lunes, 5 de octubre de 2009

Los "Culipelaos de la Oposición"

Los culipelados de la última marcha.
Raúl Bracho.

Luego del hojillazo de Mario, donde descubría las poses nudistas del estudiante
Escuálido, de cuyo nombre ni me interesa acordarme, anoche, viendo los pormenores de las marchas en mi canal 8, me sorprendió la gran solidaridad que hay en la mesa de la unidad: sopotocientos estudianticos de lo más sifrinitos todos, hicieron una fila ante las cámaras y pelaron ese culo.
Bueno, empecemos por reconocerles que hubo mayor asistencia a la Plaza Brión que lo acostumbrado, todas las cacatuas adultas mayores de acción democrática de costumbre, los poquiticos copeyanos que quedan, (de los que deberíamos tomar una muestra antes de que se extingan completamente), los amarillos de primero injusticia y más estudiantes que de costumbres.
Yo creo que los culpables del aumento de asistencia fue Mario Silva, Faceboock y la Hojilla.
Estamos en presencia de una mutación de la disociación sicótica, muy digna de estudiar por Bianco, que debería dedicar su próximo programa al análisis de esta mutación. Las acostumbradas caras de histeria y arrechera que le sacan tantas arrugas a las señoras escuálidas, sus discursos o balbuceos despotricando contra la falta de libertad de expresión que siempre expresan con total libertad, se transformó debido al descubrimiento de los sexi-líderes recién liberados de las mazmorras del régimen, que transformaron el fenómeno psiquiátrico de la disociación sicótica a una suerte de disociación erótica que terminó con este deplorable despelote de la peladera de rabos.
Yo propondría que se encarcelara a alguna disociada para que ellas, en honor a la equidad e igualdad de género, para la próxima marcha, nos puedan enseñar sus culitos y sus tetas de silicona junto a esta tropa de gorditos bien poco agradables ante las cámaras.
¿Cómo van a decir que no hay libertad de expresión quienes enseñan en completa libertad sus rabos?
Bueno, para contribuir a la salud mental, en honor a que esta semana se celebra la semana de la salud mental a nivel mundial, los chiquillos de la oposición extraviada deberían hacer de una vez una marcha nudista, así quizá se les alivien las tensiones y puedan aumentar el ratings tanto en presencia como en audiencia.
Mario, ahora tienes que seguir auxiliando a la oposición, busca bien a ver si encuentras en faceboock en la página de cada niña, la Machado? (no recuerdo su nombre, pero la que fue recibida por el ex presidente Bush) y así vamos descubriendo sus destapes y por lo menos los que estamos de este lado de la barrera podremos disfrutar de sus marchas, que según indicaciones y asesoramientos del Dr. Bianco podrían estar amenizadas por stripers en vez de los discursitos histéricos del vejestorio que encabeza Ledezma.
Debemos sacarles sus afiches con esas fotos para mandarlas a FOX y CNN para que el mundo entero vea y compruebe que la libertad de expresión en Venezuela es triple XXX.

