fastuosas reuniones de la oposición venezolana.
Relatan que muy molestos a todo cañote le gritaban al prelado que nada había aprendido de la oscura oposición del país, y que su contrincante muy pronto le sustituiría, que él había entrado por contrabando, que en lo inmediato estaba en penitencia y que debía repetir hasta su extenuación, “que con la ignorante oposición tenemos que vivir mejor”.
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