El presidente Hugo Chávez aseguró hoy que ayer los estudiantes se bajaron los pantalones sólo para provocar a los guardias.
“Yo no vi porque yo estaba ocupado con cosas serias, pero me dijeron que se bajaron los pantalones ¿hasta donde están llegando?“, preguntó.
Asimismo, dijo sentir lástima por los jóvenes, ya que según Chávez, están siendo utilizados. Del mismo modo, hizo un llamado a los padres de los estudiantes, para que inviten a sus hijos “a estudiar”.
De las manitas blancas a nalguitas depiladas
Por: José Sant Roz
Nalgas lechosas, tipo peras, abombadas y otras amanzanadas. Las había negras, moradas y tornasoladas. ¡Y cuidado, que está demostrado que muchacho que muestra el rabo en público, se le engarrotan los nísperos!
Pero en fin, a falta de ideas y de cojones, mostrar el culo es la salida. “¡Toma y toma!”, le gritaban a la policía, lo cual a la vez era un acto de solidaridad con Pajulio Rivas, quien cree tenerlo mejor torneado, seductor y depilado de Venezuela. Y Bobolongo encantado, por la preciosidad de la redondez como lo tienen sus bellos muchachos. El de Leopoldo López se distinguía por encima de todos los otros por sus lunares. ¿Qué más podrán hacer estos niñitos de mamis una vez que han perdido la virginidad de mostrarlos? Todos con sus interiores de tanga. Iban preparados para el acto. “¡Esta es una marcha desarmada y mi única arma blanca es mi rabo!”, gritaban. A lado de los lechosos rabos, mostraban gorras amarillas con la inscripción ¡Dignidad! Un estudiante de la Universidad de Los Andes exclamaba: “¡Si hay quienes tiran zapatos nosotros lanzamos pedos!”.
Uno de la Universidad Metropolitana, totalmente desgañitado, decía: “Si quiere, que la policía se ensañe contra nosotros y que nos den por el culo.” Victoriosos, alegres, por haberlos empinado. Rabos malolientes y estragados. Otros perfumados y empolvados. Y las niñas bellas y tontas de la oposición, algunas estaban decepcionadas: sus efebos mostraban capacidades de seres ambivalentes, vacuos y sonsos. Pero qué se puede esperar de maestros como Pajulio Rivas y Leopoldo López.
En la próxima marcha ya se anuncia que las jóvenes marchistas mostrarán a la policía sus totonas. Pero bueno, esta práctica ya es vieja, ¿se acuerdan cuando las viejas alzadas de la oposición a principios del 2000, le lanzaban pantaletas a la Guardia Nacional? De aquellas pantaletas, estos lodos: a la Plaza Francia de Altamira la habían embutido en una prensada braga.
En Chile, cuando gobernaba Salvador Allende, estas encopetadas damas de la oligarquía le lanzaban maíz a los generales (“gallinas”), la estrategia que se implementó en Venezuela para acojonar a los altos oficiales fue el de enviar centenares de bragas a los cuarteles. Llegaban en sobre lacrados, metían las pantaletas en los informes de inteligencia, en los cañones, en los tanques, escritorios y aulas de clase. Podían también verse en los pasillos y en los comedores de los oficiales.
El director general de este operativo “envío de pantaletas al por mayor a los cuarteles” lo asumió el profesor de la Universidad de Carabobo, Pablo Auren. Hoy se sabe que muchas de esas bragas fueron donadas por ciertas matronas del este de Caracas. En ciertas casas de generales, sus esposas, trabajando sin saberlo para la CIA, colocaron al lado del bastón de mando, una pantaleta que a lo mejor había pertenecido a doña Carmelita Azpúrua de Tinoco, o a doña Cuquita Zuloaga de Parra, o a doña Teresita Bottome de Vogler, o a doña Marcelina Mendoza de Granier... Pantaletas negras con encajes dorados, pantaletas con faralaes, pantaletas acolchadas, con bordados de mostacilla, cuello tortuga, con cierres. El ábrete sésamo de los medios convirtió a las pantaletas en el arma más feroz de la oposición en aquel momento, a tal punto que ciertamente retrajeron las gónadas de varios altos oficiales, algunos de los cuales habían estado al servicio del Comando Sur de EE UU, o habían realizado cursos en la Escuela de las Américas o habían trabajado para la CIA.
No podían tolerar estos señores que sus matronas les considerasen indignos de sus soles y preseas, y ahora pretendiesen sepultarlas entre lustrosas pantaletas.
No señor, aquello no podía continuar, y mosqueados se vieron en la necesidad de demostrar a sus mujeres que no eran ningunos cobardes, y que iban a tomar acciones para no calarse más al “centauro de Sabaneta”, y como contaban con el jefe de la patronal y el poder de los medios... Y como el brazo de la revolución no podía llegar hasta las esposas de estos oficiales, supeditadas al patrón del consumismo impuesto por EE UU, he ahí el comienzo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

QUIERO METER MI PENE EN ESOS LINDOS CULOS Y HACERLES EL AMOR GAY